22 Versículos de la Biblia sobre Los demonios, tipos de
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Sacrificaron a los diablos, no a Dios; a los dioses que no conocieron; nuevos dioses , venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.
Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no querría que vosotros fueseis partícipes de los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis ser partícipes de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios.
Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y echó de ellos los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos;
Y la mujer era griega, sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio.
Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, no se enmendaron de las obras de sus manos, para que no adorasen a los demonios, y a las imágenes de oro, y de plata, y de metal, y de piedra, y de madera; las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar.
Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda flaqueza.
Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.
Porque muchos espíritus inmundos, salían de los que los tenían, dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
Cuando el espíritu inmundo ha salido del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Me volveré a mi casa de donde salí; y cuando viene, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre que las primeras. Así también acontecerá a esta generación mala.
Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dio voces, diciendo: ¡Ah! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios. Y Jesús le riñó, diciendo: Enmudece, y sal de él.Leer más.
Y el espíritu inmundo, sacudiéndolo con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.
y clamó con fortaleza a alta voz, diciendo: Caída es, caída es Babilonia la grande, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave sucia y aborrecible.
Y aconteció, que yendo nosotros a la oración, una muchacha que tenía espíritu pitónico, nos salió al encuentro, la cual daba grande ganancia a sus amos adivinando.
Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
Porque son espíritus de demonios, que hacen milagros, para ir a los reyes de la tierra y de todo el mundo, para congregarlos para la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Pero el Espíritu dice manifiestamente, que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus de error y a doctrinas de demonios;
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del siglo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos.
y despojando los principados y las potestades, sacándolos a la vergüenza en público, confiadamente triunfando de ellos en él.
el cual está a la diestra de Dios, siendo subido al cielo; a quien están sujetos los ángeles, y las Potestades, y Virtudes.