40 Versículo de la Biblia sobre la forma de tratar a los demás
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Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.
Así que, todas las cosas que quisiereis que los hombres hicieren con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
Y si hiciereis bien a los que os hacen bien, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir.
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
amando el amor de la hermandad los unos con los otros; previniéndoos con honra los unos a los otros;
Y si abrazareis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los publicanos?
pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes.
y los miembros del cuerpo que estimamos ser más viles, a éstos vestimos más honrosamente; y los que en nosotros son indecentes, tienen más honestidad.
Y si no le oyere a ellos, dilo a la Iglesia; y si no oyere a la Iglesia, tenle por mundano y publicano.
Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos pequeñitos, a mí lo hicisteis.
Y dijo también a unos que confiaban en sí como justos, y menospreciaban a los otros, esta parábola:
Y el Segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué gracias tendréis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien en humildad, estimándoos inferiores los unos a los otros;
con toda humildad y mansedumbre, con tolerancia, soportándoos los unos a los otros en caridad;
Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.
antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó en el Cristo.
y que los tengáis en mayor caridad por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros.
Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno; porque con la misma medida que midiereis, os será vuelto a medir.
y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado;
Hermanos míos, no tengáis la fe de nuestro Señor, Jesús el Cristo glorioso, en acepción de personas.
Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Mas si mejorareis cumplidamente vuestros caminos y vuestras obras; si con exactitud hiciereis derecho entre el hombre y su prójimo,
El que come, no menosprecie al que no come; y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.
Les dijo también: Mirad lo que oís: con la medida que medís, os medirán otros, y será añadido a vosotros los que oís.
a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda limpieza.
Mas el que hace injuria, recibirá la injuria que hiciere; ya que no hay acepción de personas.
Y vosotros, amos, haced a ellos lo mismo, dejando las amenazas; sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que no hay acepción de personas con él.
Bienaventurados los misericordiosos; porque ellos alcanzarán misericordia.
Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu projimo como a ti mismo.
Gritad contra ella en derredor; dio su mano; han caído sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es del SEÑOR. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.
Porque juicio sin misericordia será hecho con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia se gloría contra el juicio.
Y volvió a enviar otro, y a aquel mataron; y a otros muchos, hiriendo a unos y matando a otros.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades; ni nos ha pagado conforme a nuestras iniquidades.
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