22 Versículos de la Biblia sobre Ventajas de la Sabiduría
Versículos Más Relevantes
La sabiduría fortalece al sabio más que diez poderosos que haya en la ciudad.
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
Buena es la sabiduría con herencia; y más a los que ven el sol.
Porque escudo es la sabiduría, y escudo es el dinero; mas la excelencia del conocimiento, es que la sabiduría da vida a los que la poseen.
Mejor es adquirir sabiduría que oro preciado; y adquirir inteligencia vale más que la plata.
Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría; si la hallares tendrá recompensa, y al fin tu esperanza no será cortada.
Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la luz a las tinieblas.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; mas la instrucción de los necios es necedad.
Mejor es el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y fatuo que no admite consejo.
Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía.
El que posee entendimiento, ama su alma; el que guarda la inteligencia, hallará el bien.
No se hará mención de coral ni de perlas: La sabiduría es mejor que las piedras preciosas.
El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por joyas de oro fino.
No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro.
No se igualará con ella topacio de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.
Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la sabiduría del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.