71 Versículos de la Biblia sobre La ética, social
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El Dios de Israel me ha dictado, el Fuerte de Israel habló): Señoreador de los hombres, justo señoreador en el temor de Dios. Y como la luz de la mañana cuando sale el sol, de la mañana resplandeciente sin nubes; como resplandor por llovizna sobre la yerba de la tierra:
Y ahora, reyes, entended; admitid castigo, jueces de la tierra. Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor. Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos ella será trastornada.
Abominación es a los reyes hacer impiedad; porque con justicia será afirmado el trono.
Aparta al impío de la presencia del rey, y su trono se afirmará en justicia.
Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; mas por el hombre entendido y sabio permanecerá estable.
El rey con el juicio afirma la tierra; mas el hombre amigo de presentes la destruirá.
Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no la temerás; y de temor, porque no se acercará a ti.
Amonesto pues, ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia: que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad e integridad.
para que ofrezcan olores de holganza al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.
Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que están, de Dios son ordenadas.
Amonéstales que se sujeten a los príncipes y potestades, que persuadan a los que tienen autoridad, que estén prontos a toda buena obra.
Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior, y a los gobernadores, como de él enviados para venganza de los malhechores, y para loor de los que hacen bien.
Y el hombre que procediere con soberbia, no escuchando al sacerdote que está para ministrar allí delante del SEÑOR tu Dios, o al juez, el tal varón morirá; y quitarás el mal de Israel.
Y dijo a los suyos: El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido del SEÑOR, que yo extienda mi mano contra él; porque es ungido del SEÑOR.
y poned dos hombres, hijos de Belial, delante de él, que atestigüen contra él, y digan: Tú has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo, para que muera.
Y Pablo dijo: No sabía, hermanos, que era el príncipe de los sacerdotes; pues escrito está: Al príncipe de tu pueblo no maldecirás.
Por lo cual es necesario que le estéis sujetos, no solamente por el castigo, mas aun por la conciencia.
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
Ellos le dicen: De César. Y les dijo: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.
Y respondiendo Jesús, les dijo: Pagad lo que es de César a César; y lo que es de Dios, a Dios. Y se maravillaron de ello.
Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios.
Y todos los diezmos de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, del SEÑOR son; es santidad al SEÑOR.
Al cabo de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel año, y lo guardarás dentro de tus puertas.
Impusímonos además por ley el cargo de contribuir cada año con la tercera parte de un siclo, para la obra de la Casa de nuestro Dios;
Sin embargo, para que no los ofendamos, ve al mar, y echa el anzuelo, y el primer pez que viniere, tómalo, y abierta su boca, hallarás un estatero: tómalo, y dáselo por mí y por ti.
Porque por esto le pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo. Pagad a todos lo que debéis; al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que temor, temor; al que honra, honra.
No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos. La justicia, la justicia seguirás, para que vivas y heredes la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pide de ti el SEÑOR: solamente hacer juicio recto, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
No recibirás soborno; porque el soborno ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.
No harás injusticia en el juicio; ni complaciendo al pobre, ni favoreciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.
Hacer justicia y juicio es al SEÑOR más agradable que sacrificio.
aprended a hacer el bien. Buscad juicio. Restituid al agraviado. Oíd en derecho al huérfano. Amparad a la viuda.
Así dijo el SEÑOR: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse.
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesús el Cristo, y de sus Angeles escogidos, que guardes estas cosas, sin perjuicio de nadie, no haciendo nada con parcialidad.
Si hubiere en ti mendigo de entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano mendigo. Mas abrirás a él tu mano liberalmente, y le prestarás todo lo que necesite en lo que hubiere menester. Guárdate que no haya en tu corazón pensamiento de Belial, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle; porque él clamará contra ti al SEÑOR, y te será por pecado.
Y cuando tu hermano empobreciere, y se acogiere a ti, tú lo recibirás; como peregrino y extranjero vivirá contigo.
Al SEÑOR presta el que da al pobre, y él le dará su paga.
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces Jesús mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu madero (si quieres ser perfecto).
Y Jesús, oído esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Vended lo que poseéis, y dad limosna \'
compartiendo para las necesidades de los santos; siguiendo la hospitalidad.
Solamente nos pidieron que nos acordáramos de los pobres; lo mismo que fui también solícito en hacer.
y tuviereis respeto al que trae la vestidura preciosa, y le dijereis: Siéntate tú aquí bien; y dijereis al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí debajo de mi estrado; ¿vosotros no juzgáis en vosotros mismos, y sois hechos jueces de pensamientos malos?
Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán dentro de tus puertas, y se saciarán.
mas el séptimo la dejarás libre y la soltarás, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás de tu viña y de tu olivar.
Cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu tierra segada. Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. YO SOY vuestro Dios.
Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. YO SOY vuestro Dios.
Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía;
Y Jesús llamando a sus discípulos, dijo: Tengo misericordia de la multitud, que ya hace tres días que perseveran conmigo, y no tienen qué comer; y enviarlos en ayunas no quiero, para que no desmayen en el camino.
Tengo misericordia de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo; y no tienen qué comer. Si los envío en ayunas a sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos.
Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.
Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua;
Haced derecho al pobre y al huérfano; haced justicia al pobre y al menesteroso. Librad al pobre y al menesteroso; libradlo de mano de los impíos.
La religión pura y sin mácula delante del Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.
Y no angustiarás al extranjero; pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
Cuando tu hermano empobreciere, y vendiere algo de su posesión, vendrá su redentor, su pariente mas cercano, para redimir lo que su hermano hubiere vendido.
No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano; ni tomarás por prenda la ropa de la viuda;
Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo lo librará el SEÑOR.
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