67 Versículos de la Biblia sobre La oración, como pidiendo a Dios

Versículos Más Relevantes

Efesios 6:18-20

por toda oración y ruego orando en todo tiempo en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y súplica por todos los santos, y por mí, para que me sea dada palabra en el abrir de mi boca con confianza, para hacer notorio el misterio del Evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que resueltamente hable de él, como debo hablar.

Salmos 4:1

Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Salmos 40:2-3

Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.

Jonás 2:1-3

Y oró Jonás desde el vientre del pez al SEÑOR su Dios. Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del Seol clamé, Y mi voz oíste. Me echaste en lo profundo, en medio de los mares, Y la corriente me rodeó; Todas tus ondas y tus olas pasaron sobre mí.

Salmos 17:8-9

Guárdame como lo negro de la niña del ojo, escóndeme con la sombra de tus alas. De delante de los malos que me oprimieron, de mis enemigos que me cercan por la vida.

Salmos 35:4

Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal piensan.

2 Reyes 19:9-11

Y oyó decir de Tirhaca rey de Etiopía: He aquí ha salido para hacerte guerra. Entonces volvió él, y envió embajadores a Ezequías, diciendo: Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de Asiria. He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las tierras, destruyéndolas, ¿y has tú de escapar?

2 Crónicas 14:11

Y clamó Asa al SEÑOR su Dios, y dijo: SEÑOR, no tienes tú más con el grande que con el que ninguna fuerza tiene, para dar ayuda. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en ti nos apoyamos, y en tu Nombre venimos contra este ejército. Oh SEÑOR, tú eres nuestro Dios; no prevalezca contra ti el hombre.

Génesis 32:9-12

Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, el SEÑOR, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu natural, y yo te haré bien. No soy digno de todas las misericordias, y de toda la verdad que has mostrado a tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; que por ventura no venga, y me hiera, la madre con los hijos.Leer más.
Y tú has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud.

Salmos 28:1-9

A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro. Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad. No me arrebates a una con los malos, y con los que hacen iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, y la maldad está en su corazón.Leer más.
Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga. Porque no entendieron las obras del SEÑOR, y el hecho de sus manos, los derribará, y no los edificará. Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos. El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por tanto se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré. El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido. Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

Salmos 5:1-3

Escucha, oh SEÑOR, mis palabras. Considera la meditación mía. Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. Oh SEÑOR, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré a ti, y esperaré.

Salmos 30:8-10

A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré. ¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad? Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé tú mi ayudador.

Salmos 142:1-7

Con mi voz clamaré al SEÑOR, con mi voz pediré misericordia al SEÑOR. Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia. Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda. En el camino en que andaba, me escondieron lazo.Leer más.
Miraba a la mano derecha, y observaba; mas no había quién me conociera; no tuve refugio, no había quién volviera por mi vida. Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes. Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo. Saca mi alma de la cárcel para que alabe tu Nombre; conmigo harán fiesta los justos, cuando me hubieras destetado.

Jeremías 15:15-18

Tú lo sabes, oh SEÑOR; acuérdate de mí, y visítame, y véngame de mis enemigos. No me tomes a tu cargo en la prolongación de tu enojo; sepas que sufro vergüenza a causa de ti. Se hallaron tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se llamó sobre mí, oh SEÑOR Dios de los ejércitos. No me senté en compañía de burladores, ni me engreí a causa de tu profecía; me senté solo, porque me llenaste de indignación.Leer más.
¿Por qué fue perpetuo mi dolor, y mi herida desahuciada no admitió cura? Eres conmigo como mentiroso, como aguas que no son fieles.

Marcos 14:35-36

Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró, que si fuera posible, pasara de él aquella hora, Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son a ti posibles; traspasa de mí este vaso; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú.

Lucas 22:42-44

diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y le apareció un ángel del cielo confortándole. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.

Génesis 24:12-14

Y dijo: SEÑOR, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua. Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja ahora tu cántaro, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos, que ésta sea la que aparejaste a tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.

Jueces 1:1-2

Y aconteció después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Quién subirá por nosotros primero a pelear contra los cananeos? Y el SEÑOR respondió: Judá subirá; he aquí que yo he entregado la tierra en sus manos.

Jueces 6:36-40

Y Gedeón preguntó a Dios: ¿has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho? He aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que has de salvar a Israel por mi mano, como lo has dicho. Y aconteció así; porque cuando se levantó de mañana, exprimiendo el vellón sacó de él el rocío, un vaso lleno de agua.Leer más.
Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que la sequedad sea sólo en el vellón, y el rocío sobre la tierra. Y aquella noche lo hizo Dios así; porque la sequedad fue sólo en el vellón, y en toda la tierra estuvo el rocío.

1 Samuel 14:41

Entonces dijo Saúl al SEÑOR Dios de Israel: Muestra quien está sin mancha. Y fueron tomados Jonatán y Saúl, y el pueblo salió libre.

2 Samuel 2:1

Después de esto aconteció que David consultó al SEÑOR, diciendo: ¿Subiré a alguna de las ciudades de Judá? Y el SEÑOR le respondió: Sube. Y David volvió a decir: ¿A dónde subiré? Y él le dijo: A Hebrón.

1 Crónicas 14:14-15

David volvió a consultar a Dios, y Dios le dijo: No subas tras ellos, sino rodéalos, para venir a ellos por delante de los morales; y cuando oyeres venir un estruendo por las copas de los morales, sal luego a la batalla; porque Dios saldrá delante de ti, y herirá el campamento de los filisteos.

2 Reyes 20:1-11

En aquellos días cayó Ezequías enfermo de muerte, y vino a él Isaías profeta hijo de Amós, y le dijo: El SEÑOR dice así: Dispón de tu casa, porque has de morir, y no vivirás. Entonces volvió él su rostro a la pared, y oró al SEÑOR, y dijo: Te ruego, oh SEÑOR, te ruego que hagas memoria de que he andado delante de ti en verdad y con corazón perfecto; y que he hecho las cosas que te agradan. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Y antes que Isaías saliera hasta la mitad del patio, vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice el SEÑOR, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí yo te sano; al tercer día subirás a la Casa del SEÑOR. Y añadiré a tus días quince años, y te libraré a ti y a esta ciudad de mano del rey de Asiria; y ampararé esta ciudad por amor de mí, y por amor de David mi siervo. Y dijo Isaías: Tomad masa de higos. Y tomándola, la pusieron sobre la llaga, y sanó. Y Ezequías había dicho a Isaías: ¿Qué señal tendré de que el SEÑOR me sanará, y que al tercer día subiré a la Casa del SEÑOR? Y respondió Isaías: Esta señal tendrás del SEÑOR, de que hará el SEÑOR esto que ha dicho: ¿Avanzará la sombra diez grados, o retrocederá diez grados? Y Ezequías respondió: Fácil cosa es que la sombra decline diez grados; pero, no que la sombra vuelva atrás diez grados. Entonces el profeta Isaías clamó al SEÑOR; e hizo volver la sombra por los grados que había descendido en el reloj de Acaz, diez grados atrás.

Isaías 38:1-10

En aquellos días cayó Ezequías enfermo para morir; y vino a él Isaías Profeta, hijo de Amoz, y le dijo: El SEÑOR dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración al SEÑOR. Y dijo: Oh SEÑOR, te ruego te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón; y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.Leer más.
Entonces vino palabra del SEÑOR a Isaías, diciendo: Ve, y di a Ezequías: El SEÑOR Dios de David tu padre dice así: Tu oración he oído, y tus lágrimas he visto; he aquí que yo añado a tus días quince años. Y te libraré, y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé. Y esto te será señal de parte del SEÑOR, que el SEÑOR hará esto, que ha dicho: He aquí, que yo vuelvo atrás la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Acaz por el Sol, diez grados. Y el Sol fue tornado diez grados atrás, por los cuales había ya descendido. Escritura de Ezequías rey de Judá, de cuando enfermó y sanó de su enfermedad. Yo dije: En el cortamiento de mis días iré a las puertas del Seol, privado soy del resto de mis años.

1 Samuel 1:10-11

Y ella con amargura de alma oró al SEÑOR llorando abundantemente; e hizo voto, diciendo: SEÑOR de los ejércitos, si te dignares mirar la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, mas dieres a tu sierva simiente de varón, yo lo dedicaré al SEÑOR todos los días de su vida, y no subirá navaja sobre su cabeza.

Génesis 30:17

Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob.

Números 20:15-16

cómo nuestros padres descendieron a Egipto, y estuvimos en Egipto largo tiempo, y los egipcios nos maltrataron, y a nuestros padres; y clamamos al SEÑOR, el cual oyó nuestra voz, y envió un ángel, y nos sacó de Egipto; y he aquí estamos en Cades, ciudad al extremo de tu término.

Deuteronomio 26:6-8

y los egipcios nos maltrataron, y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y clamamos al SEÑOR Dios de nuestros padres; y el SEÑOR oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo, y nuestra opresión. Y nos sacó el SEÑOR de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros;

Jueces 3:9

Y clamaron los hijos de Israel al SEÑOR; y el SEÑOR despertó un salvador a los hijos de Israel y los libró; es a saber, a Otoniel hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb.

Jueces 4:3

Y los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, porque aquel tenía novecientos carros herrados; y había afligido en gran manera a los hijos de Israel por veinte años.

Jueces 6:7-10

Y cuando los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, a causa de los madianitas, el SEÑOR envió un varón profeta a los hijos de Israel, el cual les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Yo os saqué de Egipto, y de la casa de servidumbre os saqué; yo os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra.Leer más.
Y os dije: Yo soy el SEÑOR vuestro Dios; no temáis a los dioses de los amorreos, en cuya tierra habitáis; mas no oísteis mi voz.

1 Samuel 12:8

Después que Jacob hubo entrado en Egipto y vuestros padres clamaron al SEÑOR, el SEÑOR envió a Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar.

Salmos 44:23-26

Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Despierta, no nos deseches para siempre. ¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra? Porque nuestra alma se ha agobiado hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.Leer más.
Levántate para ayudarnos, y redímenos por tu misericordia.

Salmos 79:8-9

No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas; anticípanos pronto tus misericordias, porque estamos muy pobres. Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.

Salmos 80:4-7

SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo humearás tú contra la oración de tu pueblo? Les diste a comer pan de lágrimas, y les diste a beber lágrimas con medida. Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan de nosotros entre sí.Leer más.
Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

Salmos 85:4-7

Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros. ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación? ¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti?Leer más.
Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salud.

Esdras 8:21-23

Y publiqué ayuno allí junto al río de Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para buscar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para toda nuestra hacienda. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendieran del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es sobre todos los que le buscan para bien; mas su fortaleza y su furor sobre todos los que le dejan. Ayunamos pues, y buscamos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio.

2 Crónicas 20:12-13

¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos lo que hemos de hacer, mas en ti están puestos nuestros ojos. Y todo Judá estaba en pie delante del SEÑOR, con sus niños, y sus mujeres, y sus hijos.

Esdras 10:1

Y orando Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande congregación de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.

Salmos 74:18-23

Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia.Leer más.
No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

Daniel 2:17-18

Entonces Daniel se fue a su casa y declaró el negocio a Ananías, Misael, y Azarías, sus compañeros, para demandar misericordias del Dios del cielo sobre este misterio, y que Daniel y sus compañeros no perecieran con los otros sabios de Babilonia.

Hechos 1:13-14

Y entrados, subieron al aposento alto, donde estaban Pedro y Jacobo, y Juan y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón Zelote, y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.

Hechos 20:36

Cuando hubo dicho estas cosas, se puso de rodillas, y oró con todos ellos.

Hechos 21:5

Y cumplidos aquellos días, salimos acompañándonos todos, con sus mujeres e hijos, hasta fuera de la ciudad; y puestos de rodillas en la ribera, oramos.

Hechos 4:24-31

Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que (en el Espíritu Santo) por boca de David (nuestro padre), tu siervo, dijiste: ¿Por qué han bramado los gentiles, y los pueblos han pensado cosas vanas? Asistieron los reyes de la tierra, y los príncipes se juntaron en uno contra el Señor, y contra su Cristo.Leer más.
Porque verdaderamente se juntaron (en esta ciudad) contra tu santo siervo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel, para hacer lo que tu mano y tu consejo habían antes determinado que había de ser hecho. Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y da a tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra; que extiendas tu mano a que sanidades, y milagros, y prodigios sean hechos por el Nombre de tu santo siervo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.

2 Crónicas 6:18-19

¿Es verdad que Dios ha de habitar con el hombre en la tierra? He aquí, los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte; ¿cuánto menos esta Casa que he edificado? Mas tú mirarás a la oración de tu siervo, y a su ruego, oh SEÑOR Dios mío, para oír el clamor y la oración con que tu siervo ora delante de ti;

Salmos 130:1-2

De lo profundo te llamo, oh SEÑOR. Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi oración.

Mateo 20:30-31

Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros. Y la multitud les reñía para que callaran; pero ellos clamaban más, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros.

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