7 Versículo de la Biblia sobre los salmos mesiánicos
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¿Por qué se amotinan los gentiles, y los pueblos piensan vanidad? Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo : Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas.Leer más.
El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Entonces hablará a ellos con su furor, y con su ira los conturbará. Y yo envestí mi rey sobre Sion, el monte de mi santidad. Yo recitaré el decreto. El SEÑOR me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por heredad los gentiles, y por posesión tuya los términos de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vaso de alfarero los desmenuzarás. Y ahora, reyes, entended; admitid castigo, jueces de la tierra. Servid al SEÑOR con temor; y alegraos con temblor. Besad al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino, cuando se encendiere de aquí a poco su furor. Bienaventurados todos los que en él confían.
Al Vencedor: sobre Sosanim (lirios ): a los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores. Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre. Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu hermosura.Leer más.
Y con tu hermosura sé prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, y de humildad, y de justicia; y tu diestra te enseñará cosas terribles. Tus saetas agudas con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey. Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino. Amaste la justicia y aborreciste la maldad; por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de gozo más que a tus compañeros. Mirra, áloe, y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te alegraron. Hijas de reyes entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con corona de oro finísimo de Ofir. Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; y olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a él, porque él es tu Señor. Y las hijas de Tiro con presente; aun los ricos del pueblo suplicarán tu favor. Toda ilustre es de dentro la hija del rey; de brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes en pos de ella; sus compañeras serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; entrarán en el palacio del Rey. En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones; por lo cual pueblos te alabarán eternamente y para siempre.
Para Salomón. Oh Dios, da tus juicios al rey, y tu justicia al hijo del rey. El juzgará tu pueblo con justicia, y tus pobres con juicio. Los montes llevarán paz al pueblo, y los collados, por justicia.Leer más.
Juzgará los pobres del pueblo, salvará los hijos del menesteroso, y quebrantará al violento. Te temerán con el sol y antes de la luna, por generación de generaciones. Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada; como el rocío que destila sobre la tierra. Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Y dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra. Delante de él se postrarán los etíopes; y sus enemigos lamerán la tierra. Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Y se arrodillarán a él todos los reyes; le servirán todos los gentiles. Porque él librará al menesteroso que clamare, y al pobre que no tuviere quién le socorra. Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu . De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos. Y vivirá, y se le dará del oro de Sabá; y se orará por él continuamente; cada día le echará bendiciones. Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará estruendo como el Líbano, y desde la ciudad verdecerán como la hierba de la tierra. Será su Nombre para siempre, delante del sol será propagado su Nombre; y bendecirán en él todos los gentiles; lo llamarán bienaventurado. Bendito el SEÑOR Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. Y bendito su Nombre glorioso para siempre; y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén. Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.
Salmo de David. El SEÑOR dijo a mi Señor; siéntate a mi diestra, entretanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies. La vara de tu fortaleza enviará el SEÑOR desde Sion; domina en medio de tus enemigos. Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.Leer más.
Juró el SEÑOR, y no se arrepentirá. Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec. El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor: Juzgará en los gentiles, los llenará de cuerpos muertos ; herirá la cabeza sobre mucha tierra. Del arroyo beberá en el camino; por lo cual levantará su cabeza.
Mictam de David. Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Di al SEÑOR: Señor tú eres mi bien; no tengo otro bien fuera de ti. A los santos que están en la tierra, y a los íntegros; toda mi afición en ellos.Leer más.
Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios ; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres. El SEÑOR es la porción de mi parte y de mi copa; tú sustentarás mi suerte. Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí. Bendeciré al SEÑOR, que me aconseja; aun en las noches me enseña mis riñones. Al SEÑOR he puesto siempre delante de mí; porque estando El a mi diestra, no seré conmovido. Por tanto se alegró mi corazón, y se gozó mi gloria; también mi carne reposará segura. Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; ni darás tu Misericordioso para que vea corrupción. Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la mañana . Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día, y no oyes; y de noche, y no puedo estar en silencio. Tú empero eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.Leer más.
En ti esperaron nuestros padres; esperaron, y tú los salvaste. Clamaron a ti, y fueron librados; esperaron en ti, y no se avergonzaron. Mas yo soy gusano, y no varón; oprobio de los hombres, y desecho del pueblo. Todos los que me ven, escarnecen de mí; estiran los labios, menean la cabeza, diciendo : Remítese al SEÑOR, líbrelo; sálvele él , puesto que en él se complacía. Pero tú eres el que me sacó del vientre, el que me haces esperar en ti desde que estaba a los pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios. No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. Abrieron sobre mí su boca, como león rampante y rugiente. Heme escurrido como aguas, y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera, desliéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; ellos miran, me consideran. Partieron entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes. Mas tú, SEÑOR, no te alejes; fortaleza mía, apresúrate para mi ayuda. Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida. Sálvame de la boca del león, y de los cuernos de los unicornios líbrame. Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré. Los que teméis al SEÑOR, alabadle; toda la simiente de Jacob glorificadle; y temed de él, toda la simiente de Israel. Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu , ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó. De ti será mi alabanza en la grande congregación; mis votos pagaré delante de los que le temen. Comerán los humildes, y serán saciados; alabarán al SEÑOR los que le buscan; vivirá vuestro corazón para siempre. Se acordarán, y se volverán al SEÑOR todos los términos de la tierra; y se humillarán delante de ti todas las familias de los gentiles. Porque del SEÑOR es el reino; y él se enseñoreará de los gentiles. Comerán y adorarán todos los gruesos de la tierra; delante de él se arrodillarán todos los que descienden al polvo, y ninguno puede vivificar su propio alma. La simiente le servirá; será contada al SEÑOR por generación. Vendrán, y anunciarán al pueblo que naciere, su justicia que él hizo.
Al Vencedor: Salmo de David. Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; y puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.Leer más.
Bienaventurado el varón que puso al SEÑOR por su confianza, y no miró a los soberbios, ni a los que declinan a la mentira. Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados. Sacrificio y presente no te agrada; me has labrado oídos; holocausto y expiación no has demandado. Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está escrito de mí: El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado; y tu ley está en medio de mis entrañas. He anunciado justicia en grande congregación; he aquí, no detuve mis labios, SEÑOR, tú lo sabes. No encubrí tu justicia en medio de mi corazón; tu verdad y tu salud he declarado; no negué tu misericordia y tu verdad en grande ayuntamiento. Tú, SEÑOR, no detengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. Porque me han cercado males hasta no haber cuanto; me han asido mis maldades, y no puedo ver; se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla. Quieras, oh SEÑOR, librarme; SEÑOR, apresúrate a socorrerme. Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean. Sean asolados en pago de su afrenta los que me dicen: ¡Ea, ea! Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: el SEÑOR sea ensalzado. Cuando yo estoy pobre y menesteroso, el SEÑOR pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.