26 Versículo de la Biblia sobre Mala Influencia
Versículos Más Relevantes
No os engañéis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y hay un amigo más cercano que un hermano.
El justo es guía a su prójimo; mas el camino de los impíos les hace errar.
Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En todo tiempo ama el amigo; y el hermano nace para los tiempos de adversidad.
Hierro con hierro se aguza; así el hombre aguza el rostro de su amigo.
Adúlteros y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.
Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; mi piel hendida y abominable.
Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero. Pero ¡ay del solo cuando cayere! Pues no habrá segundo que lo levante.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo; mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad; pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
Porque el perverso es abominación a Jehová; mas su comunión íntima es con los rectos.
El ungüento y el perfume alegran el corazón; y el amigo al hombre con el cordial consejo.
Y así que él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a su propia alma. Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre. E hicieron alianza Jonatán y David, porque él le amaba como a su propia alma.
Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Fieles son las heridas del que ama; pero engañosos son los besos del que aborrece.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios.
Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea porque los judíos procuraban matarle. Y estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos. Entonces sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.Leer más.
Pues nadie hace algo en secreto cuando procura darse a conocer. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en Él. Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha venido; mas vuestro tiempo siempre está presto. No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas. Subid vosotros a esta fiesta; yo no subo todavía a esta fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido. Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Pero cuando sus hermanos habían subido, entonces Él también subió a la fiesta, no abiertamente, sino como en secreto. Y le buscaban los judíos en la fiesta, y decían: ¿Dónde está Aquél? Y había gran murmuración acerca de Él entre el pueblo; porque unos decían: Es bueno; y otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Pero ninguno hablaba abiertamente de Él, por miedo a los judíos.
Vino después Jehú a Jezreel; y como Jezabel lo oyó, adornó sus ojos con alcohol, y atavió su cabeza, y se asomó a una ventana.
Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua.
¿Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige? Hijo mío, no menosprecies la corrección del Señor, ni desmayes cuando eres de Él reprendido. Porque el Señor al que ama castiga, y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis el castigo, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga?Leer más.
Pero si estáis sin castigo, del cual todos son hechos partícipes, entonces sois bastardos, y no hijos. Por otra parte, tuvimos a los padres de nuestra carne que nos disciplinaban, y los reverenciábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos? Y aquéllos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía, mas Éste para lo que nos es provechoso, a fin de que participemos de su santidad. A la verdad ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que por él son ejercitados.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar; y todos en Moisés fueron bautizados en la nube y en el mar; y todos comieron el mismo alimento espiritual;Leer más.
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la Roca era Cristo. Pero Dios no se agradó de muchos de ellos; por lo cual quedaron postrados en el desierto. Pero estas cosas fueron ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos cosas malas, como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantaron a jugar. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y fueron destruidos por el destructor. Y todas estas cosas les acontecieron como ejemplo; y están escritas para amonestarnos a nosotros, sobre quienes los fines de los siglos han venido. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.
Y el tal profeta o soñador de sueños, ha de ser muerto; por cuanto habló para alejaros de Jehová vuestro Dios (que te sacó de tierra de Egipto, y te rescató de casa de siervos), y de echarte del camino por el que Jehová tu Dios te mandó que anduvieses. Así quitarás el mal de en medio de ti.
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