21 Versículos de la Biblia sobre los eventos catastróficos
Versículos Más Relevantes
Y vi {salir} de la boca del dragón, de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, a tres espíritus inmundos semejantes a ranas;
Entonces hubo relámpagos, voces y truenos; y hubo un gran terremoto tal como no lo había habido desde que el hombre está sobre la tierra; {fue} tan grande {y} poderoso terremoto.
El quinto {ángel} derramó su copa sobre el trono de la bestia; y su reino se quedó en tinieblas, y se mordían la lengua de dolor.
La gran ciudad quedó dividida en tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron. Y la gran Babilonia fue recordada delante de Dios para darle el cáliz del vino del furor de su ira.
El primer {ángel} fue y derramó su copa en la tierra; y se produjo una llaga repugnante y maligna en los hombres que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
El cuarto {ángel} derramó su copa sobre el sol; y {al sol} le fue dado quemar a los hombres con fuego. Y los hombres fueron quemados con el intenso calor; y blasfemaron el nombre de Dios que tiene poder sobre estas plagas, y no se arrepintieron para darle gloria.
El sexto {ángel} derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y sus aguas se secaron para que fuera preparado el camino para los reyes del oriente.
El segundo {ángel} derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que {había} en el mar. El tercer {ángel} derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
Cuando {el Cordero} abrió el séptimo sello, hubo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que están de pie delante de Dios, y se les dieron siete trompetas. Otro ángel vino y se paró ante el altar con un incensario de oro, y se le dio mucho incienso para que {lo} añadiera a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono.Leer más.
Y de la mano del ángel subió ante Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con el fuego del altar y lo arrojó a la tierra, y hubo truenos, ruidos, relámpagos y un terremoto. Entonces los siete ángeles que tenían las siete trompetas se prepararon para tocarlas. El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y se quemó la tercera parte de la tierra, se quemó la tercera parte de los árboles y se quemó toda la hierba verde. El segundo ángel tocó la trompeta, y {algo} como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre. Y murió la tercera parte de los seres que {estaban} en el mar y que tenían vida; y la tercera parte de los barcos fue destruida. El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo; y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por causa de las aguas, porque se habían vuelto amargas. El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo la noche. Entonces miré, y oí volar a un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!
Y cuando oigáis de guerras y de rumores de guerras, no os alarméis; es necesario que {todo esto} suceda, pero todavía no {es} el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto {sólo} es {el} comienzo de dolores. Pero estad alerta; porque os entregarán a los tribunales y seréis azotados en las sinagogas, y compareceréis delante de gobernadores y reyes por mi causa, para testimonio a ellos.
el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el SEÑOR, el que hace todo esto.
Oh afligida, azotada por la tempestad, sin consuelo, he aquí, yo asentaré tus piedras en antimonio, y tus cimientos en zafiros.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos.
{habrá} grandes terremotos, y plagas y hambres en diversos lugares; y habrá terrores y grandes señales del cielo.
Esperáis mucho, pero he aquí, {hay} poco; y lo que traéis a casa, yo lo aviento. ¿Por qué? --declara el SEÑOR de los ejércitos--. Por causa de mi casa que está desolada, mientras cada uno de vosotros corre a su casa.
Los que te ven te observan, te contemplan, {y dicen:} `` ¿Es éste aquel hombre que hacía temblar la tierra, que sacudía los reinos, que puso al mundo como un desierto, que derribó sus ciudades, que a sus prisioneros no abrió la cárcel?"
Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos: ``Una vez más, dentro de poco, yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra firme.
`Y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo convierta la tierra en desolación y en soledad por todas las abominaciones que han cometido.'"
aunque caiga granizo cuando el bosque caiga, y la ciudad sea derribada por completo. ¿Cuán bienaventurados seréis vosotros los que sembráis junto a todas las aguas, y dejáis sueltos al buey y al asno!
En gran manera ha pecado Jerusalén, por lo cual se ha vuelto cosa inmunda. Todos los que la honraban la desprecian porque han visto su desnudez, y ella gime y se vuelve de espaldas.
De las tinieblas hizo su escondedero, su pabellón a su alrededor; tinieblas de las aguas, densos nubarrones. Por el fulgor de su presencia se desvanecieron sus densas nubes {en} granizo y carbones encendidos. El SEÑOR también tronó en los cielos, y el Altísimo dio su voz: granizo y carbones encendidos.