107 Versículos de la Biblia sobre La participación, en Cristo
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En el cual también confiasteis vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación; en quien también, desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Pedro le dijo: No me lavarás los pies jamás. Jesús le respondió: Si no te lavare, no tendrás parte conmigo.
Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Porque somos hechos participantes de Cristo, si retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra confianza;
Así también fue el don, mas no como el pecado. Porque si por el pecado de uno muchos murieron, mucho más la gracia de Dios abundó para muchos, y el don de gracia por un hombre, Jesucristo.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.
Y el don, no fue como por uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino por uno para condenación, mas el don es de muchos pecados para justificación. Porque si por un pecado reinó la muerte, por uno; mucho más los que reciben la gracia abundante y el don de la justicia reinarán en vida por uno, Jesucristo. Así que, como por el pecado de uno vino la condenación a todos los hombres, así también, por la justicia de uno, vino la gracia a todos los hombres para justificación de vida.Leer más.
Porque como por la desobediencia de un hombre muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, muchos serán constituidos justos. Y la ley entró para que el pecado abundase; pero cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia; para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
Y por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados.
En quien también sois circuncidados de circuncisión no hecha de mano, en el despojamiento del cuerpo del pecado de la carne, en la circuncisión de Cristo.
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados con Él en la muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, libre es del pecado.Leer más.
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con Él;
Así también vosotros mis hermanos, habéis muerto a la ley por el cuerpo de Cristo; para que seáis de otro, de Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.
Sepultados con Él en el bautismo, en el cual también sois resucitados con Él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos. Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con Él; perdonándoos todos los pecados,
por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fuésemos hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo por la concupiscencia.
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Y así como hemos llevado la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
Por tanto, nosotros todos, mirando con cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados en la misma imagen, de gloria en gloria, como por el Espíritu del Señor.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
y vestíos del nuevo, el cual se va renovando en el conocimiento conforme a la imagen del que lo creó,
Y aquéllos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía, mas Éste para lo que nos es provechoso, a fin de que participemos de su santidad.
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad a su muerte;
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame.
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por Cristo nuestra consolación.
antes bien regocijaos en que sois participantes de los padecimientos de Cristo; para que cuando su gloria sea revelada, os regocijéis con gran alegría.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos con Cristo; si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos también glorificados.
y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar con Él, en lugares celestiales en Cristo Jesús;
a lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo? Porque nosotros, siendo muchos somos un solo pan, y un solo cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular.
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien también vosotros sois juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu.
donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni scyta, siervo ni libre; sino que Cristo es el todo, y en todos.
de quien todo el cuerpo bien ligado entre sí, y unido por lo que cada coyuntura suple, conforme a la eficacia y medida de cada miembro, hace que el cuerpo crezca para la edificación de sí mismo en amor.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo olivo silvestre fuiste injertado entre ellas, y fuiste hecho partícipe con ellas de la raíz y de la savia del olivo;
y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios.
Y si vosotros sois de Cristo, entonces simiente de Abraham sois, y herederos conforme a la promesa.
Ruego, pues, que el rey mi señor oiga ahora las palabras de su siervo. Si Jehová te incita contra mí, acepte Él una ofrenda; mas si fueren hijos de hombres, malditos sean ellos en presencia de Jehová, que me han echado hoy para que no tenga parte en la heredad de Jehová, diciendo: Ve, sirve a dioses ajenos.
para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.
Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, la cual es poderosa para sobreedificaros, y daros herencia con todos los santificados.
dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, lo confirmó con juramento;
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos partícipes de sus bienes espirituales, deben también ellos servirles en los carnales.
Como me es justo sentir esto de todos vosotros, por cuanto os tengo en mi corazón; y en mis prisiones, como en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois partícipes de mi gracia.
Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron el don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada:
pero los que fueren tenidos por dignos de aquel mundo y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
cuando viniere para ser glorificado en sus santos, y para ser admirado en aquel día en todos los que creen (porque nuestro testimonio ha sido creído entre vosotros).
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos; sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años.
¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: Hágase todo para edificación.
y los levitas cantores, todos los de Asaf, los de Hemán, y los de Jedutún, juntamente con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban con címbalos y salterios y arpas al oriente del altar; y con ellos ciento veinte sacerdotes que tocaban trompetas; sucedió pues, que cuando los trompetistas y cantores al unísono hicieron oír su voz para alabar y dar gracias a Jehová; cuando elevaron la voz con trompetas y címbalos e instrumentos de música, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia, la casa se llenó entonces de una nube, la casa de Jehová.
Y los principales de los levitas: Hasabías, Serebías, y Jesúa hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y dar gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno.
Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan.
Hermanos, si alguno fuere tomado en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restaurad al tal en espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún refrigerio de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable y misericordias, completad mi gozo, que sintáis lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o vanagloria; antes bien con humildad, estimándoos unos a otros como superiores a sí mismos,Leer más.
no mirando cada uno a lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los demás.
el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios.
Por tanto, no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé partícipe de las aflicciones del evangelio según el poder de Dios,
por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra parte fuisteis hechos compañeros de los que han estado en igual situación. Y os compadecisteis de mí en mis cadenas, y el despojo de vuestros bienes padecisteis con gozo, sabiendo en vosotros que tenéis una mejor y perdurable sustancia en los cielos.
Yo Juan, que también soy vuestro hermano y compañero en la tribulación y en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla que es llamada Patmos, por la palabra de Dios y por el testimonio de Jesucristo.
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
pidiéndonos con muchos ruegos que aceptásemos la ofrenda y la comunicación del servicio para los santos.
Pues por la experiencia de esta suministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por vuestra liberal contribución para ellos y para todos;
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos, que con facilidad comuniquen;
Y de hacer bien y de la comunicación no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Así, pues, nosotros, como sus colaboradores, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora;
Ésto es lo concerniente a los levitas: De veinticinco años para arriba entrarán a hacer su oficio en el servicio del tabernáculo de la congregación.
Y a tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, hazlos venir a ti, para que se unan contigo, y te servirán; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo de la congregación.
Y a Obed-edom y a sus hermanos, sesenta y ocho; y a Obed-edom hijo de Jedutún, y a Hosa, por porteros.
Entonces se levantó Jesúa hijo de Josadac, y sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel hijo de Salatiel, y sus hermanos, y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer sobre él holocaustos como está escrito en la ley de Moisés varón de Dios.
Y os ruego hermanos, por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo en oración por mí a Dios;
¿O lo dice enteramente por nosotros? Sí, ciertamente por nosotros está escrito; porque con esperanza ha de arar el que ara; y el que trilla, con esperanza de participar de lo que espera. Si nosotros sembramos en vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si cosechamos de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿por qué no nosotros? Pero no hemos usado de este derecho; antes todo lo sufrimos, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.Leer más.
¿No sabéis que los que ministran en las cosas santas, comen del templo; y que los que sirven al altar, del altar participan?
Así que, somos embajadores de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
Antes por el contrario; cuando vieron que el evangelio de la incircuncisión me había sido encomendado, como a Pedro el de la circuncisión (Porque el que fue poderoso en Pedro para el apostolado de la circuncisión, fue poderoso también en mí para con los gentiles); y cuando Jacobo, Cefas, y Juan, que parecían ser columnas, percibieron la gracia que me fue dada, nos dieron a mí y a Bernabé las diestras de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia comunicó conmigo en el asunto de dar y recibir, sino vosotros solos, pues aun a Tesalónica me enviasteis lo necesario una y otra vez.
No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡Dios me libre!
Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos.
Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned vuestra mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.Leer más.
Cuando Cristo, nuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. Haced morir, pues, vuestros miembros que están en la tierra; fornicación, impureza, pasiones desordenadas, mala concupiscencia y avaricia, que es idolatría;
que los gentiles sean coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de su promesa en Cristo por el evangelio,
Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?
Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, predicó antes el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán bendecidas todas las naciones. Así también los de la fe, son bendecidos con el creyente Abraham.
Y bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?
En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz.
a fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los gentiles a través de Jesucristo; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.
Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel día, y serán mi pueblo, y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti.
Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Y vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y Él nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus sendas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Porque Jehová tendrá misericordia de Jacob, y todavía escogerá a Israel y le establecerá en su propia tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la casa de Jacob.
En aquel tiempo habrá una calzada de Egipto a Asiria, y los asirios entrarán en Egipto, y los egipcios en Asiria; y los egipcios servirán junto con los asirios. En aquel tiempo, Israel será tercero con Egipto y con Asiria; será bendición en medio de la tierra; porque Jehová de los ejércitos los bendecirá, diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Terrible será Jehová contra ellos, porque hará enflaquecer a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará a Él, todas las islas de las naciones.
Y sucederá que todos los que quedaren de las naciones que vinieron contra Jerusalén subirán de año en año a adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.
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