6 Versículos de la Biblia sobre Los retrocesos, Israel Exanples

Versículos Más Relevantes

Éxodo 17:1-7

Y toda la congregación de los hijos de Israel partió del desierto de Sin, por sus jornadas, al mandamiento del SEÑOR, y asentaron el campamento en Refidim; y no había agua para que el pueblo bebiera. Y riñó el pueblo con Moisés, y dijeron: Danos agua que bebamos. Y Moisés les dijo: ¿Por qué reñís conmigo? ¿Por qué tentáis al SEÑOR? Así que el pueblo tuvo allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, y a nuestros hijos y a nuestros ganados?Leer más.
Entonces clamó Moisés al SEÑOR, diciendo: ¿Qué haré con este pueblo? De aquí a un poco me apedrearán. Y el SEÑOR dijo a Moisés: Pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel; y toma también en tu mano tu vara, con que heriste el río, y ve: He aquí que yo estoy delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y herirás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel. Y llamó el nombre de aquel lugar Masá y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron al SEÑOR, diciendo: ¿Está, pues, el SEÑOR entre nosotros, o no?

Éxodo 32:1-35

Mas viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se juntó entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, aquel varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, y de vuestros hijos, y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón,Leer más.
el cual los tomó de las manos de ellos, y lo formó con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta al SEÑOR. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a divertirse. Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Dijo más el SEÑOR a Moisés: Yo he visto a este pueblo, que por cierto es pueblo de dura cerviz. Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti yo te pondré sobre gran gente. Entonces Moisés lamentó delante del SEÑOR su Dios, y dijo: ¡Oh SEÑOR! ¿Por qué se encenderá tu furor en tu pueblo, que tú sacaste de la tierra de Egipto con gran fortaleza, y con mano fuerte? ¿Por qué han de hablar los egipcios, diciendo: Para mal los sacó, para matarlos en los montes, y para raerlos de sobre la faz de la tierra? Vuélvete del furor de tu ira, y arrepiéntete del mal de tu pueblo. Acuérdate de Abraham, de Isaac, y de Israel tus siervos, a los cuales has jurado por ti mismo, y les has dicho: Yo multiplicaré vuestra simiente como las estrellas del cielo; y daré a vuestra simiente toda esta tierra que he dicho, y la tomarán por heredad para siempre. Entonces el SEÑOR se arrepintió del mal que dijo que había de hacer a su pueblo. Y volvió Moisés, y descendió del monte trayendo en su mano las dos tablas del testimonio, las tablas escritas por ambos lados; de un lado y del otro estaban escritas. Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada sobre las tablas. Y oyendo Josué el clamor del pueblo que gritaba, dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. Y él respondió: No es alarido de respuesta de fuertes, ni alarido de respuesta de flacos; alarido de cantar oigo yo. Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, el furor se le encendió a Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel. Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado? Y respondió Aarón: No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado al mal. Porque me dijeron: Haznos dioses que vayan delante de nosotros, que a este Moisés, el varón que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y yo les respondí: ¿Quién tiene oro? Apartadlo. Y me lo dieron, y lo eché en el fuego, y salió este becerro. Y viendo Moisés que el pueblo estaba desnudo, porque Aarón lo había desnudado para vergüenza entre sus enemigos, se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién es del SEÑOR? Júntese conmigo. Y se juntaron con él todos los hijos de Leví. Y él les dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Poned cada uno su espada sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo, y a su pariente. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como tres mil hombres. Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado al SEÑOR, porque cada uno se ha consagrado en su hijo, y en su hermano, para que dé él hoy bendición sobre vosotros. Y aconteció que al día siguiente dijo Moisés al pueblo: Vosotros habéis cometido un gran pecado; mas yo subiré ahora al SEÑOR; por ventura le haré reconciliación por vuestro pecado. Entonces volvió Moisés al SEÑOR, y dijo: Yo te ruego, pues, este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. Y el SEÑOR respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. Ve pues ahora, lleva a este pueblo donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado. Y el SEÑOR hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Salmos 106:14-33

Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad. Y él les dio lo que pidieron; mas envió flaqueza en sus almas. Tomaron después celo contra Moisés en el campamento, y contra Aarón el santo del SEÑOR.Leer más.
Se abrió la tierra, y tragó a Datán, y cubrió la compañía de Abiram. Y se encendió el fuego en su compañía; la llama quemó los impíos. Hicieron el becerro en Horeb, y adoraron a un vaciadizo. Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba. Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto; maravillas en la tierra de Cam, temerosas cosas sobre el mar Bermejo. Y trató de destruirlos, a no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, a fin de apartar su ira, para que no los destruyera. Y aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra; antes murmuraron en sus tiendas, y no oyeron la voz del SEÑOR. Por lo que alzó su mano a ellos, para postrarlos en el desierto, y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras. Se allegaron asimismo a Baal-peor, y comieron los sacrificios por los muertos. Y ensañaron a Dios con sus obras, y aumentó la mortandad en ellos. Entonces se puso Finees, y juzgó; y se detuvo la mortandad. Y le fue contado a justicia de generación en generación para siempre. También le irritaron en las aguas de Meriba; e hizo mal a Moisés por causa de ellos; porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

Jueces 2:8-23

Y murió Josué hijo de Nun, siervo del SEÑOR, siendo de ciento diez años. Y lo enterraron en el término de su heredad en Timnat-sera, en el monte de Efraín, al norte del monte de Gaas. Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía al SEÑOR, ni la obra que él había hecho a Israel.Leer más.
Y los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y sirvieron a los baales. Y dejaron al SEÑOR el Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, y se fueron tras otros dioses, tras los dioses de los pueblos que estaban en sus alrededores, a los cuales adoraron; y provocaron a ira al SEÑOR. Y dejaron al SEÑOR, y adoraron a Baal y a Astarot. Y el furor del SEÑOR se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de salteadores que les robaron, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor; y no pudieron parar más delante de sus enemigos. Por dondequiera que salían, la mano del SEÑOR era contra ellos para mal, como el SEÑOR había dicho, y como el SEÑOR lo había jurado; así los afligió en gran manera. Mas el SEÑOR despertó jueces que los libraran de mano de los que les saqueaban. Y tampoco oyeron a sus jueces, sino que fornicaron tras dioses ajenos, a los cuales adoraron; y se apartaron muy pronto del camino en que anduvieron sus padres escuchando los mandamientos del SEÑOR; mas ellos no lo hicieron así. Y cuando el SEÑOR les despertaba jueces, el SEÑOR era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque el SEÑOR se arrepentía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían. Mas al morir el juez, ellos se volvían, y se corrompían más que sus padres, siguiendo a dioses ajenos para servirles, e inclinándose delante de ellos; y nada disminuían de sus obras, ni de su obstinado camino. Y la ira del SEÑOR se encendió contra Israel, y dijo: Pues que esta gente traspasa mi pacto que ordené a sus padres, y no escuchan mi voz, tampoco yo echaré más de delante de ellos a ninguno de estos gentiles que dejó Josué cuando murió; para que por ellos probara yo a Israel, si guardarían ellos el camino del SEÑOR andando en él, como sus padres lo guardaron, o no. Por esto dejó el SEÑOR aquellos gentiles, y no los desarraigó luego, ni los entregó en mano de Josué.

Salmos 106:34-43

No destruyeron los pueblos que el SEÑOR les dijo; antes se mezclaron con los gentiles, y aprendieron sus obras. Y sirvieron a sus ídolos; los cuales les fueron por ruina.Leer más.
Y sacrificaron sus hijos y sus hijas a los diablos; y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra fue contaminada con sangre. Se contaminaron así con sus propias obras, y fornicaron con sus hechos. Se encendió por tanto el furor del SEÑOR sobre su pueblo, y abominó su heredad: Y los entregó en poder de los gentiles, y se enseñorearon de ellos los que los aborrecían. Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano. Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron a su consejo, y fueron humillados por su iniquidad.

Nehemías 13:26

¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él hicieron ofender las mujeres extranjeras.

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