8 Versículo de la Biblia sobre Querubines, Funciones de
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Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados para guardar el camino del árbol de la vida.
Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto a los querubines, una rueda junto a un querubín, y otra rueda junto a otro querubín; y el aspecto de las ruedas era como la piedra de berilo. En cuanto al parecer de ellas, las cuatro eran de una forma, como si una rueda estuviera en medio de otra rueda. Cuando andaban, sobre sus cuatro lados andaban; no se volvían cuando andaban, sino que al lugar adonde se volvía la primera, en pos de ella iban; no se volvían cuando andaban.Leer más.
Y todo su cuerpo, y sus espaldas, y sus manos, y sus alas, y las ruedas, estaban llenos de ojos alrededor en sus cuatro ruedas. A las ruedas, oyéndolo yo, se les gritaba: ¡Rueda! Y cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía rostro de querubín; la segunda, rostro de hombre; la tercera, rostro de león; la cuarta, rostro de águila. Y se levantaron los querubines; éste es el ser viviente que vi en el río de Quebar. Y cuando andaban los querubines, andaban las ruedas junto con ellos; y cuando los querubines alzaban sus alas para levantarse de la tierra, las ruedas también no se volvían de junto a ellos.
Subió sobre el querubín, y voló; se apareció sobre las alas del viento.
Y cabalgó sobre un querubín, y voló: Voló sobre las alas del viento.
Y la gloria del Dios de Israel se alzó de sobre el querubín sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y Jehová llamó al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano;
Y los querubines estaban a la mano derecha de la casa cuando este varón entró; y la nube llenaba el atrio de adentro. Y la gloria de Jehová se levantó del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.
Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas en pos de ellos; y la gloria del Dios de Israel estaba encima sobre ellos. Y la gloria de Jehová se fue de en medio de la ciudad, y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad.
Y uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por siempre jamás.