14 Versículo de la Biblia sobre La mutilación
Versículos Más Relevantes
~`No se harán sajaduras en su cuerpo por un muerto, ni se harán tatuajes. Yo soy el SEÑOR.
~`Porque ninguno que tenga defecto se acercará: ni ciego, ni cojo, ni uno que tenga el {rostro} desfigurado, o {extremidad} deformada,
~`Los {que estén} ciegos, quebrados, mutilados, o con llagas purulentas, sarna o roña, no los ofrecerán al SEÑOR, ni harán de ellos una ofrenda encendida sobre el altar al SEÑOR.
Los Filisteos lo prendieron y le sacaron los ojos. Y llevándolo a Gaza, lo ataron con cadenas de bronce y lo pusieron a girar el molino en la prisión.
Adoni Bezec huyó, pero lo persiguieron, lo prendieron y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies. Y Adoni Bezec dijo: ``Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían {migajas} debajo de mi mesa. Como yo he hecho, así me ha pagado Dios." Lo llevaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), y allí murió.
Y gritaban a grandes voces y se sajaban, según su costumbre, con espadas y lanzas hasta que la sangre chorreaba sobre ellos.
Cuídense de esos perros (de los Judaizantes), cuídense de los malos obreros, cuídense de la falsa circuncisión.
~`Pondré Mi celo contra ti, y te tratarán con furor. Te arrancarán la nariz y las orejas, y tus sobrevivientes caerán a espada; te quitarán tus hijos y tus hijas, y los que queden serán consumidos por el fuego.
``Ninguno que haya sido castrado o que tenga cortado su miembro viril entrará en la asamblea del SEÑOR.
Y Adoni Bezec dijo: ``Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían {migajas} debajo de mi mesa. Como yo he hecho, así me ha pagado Dios." Lo llevaron a Jerusalén (Ciudad de Paz), y allí murió.
Adoni Bezec huyó, pero lo persiguieron, lo prendieron y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies.
Y David dio una orden a los jóvenes, y ellos los mataron y les cortaron las manos y los pies y {los} colgaron junto al estanque en Hebrón. Pero tomaron la cabeza de Isboset y {la} sepultaron en el sepulcro de Abner, en Hebrón.
Siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.