29 Versículos de la Biblia sobre Samaritanos

Versículos Más Relevantes

1 Reyes 21:1

Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot de Jezreel tenía en Jezreel una viña junto al palacio de Acab rey de Samaria.

1 Reyes 18:1-6

Y sucedió que después de muchos días, vino palabra de Jehová a Elías en el tercer año, diciendo: Ve, muéstrate a Acab, y yo daré lluvia sobre la faz de la tierra. Fue, pues, Elías a mostrarse a Acab. Y había gran hambre en Samaria. Y Acab llamó a Abdías que era el mayordomo de su casa. Y Abdías era en gran manera temeroso de Jehová.Leer más.
Porque cuando Jezabel destruía a los profetas de Jehová, Abdías tomó cien profetas, los cuales escondió de cincuenta en cincuenta en una cueva, y los sustentó con pan y agua. Y Acab dijo a Abdías: Ve por el país a todas las fuentes de aguas, y a todos los arroyos; para ver si acaso hallaremos hierba con que conservemos la vida a los caballos y a las mulas, para que no nos quedemos sin bestias. Y dividieron entre sí el país para recorrerlo: Acab fue de por sí por un camino, y Abdías fue separadamente por otro.

2 Reyes 17:24

Y el rey de Asiria trajo gente de Babilonia, y de Cuta, y de Iva, y de Hamat, y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.

2 Reyes 23:19

Y todas las casas de los lugares altos que estaban en las ciudades de Samaria, las cuales habían hecho los reyes de Israel para provocar a ira al Señor, las quitó también Josías, e hizo de ellas como había hecho en Betel.

Jeremías 31:5

Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los plantadores, y harán común uso de ellas.

2 Reyes 17:3-5

Contra éste subió Salmanasar rey de Asiria; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo. Mas el rey de Asiria halló que Oseas conspiraba; porque había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año; por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel. Y el rey de Asiria invadió todo el país, y subió contra Samaria y la sitió durante tres años.

2 Reyes 17:6-18

En el año nueve de Oseas tomó el rey de Asiria a Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los medos. Esto aconteció porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos, y anduvieron en los estatutos de las gentes que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los que establecieron los reyes de Israel.Leer más.
Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas, y se erigieron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso, y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones que Jehová había desterrado de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová. Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto; Y Jehová amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os envié por medio de mis siervos los profetas. Pero ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios. Y desecharon sus estatutos, y su pacto que Él había hecho con sus padres, y sus testimonios que Él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las gentes que estaban alrededor de ellos, de las cuales les había Jehová mandado que no hiciesen a la manera de ellas. Y dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron dos becerros de fundición, también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército del cielo, y sirvieron a Baal: E hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira. Jehová, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; que no quedó sino sólo la tribu de Judá.

2 Reyes 18:11-12

Y el rey de Asiria llevó cautivo a Israel a Asiria, y los puso en Halah y en Habor, junto al río de Gozán, y en las ciudades de los medos: Por cuanto no habían atendido la voz de Jehová su Dios, antes habían quebrantado su pacto; y todas las cosas que Moisés siervo de Jehová había mandado, ni las habían escuchado, ni puesto por obra.

Esdras 4:2

vinieron a Zorobabel, y a los jefes de los padres, y les dijeron: Permitidnos edificar con vosotros, porque nosotros buscamos a vuestro Dios al igual que vosotros, y a Él hacemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo subir aquí.

2 Reyes 17:25-41

Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que mataron a muchos de ellos. Entonces dijeron ellos al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del Dios de aquella tierra, y Él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí los matan, porque no conocen la costumbre del Dios de la tierra. Entonces el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vayan y habiten allí, y les enseñen la costumbre del Dios del país.Leer más.
Y vino uno de los sacerdotes que habían trasportado de Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová. Mas cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba. Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, y los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima; Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego como ofrenda a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim. Y temían a Jehová; e hicieron del pueblo bajo sacerdotes de los lugares altos, quienes sacrificaban para ellos en los templos de los lugares altos. Temían a Jehová, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las gentes de donde habían sido trasladados. Hasta hoy hacen como entonces; que ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel; Con los cuales había Jehová hecho pacto, y les mandó, diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les ofreceréis sacrificios. Mas a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, a Éste temeréis, y a Éste adoraréis, y a Éste haréis sacrificio. Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que os dio por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos. Y no olvidaréis el pacto que hice con vosotros; ni temeréis a dioses ajenos: Mas temed a Jehová vuestro Dios, y Él os librará de mano de todos vuestros enemigos. Pero ellos no escucharon; antes hicieron según su costumbre antigua. Así temieron a Jehová aquellas gentes, y juntamente sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.

2 Crónicas 30:10-11

Pasaron, pues, los correos de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón: mas se reían y burlaban de ellos. Con todo eso, algunos hombres de Aser, de Manasés, y de Zabulón, se humillaron, y vinieron a Jerusalén.

2 Crónicas 30:1

Envió también Ezequías por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraín y a Manasés, que viniesen a Jerusalén a la casa de Jehová, para celebrar la pascua a Jehová Dios de Israel.

2 Crónicas 34:9

Los cuales vinieron a Hilcías, sumo sacerdote, y dieron el dinero que había sido metido en la casa de Jehová, que los levitas que guardaban la puerta habían recogido de mano de Manasés y de Efraín y de todo el remanente de Israel, y de todo Judá y Benjamín, habiéndose después vuelto a Jerusalén.

Jeremías 41:4-5

Sucedió además, un día después que mató a Gedalías, cuando nadie lo sabía aún, que venían unos hombres de Siquem y de Silo y de Samaria, ochenta hombres, raída la barba, y rotas las ropas, y arañados y traían en sus manos ofrenda y perfume para llevar a la casa de Jehová.

Esdras 4:1-5

Y cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los hijos de los de la cautividad edificaban el templo de Jehová Dios de Israel, vinieron a Zorobabel, y a los jefes de los padres, y les dijeron: Permitidnos edificar con vosotros, porque nosotros buscamos a vuestro Dios al igual que vosotros, y a Él hacemos sacrificios desde los días de Esar-hadón rey de Asiria, que nos hizo subir aquí. Pero Zorobabel, y Jesúa y los demás cabezas de los padres de Israel les dijeron: Vosotros nada tenéis que hacer edificando con nosotros casa a nuestro Dios, sino que nosotros unidos la edificaremos a Jehová Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia.Leer más.
Entonces el pueblo de la tierra debilitaba las manos del pueblo de Judá, atemorizándolo para que no edificara. Y contrataron consejeros contra ellos para frustrar su propósito, todo el tiempo de Ciro rey de Persia, y hasta el reinado de Darío rey de Persia.

Esdras 4:6

Y en el reinado de Asuero, en el principio de su reinado, escribieron acusaciones contra los moradores de Judá y de Jerusalén.

Juan 4:20

Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar.

Juan 4:9

Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.

Lucas 9:51-56

Y aconteció, que cumpliéndose el tiempo en que había de ser recibido arriba, Él afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de sí, los cuales fueron y entraron en una aldea de samaritanos, para preparar para Él. Pero no le recibieron, porque su apariencia era como de ir a Jerusalén.Leer más.
Y viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, y los consuma, así como hizo Elías? Entonces volviéndose Él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.

Mateo 10:5-6

A estos doce envió Jesús, y les mandó, diciendo: No vayáis por camino de los gentiles, y no entréis en ciudad de samaritanos, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.

Juan 4:4-30

Y le era necesario pasar por Samaria. Vino, pues, a una ciudad de Samaria que se llamaba Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José; y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo; y era como la hora sexta.Leer más.
Y vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber (Pues los discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer). Entonces la mujer samaritana le dijo: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos. Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y su ganado? Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed, pero el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que yo no tenga sed, ni venga acá a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. La mujer le dijo: Señor, me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: Mujer, créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; pues también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren. La mujer le dijo: Sé que el Mesías ha de venir, el que es llamado, el Cristo; cuando Él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy, el que habla contigo. Y en esto llegaron sus discípulos, y se maravillaron de que hablaba con la mujer; pero ninguno dijo: ¿Qué preguntas? O: ¿Por qué hablas con ella? Entonces la mujer dejó su cántaro, y fue a la ciudad, y dijo a los hombres: Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho: ¿No será Éste el Cristo? Entonces salieron de la ciudad, y vinieron a Él.

Lucas 17:11-19

Y aconteció que yendo Él a Jerusalén, pasó por medio de Samaria y de Galilea. Y entrando en una aldea, le vinieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos, y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros.Leer más.
Y cuando Él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que yendo ellos, fueron limpiados. Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz; y se postró sobre su rostro a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano. Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? ¿Y los nueve dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha sanado.

Lucas 10:30-37

Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado. Y asimismo un levita, cuando llegó cerca de aquel lugar y lo vio, pasó por el otro lado.Leer más.
Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Y otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuida de él; y todo lo que de más gastares, yo cuando vuelva te lo pagaré. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Y él dijo: El que mostró con él misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.

Hechos 8:1

Y Saulo consentía en su muerte. Y en aquel tiempo fue hecha una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.

Hechos 8:4-13

Pero los que fueron esparcidos, iban por todas partes predicando la palabra. Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo. Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía.Leer más.
Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados. Y había gran gozo en aquella ciudad. Pero había un hombre llamado Simón, el cual había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había hechizado mucho tiempo. Pero cuando creyeron a Felipe, que les predicaba acerca del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres. Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe, y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.

Hechos 8:14-17

Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan; quienes, habiendo descendido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.Leer más.
Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.

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