38 Bible Verses about Satanás, como tentador
Versículos Más Relevantes
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.Leer más.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal.
Y fue lanzado fuera aquel gran dragón, la serpiente antigua, llamada Diablo y Satanás, el cual engaña a todo el mundo; fue arrojado en tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.
Y respondiendo Satanás dijo a Jehová: Piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida. Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.
Airaos, pero no pequéis: No se ponga el sol sobre vuestro enojo; ni deis lugar al diablo.
Por lo cual, también yo, no pudiendo esperar más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.
y se zafen del lazo del diablo, en que están cautivos por él, a su voluntad.
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y te quedases con parte del precio de la heredad? Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. Entonces Ananías, oyendo estas palabras, cayó y expiró. Y vino gran temor sobre todos los que lo oyeron.Leer más.
Y levantándose los jóvenes, lo envolvieron, y sacándolo, lo sepultaron. Y pasado un lapso como de tres horas, entró también su esposa, no sabiendo lo que había acontecido. Entonces Pedro le dijo: Dime, ¿vendisteis en tanto la heredad? Y ella dijo: Sí, en tanto. Y Pedro le dijo: ¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? He aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido, y te sacarán a ti.
Pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto.
Y ardieron de deseo en el desierto; y tentaron a Dios en la soledad.
Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?
Ni tentemos a Cristo, como también algunos de ellos le tentaron, y perecieron por las serpientes.
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí: No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y te quedases con parte del precio de la heredad?
No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
Quiero, pues, que las mujeres jóvenes se casen, engendren hijos, gobiernen su casa; que ninguna ocasión den al adversario para decir mal. Porque ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás.
Y al que vosotros perdonareis algo, yo también; porque si algo he perdonado, a quien lo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo; para que no nos gane Satanás; pues no ignoramos sus maquinaciones.
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni seáis mentirosos contra la verdad. Esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay confusión y toda obra perversa.
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.Leer más.
Pero Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Entonces el diablo lo llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez el diablo lo llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás. Entonces el diablo le dejó, y he aquí, ángeles vinieron y le servían.
Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.
Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días; pasados los cuales, luego tuvo hambre. Entonces el diablo le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.Leer más.
Y Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios. Y le llevó el diablo a un monte alto, y le mostró en un momento de tiempo todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me es entregada, y a quien quiero la doy. Si tú, pues, me adorares, todos serán tuyos. Y respondiendo Jesús, le dijo: Quítate de delante de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás. Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre las almenas del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y: En sus manos te sostendrán, para que no tropieces tu pie en piedra. Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de Él por un tiempo.
Entonces Él, volviéndose, dijo a Pedro: Quítate de delante de mí Satanás; me eres tropiezo; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: Quítate de delante de mí, Satanás; porque no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a Él; mas aún no vemos que todas las cosas le sean sujetas.
No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros a la cárcel, para que seáis probados; y tendréis tribulación de diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre todo el mundo, para probar a los que moran sobre la tierra.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Y cuando llegó a aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por siempre. Amén.
Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.
mas yo he rogado por ti, para que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
No os ha tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir.
Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio;
Porque en cuanto Él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Artículos Relacionados
- Dios prueba
- Dios, como Salvador.
- El pecado, causas de
- El pecado, la evitación de
- Enemigos, de creyentes
- Jesucristo, la tentación de
- La guerra espiritual, como conflicto
- La guerra espiritual, los enemigos en
- La tentación, fuentes de
- La tentación, resistir