41 Versículo de la Biblia sobre el comportamiento

Asimismo vosotras, mujeres, sed sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la Palabra, sean ganados sin palabra por la conversación de sus mujeres,

considerando vuestra casta conversación, que es en temor.

y si no fuere tan presto, para que sepas cómo convenga conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de La verdad.

¿Quién es sabio y avisado entre vosotros? Muestre por la buena conversación sus obras en mansedumbre de sabiduría.

y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos.

Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos;

Ninguno tenga en poco tu juventud; mas sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza.

Y no os conforméis a este siglo; mas trasformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en el Ungido.

mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también sed vosotros santos en toda conversación;

Porque los magistrados no son para temor al que bien hace, sino al malo. ¿Quieres pues no temer la potestad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella;

A vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos de ánimo en malas obras, ahora empero os ha reconciliado

mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, seriedad, pureza,

Porque ¿de dónde sabes, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O de dónde sabes, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?

Y como queréis que os hagan los hombres, así hacedles también vosotros.

Solamente que converséis como es digno del Evangelio del Cristo; para que, o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, unánimes obrando juntamente por la fe del Evangelio,

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño.

Andad en sabiduría para con los extraños, ganando la ocasión.

No erréis; los malos compañeros corrompen el buen carácter.

Si vivimos por el Espíritu, andemos también en el Espíritu.

Mas evita profanas y vanas palabrerías; porque muy adelante irán en la impiedad.

En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su Hermano, no es de Dios.

Pero tú, habla lo que conviene a la sana doctrina:

el que fuere irreprensible, marido de una mujer, que tenga hijos fieles que no pueden ser acusados de disolución, ni contumaces.

Y esto parece cosa extraña a los que os vituperan, que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución;

Como en agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al hombre.

El SEÑOR me pagará conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me volverá.

para recibir el castigo de prudencia, justicia, juicio y equidad;

Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu libertad, y te entregué a la voluntad de las hijas de los filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino tan deshonesto.

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; la fe de los cuales imitad considerando cuál haya sido la salida de su conversación.

Los diáconos asimismo, honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;

Aun el niño es conocido por sus obras, si su obra fuere limpia y recta.

y que andéis honestamente para con los extraños, y que nada de ninguno deseéis.

Amado, no sigas lo que es malo, sino lo que es bueno. El que hace bien es de Dios; mas el que hace mal, no ha visto a Dios.

Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los locos; porque no saben hacer lo que Dios quiere.

No haréis como hacen en la tierra de Egipto, en la cual morasteis; ni haréis como hacen en la tierra de Canaán, en la cual yo os introduzco; ni andaréis en sus estatutos.

De David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue. Alef Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; su alabanza será siempre en mi boca.

Pesa la vereda de tus pies, y todos tus caminos sean ordenados.

Entenderé en el camino de la perfección cuando vinieres a mí; en perfección de mi corazón andaré en medio de mi casa.

que habiendo entendido la justicia de Dios, no entendieron que los que hacen tales cosas son dignos de muerte; no sólo los que las hacen, más aún los que consienten a los que las hacen.