31 Versículos de la Biblia sobre el coraje

Mira que te mando que te esfuerces, y seas valiente; no temas ni desmayes, porque yo el SEÑOR tu Dios estoy contigo en donde quiera que vayas.

Aguarda al SEÑOR; esfuérzate, y aliéntese tu corazón; sí, espera al SEÑOR.

Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; que el SEÑOR tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará.

Esforzaos y esfuércese vuestro corazón todos los que esperáis en el SEÑOR.

Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

Esfuérzate y sé valiente; porque tú harás heredar a este pueblo la tierra por herencia, de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

Esforzaos pues vosotros, y no descoyunten vuestras manos; que salario hay para vuestra obra.

Solamente esfuérzate, y sé muy valiente, para que guardes y hagas conforme a toda mi ley, que Moisés, mi siervo, te mandó; que no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendieres.

Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Confiad, YO SOY; no tengáis miedo.

y me dijo: Varón de deseos, no temas; paz a ti; ten buen ánimo, y aliéntate. Y hablando él conmigo cobré yo vigor, y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido.

Dijo más David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, será contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR.

Levántate, porque a ti toca el negocio, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y ponlo por obra.

Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga el SEÑOR lo que bien le pareciere.

Decid a los medrosos de corazón: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará.

mas confiamos, y queremos más peregrinar del cuerpo, y ser presentes al Señor.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis apretura; mas confiad, yo he vencido al mundo.

Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús.

De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me hará el hombre.

Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.

Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dijo el SEÑOR; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; y esfuérzate todo el pueblo de esta tierra, dijo el SEÑOR, y obrad; porque Yo estoy con vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más espíritu en alguno por causa de vosotros; porque el SEÑOR vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.

Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.

Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como me ha dicho;

Cada cual ayudó a su cercano, y a su hermano dijo: Esfuérzate.

Cualquiera que fuere rebelde a tu mandamiento, y que no oyere tus palabras en todas las cosas que le mandares, que muera; solamente que te esfuerces, y seas valiente.

El día que llamé, me respondiste; me fortaleciste con fortaleza en mi alma.

Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en casa en el cuerpo, peregrinamos del Señor;