13 Versículo de la Biblia sobre las recompensas del ritual
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¿Para qué me sirven a mí, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.
Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
No seáis llevados de acá para allá por doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado en ellas.
Cristo ha venido a ser sin efecto para vosotros los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Pero en vano me honran; enseñando como doctrinas mandamientos de hombres.
Nadie os prive de vuestra recompensa, afectando humildad y adoración a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal, y no asiéndose de la cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y enlazado por las coyunturas y los ligamentos, crece con el crecimiento de Dios. Si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, entonces, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a ordenanzasLeer más.
tales como: No toques, no gustes, no manejes (todas las cuales habrán de perecer con el uso), según mandamientos y doctrinas de hombres?
Mas también si alguna cosa padecéis por la justicia, sois bienaventurados. Por tanto, no os amedrentéis por temor de ellos, ni seáis turbados;
No llaméis conspiración, a todas las cosas a que este pueblo llama conspiración, ni temáis lo que temen, ni tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a Él santificad; sea Él vuestro temor, y Él sea vuestro miedo.
Engrandécete, oh Jehová, con tu poder: Cantaremos y alabaremos tu poderío.
Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Porque ascuas amontonarás sobre su cabeza, y Jehová te lo pagará.
Tal será el pueblo como el sacerdote: y visitaré sobre él sus caminos, y le pagaré conforme a sus obras.
Sus cabezas juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.