Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.

El se dio por nosotros, para REDIMIRNOS DE TODA INIQUIDAD y PURIFICAR PARA SI UN PUEBLO PARA POSESION SUYA, celoso de buenas obras.

Por esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo {ofrecida} una vez para siempre.

Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante Su propia sangre, padeció fuera de la puerta.