46 Versículos de la Biblia sobre cuidar el planeta
Versículos Más Relevantes
Visitas la tierra, y desde que la has hecho desear mucho, la enriqueces con el Río de Dios lleno de aguas; preparas el grano de ellos, porque así la ordenaste.
Y los bendijo Dios; y les dijo Dios: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardara.
Se han de inclinar hacia ti los que te vieren y te considerarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos.
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?
Y reyes serán tus ayos; y sus princesas, tus amas de leche; el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy el SEÑOR, que no se avergonzarán los que me esperan.
Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla el SEÑOR: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí.
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en toda serpiente que se anda arrastrando sobre la tierra.
Guárdate de no desamparar al levita en todos tus días sobre tu tierra.
Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
Mirad que no hagáis vuestra limosna \'
Yo, el SEÑOR, la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que el enemigo no la visite.
porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto el SEÑOR bendijo el día del sábado y lo santificó.
Y estará, y apacentará con fortaleza del SEÑOR, con grandeza del Nombre del SEÑOR su Dios; y asentarán; porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra.
Y un vapor subía de la tierra, que regaba toda la faz de la tierra.
¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos? ¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?
haciendo llover sobre la tierra deshabitada, sobre el desierto, donde no hay hombre,
Tet Bueno es el SEÑOR para con todos; y sus misericordias resplandecen sobre todas sus obras.
Ensálzate sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra se ensalze tu gloria.
Porque así dijo el Señor DIOS: He aquí yo, yo requeriré mis ovejas, y las reconoceré.
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Y Dios me envió delante de vosotros, para que vosotros quedaseis en la tierra, y para daros vida por grande libertad.
Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se despavorirán del SEÑOR nuestro Dios, y temerán de ti.
Y bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad, y multiplicaos, y llenad la tierra;
Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Y dijo Dios: He aquí os he dado toda hierba que hace simiente, que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que haga simiente, os serán para comer.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones; pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen males.
Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las paridas.
Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan mil doscientos sesenta días.
Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay alma viviente, toda hierba verde les será para comer; y fue así.
Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Y fueron dadas a la mujer dos alas del gran águila, para que de la presencia de la serpiente volara al desierto a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde perecerá de la Ley, hasta que todas las cosas sean cumplidas.
tierra de la cual el SEÑOR tu Dios procura; siempre están sobre ella los ojos del SEÑOR tu Dios, desde el principio del año hasta el fin de él.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No penséis que he venido para meter paz en la tierra; no he venido para meter paz, sino espada.
Yo buscaré la perdida, y tornaré la amontada, y ligaré la perniquebrada, y fortaleceré la enferma; mas a la gruesa y a la fuerte destruiré. Yo las apacentaré en juicio.
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