37 Versículo de la Biblia sobre Las riquezas espirituales,
Versículos Más Relevantes
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado?Leer más.
Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su mucha caridad con que nos amó,
A mí, digo , el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,
¿O menosprecias las riquezas de su bondad, y paciencia, y longanimidad, ignorando que su bondad te guía al arrepentimiento?
para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
para que tomen consolación sus corazones, unidos en caridad, y en todas las riquezas de cumplido entendimiento para conocer el misterio del Dios y Padre, y del Cristo; en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
a los cuales quiso Dios hacer notorias las riquezas de la gloria de este misterio en los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
El temor del SEÑOR es limpio, que permanece para siempre; los derechos del SEÑOR son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que licor de panales.
Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata.
Será ensalzado el SEÑOR, el cual mora en las alturas; porque llenó a Sion de juicio y de justicia. Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y la fuerza de la salvación; el temor del SEÑOR será su tesoro.
Hijo mío, si tomares mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia; si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz;Leer más.
si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros; entonces entenderás el temor del SEÑOR, y hallarás el conocimiento de Dios.
En la casa del justo hay gran provisión; pero turbación en los frutos del impío.
Y el que da la simiente al que siembra, también dará pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los crecimientos de los frutos de vuestra justicia; para que enriquecidos en todo abundéis en toda bondad, la cual obra por nosotros acción de gracias a Dios.
en el cual tenemos redención por su sangre, la remisión de pecados por las riquezas de su gracia, que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría e prudencia,
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la alteza sea de la virtud de Dios, y no de nosotros.
También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas; que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.
El SEÑOR galardone tu obra, y tu remuneración sea llena por el SEÑOR Dios de Israel; que has venido para cubrirte debajo de sus alas.
Y el SEÑOR pague a cada uno su justicia y su lealtad; que el SEÑOR te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido del SEÑOR.
El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá.
Si el que te aborrece tuviere hambre, dale de comer pan; y si tuviere sed, dale de beber agua; porque ascuas allegas sobre su cabeza, y el SEÑOR te lo pagará.
estando ciertos que del Señor recibiréis el salario de herencia, porque al Señor Cristo servís.
No perdáis pues esta vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón;
Y ahora también, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la Palabra de su gracia, el cual es poderoso para sobreedificar, y daros heredad con todos los santificados.
En el cual esperásteis también vosotros oyendo la Palabra de Verdad, el Evangelio de vuestra salud; en el cual también desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la Promesa, Que es las arras de nuestra herencia, para la redención de la posesión adquirida para alabanza de su gloria.
dando gracias al Padre que nos hizo dignos para participar en la herencia de los santos en luz;
Para la herencia incorruptible, y que no puede contaminarse, ni marchitarse, conservada en los cielos,
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál sea la esperanza de su llamado, y cuáles sean las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y sé la blasfemia de los que se dicen ser Judíos, y no lo son; mas son la sinagoga de Satanás.
Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe.
sino haceos tesoros en el cielo, donde ni polilla ni orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan:
Y le dijo Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios.
el atesorar para sí buen fundamento para en lo por venir, que echen mano a la vida eterna.
Teniendo por mayores riquezas el vituperio del Cristo que los tesoros de los Egipcios, porque miraba a la remuneración.
Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.