48 Versículo de la Biblia sobre Pedro

Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste qué?

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en el cielo para vosotros,

Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta, es ciego, y se ha olvidado que fue purificado de sus antiguos pecados.

Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo quemados, se fundirán.

Por lo cual, hermanos, procurad tanto más hacer firme vuestro llamamiento y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

y a la piedad, amor fraternal, y al amor fraternal, caridad.

Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.

y al conocimiento, templanza, y a la templanza, paciencia, y a la paciencia, piedad;

Y Pedro le dijo: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios, y de Jesús nuestro Señor.

Siervos, sujetaos con todo temor a vuestros amos; no solamente a los buenos y amables, sino también a los que son severos.

Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con Él en el monte santo.

Vosotros también, como piedras vivas, sois edificados como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo.

Porque ésta es la voluntad de Dios; que haciendo el bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos.

Vosotros también, poniendo toda diligencia en esto mismo, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;

Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo mandamiento que les fue dado.

Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis afirmados en la verdad presente.

Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Pero si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es agradable delante de Dios.

Pedro le dice: Aunque me sea necesario morir contigo, no te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.

Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación;

para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento de nosotros los apóstoles del Señor y Salvador;

Si alguno habla, hable conforme a la palabra de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da; para que en todo Dios sea glorificado por Jesucristo, al cual sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén.

Simón Pedro les dijo: A pescar voy: Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron, y luego entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada.

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;

Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?

sino que, así como Aquél que os llamó es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra manera de vivir;

Y Pedro, tomándole aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.

como también en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para su propia perdición.

Acerca de esta salvación inquirieron y diligentemente indagaron los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir a vosotros,

Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sión la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa; Y el que creyere en Él, no será avergonzado.

Y si invocáis al Padre, que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor todo el tiempo de vuestra peregrinación;

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados esparcidos por todo Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,

porque la profecía no vino en tiempo pasado por la voluntad del hombre; sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo guiados por el Espíritu Santo.

En lo cual vosotros mucho os alegráis, aunque al presente por un poco de tiempo, si es necesario, estéis afligidos por diversas pruebas,

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de Aquél que nos ha llamado a gloria y virtud;

En lo cual les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan;

¿Y quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien?