68 Versículos de la Biblia sobre el poder

Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y la potencia de Dios.

Toda alma se someta a las potestades superiores; porque no hay potestad sino de Dios; y las que son, de Dios son ordenadas.

Grande es el Señor nuestro, y de mucha potencia; y su entendimiento es infinito.

teniendo apariencia de piedad, pero negando la eficacia de ella; y a éstos evita.

Tú eres el Dios que hace maravillas; tú hiciste notoria en los pueblos tu fortaleza.

Porque el Reino de Dios no consiste en palabras, sino en virtud.

El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza.

Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza.

y Dios que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con su poder.

Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.

No detengas el bien de sus dueños, cuando tuvieres poder para hacerlo.

Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley.

porque la palabra del rey es su potestad, ¿y quién le dirá, qué haces?

Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas . Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.

Tuyo es el brazo con valentía; fuerte es tu mano, ensalzada tu diestra.

diciendo: Amén. La bendición y la gloria, la sabiduría, y la acción de gracias, la honra, la potencia y la fortaleza, sean a nuestro Dios para siempre jamás. Amén.

Porque no me avergüenzo del Evangelio del Cristo, porque es potencia de Dios para dar salud a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros.

por conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad a su muerte,

para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, sino en potencia de Dios.

se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia;

en palabra de verdad, en potencia de Dios, por las armas de justicia a diestra y a siniestra;

y digas en tu corazón: Mi potencia y la fortaleza de mi mano me han traído esta riqueza.

al Dios único sabio, nuestro Salvador, sea gloria y magnificencia, imperio y potencia, ahora y en todos los siglos. Amén.

y en él estáis cumplidos, el cual es la cabeza de todo principado y potestad.

No hay semejante a ti, oh SEÑOR; grande eres tú, y grande tu Nombre en fortaleza.

La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.

Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni la potencia de Dios?

Y el Dios de esperanza os llena de todo gozo y paz creyendo; para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.

Las riquezas y la gloria están delante de ti, y tú señoreas a todos; y en tu mano está la potencia y la fortaleza, y en tu mano la grandeza y fuerza de todas las cosas.

Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de vuestro padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no digas a Jacob ni bueno ni malo.

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque (mi) potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré de mis flaquezas, para que habite en mí la potencia de Cristo.

Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros,

Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.

Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor; principal en dignidad, principal en fortaleza.

Y su resplandor fue como la luz; cuernos le salían de su mano; y allí estaba escondida su fortaleza.

Terrible eres , oh Dios, desde tus santuarios; el Dios de Israel, él da fortaleza y fuerzas a su pueblo. Bendito el Dios.

Porque la Palabra del madero a la verdad es locura a los que se pierden; mas a los que se salvan, es a decir, a nosotros, es potencia de Dios.

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Con Dios está la sabiduría y la fortaleza; suyo es el consejo y la inteligencia.

Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,

sobre todo principado y potestad, y potencia, y señorío, y todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino aun en el venidero:

En el Nombre del Señor nuestro Jesús, el Cristo, juntaos vosotros y mi espíritu, con la facultad del Señor nuestro Jesús el Cristo,

en lo cual aun trabajo, combatiendo por la operación de él, la cual él obra en mí poderosamente.

¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?

Tú , el que afirma los montes con su potencia, ceñido de valentía.

¿Qué hombre vivirá y no verá muerte? ¿Librarás su alma del poder del sepulcro? (Selah.)

¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder.