13 Versículo de la Biblia sobre Los acreedores
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Si prestas dinero a mi pueblo, a los pobres entre vosotros, no serás usurero con él; no le cobrarás interés.
También yo {y} mis hermanos y mis siervos les hemos prestado dinero y grano. Os ruego, {pues,} que abandonemos esta usura. Os ruego que hoy mismo les devolváis sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas; también la centésima {parte} del dinero y del grano, del mosto y del aceite que estáis exigiendo de ellos. Entonces ellos dijeron: {Lo} devolveremos y no les exigiremos nada; haremos tal como has dicho. Y llamé a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esta promesa.
No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo, ha cumplido la ley.
Si prestas dinero a mi pueblo, a los pobres entre vosotros, no serás usurero con él; no le cobrarás interés. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque es su único abrigo; es el vestido para su cuerpo. ¿En qué {otra cosa} dormirá? Y será que cuando él clame a mí, yo {le} oiré, porque soy clemente.
sino que le abrirás libremente tu mano, y con generosidad le prestarás lo que le haga falta para {cubrir} sus necesidades.
Al que te pida, da{le;} y al que desee pedirte prestado no le vuelvas la espalda.
No cobrarás interés a tu hermano: interés sobre dinero, alimento, {o} cualquier cosa que pueda ser prestado a interés. Podrás cobrar interés a un extranjero, pero a tu hermano no le cobrarás interés a fin de que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que emprendas en la tierra que vas a entrar para poseerla.
Ninguno tomará en prenda el molino de mano ni la muela del molino, porque sería tomar en prenda la vida {del hombre.}
Se llevan los asnos de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda.
Y una mujer de las mujeres de los hijos de los profetas clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo, mi marido, ha muerto, y tú sabes que tu siervo temía al SEÑOR; y ha venido el acreedor a tomar a mis dos hijos para esclavos suyos.
El rico domina a los pobres, y el deudor es esclavo del acreedor.
El que aumenta su riqueza por interés y usura, la recoge para el que se apiada de los pobres.
Decía también {Jesús} a los discípulos: Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y éste fue acusado ante él de derrochar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: `` ¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo." Y el mayordomo se dijo a sí mismo: `` ¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar.Leer más.
``Ya sé lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración me reciban en sus casas." Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: `` ¿Cuánto le debes a mi señor?" Y él dijo: ``Cien barriles de aceite." Y le dijo: ``Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta." Después dijo a otro: ``Y tú, ¿cuánto debes?" Y él respondió: ``Cien medidas de trigo." El le dijo*: ``Toma tu factura y escribe ochenta." El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.