43 Versículos de la Biblia sobre el poder de las palabras
Versículos Más Relevantes
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina a los huesos.
y mi palabra y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder;
lo cual también hablamos, no con palabras que enseña la humana sabiduría, sino con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada; mas la lengua de los sabios es medicina.
Si alguno habla, hable conforme a la palabra de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da; para que en todo Dios sea glorificado por Jesucristo, al cual sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
Pues la palabra del rey es con potestad, ¿y quién le dirá: ¿Qué haces?
para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
porque yo os daré palabra y sabiduría, la cual ninguno de vuestros adversarios podrá resistir ni contradecir.
Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
Ciertamente las muchas palabras multiplican la vanidad. ¿Qué más tiene el hombre?
Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en palabras y en hechos.
Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
porque nuestro evangelio llegó a vosotros no sólo en palabra, sino también en poder, y en el Espíritu Santo, y en plena certidumbre; como bien sabéis qué clase de hombres fuimos entre vosotros por amor a vosotros.
Y extendió Jehová su mano, y tocó mi boca; y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca.
en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a derecha e izquierda;
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, no conociendo las Escrituras, ni el poder de Dios.
Porque no somos como muchos que adulteran la palabra de Dios; antes con sinceridad, como de parte de Dios, delante de Dios hablamos en Cristo.
Mas cuando os entregaren, no os preocupéis de cómo o qué habéis de hablar; porque en aquella misma hora, os será dado lo que habéis de hablar.
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
El Señor Jehová me dio lengua de sabios, para saber hablar en sazón palabra al cansado; me despierta mañana tras mañana, despierta mi oído para que oiga como los sabios.
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien; mas el alma de los prevaricadores comerá el mal.
Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así es la lengua entre nuestros miembros; contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno.
Y Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes las palabras de vida eterna.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por eso no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
y digas en tu corazón: Mi poder y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza.
En el principio creó Dios el cielo y la tierra.
Y éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: Mi Espíritu que está sobre ti, y mis palabras que he puesto en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, dice Jehová, ni de la boca de los hijos de tus hijos, desde ahora y para siempre.
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque no conocéis las Escrituras, ni el poder de Dios?
enlazado eres con las palabras de tu boca, y preso con las razones de tu boca.
Se alegra el hombre con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!
Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Toda palabra de Dios es pura; es escudo a los que en Él esperan.
Aguas profundas son las palabras de la boca del hombre; y arroyo que rebosa, la fuente de la sabiduría.
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