41 Versículos de la Biblia sobre el reconocimiento

Al ver la confianza de Pedro y de Juan, y dándose cuenta de que eran hombres sin letras y sin preparación, se maravillaban, y reconocían que ellos habían estado con Jesús.

Porque es necesario que entre vosotros haya bandos, a fin de que se manifiesten entre vosotros los que son aprobados.

Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos.

Honra a las viudas que en verdad son viudas;

Porque ellos han recreado mi espíritu y el vuestro. Por tanto, reconoced a tales personas.

Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que con diligencia trabajan entre vosotros, y os dirigen en el Señor y os instruyen,

En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;

Pero lo que hago continuaré haciéndolo, a fin de privar de oportunidad a aquellos que desean una oportunidad de ser considerados iguales a nosotros en aquello en que se glorían.

Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo {del Señor,} come y bebe juicio para sí.

Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron; pero El desapareció de {la presencia de} ellos.

Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser {conocido} en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo.

Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús que estaba {allí,} pero no sabía que era Jesús.

Y dijo: En verdad os digo, que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra.

Por eso, cuando des limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres. En verdad os digo {que ya} han recibido su recompensa.

Pero sus ojos estaban velados para que no le reconocieran.

{pidiendo} que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El.

para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.

Si alguno piensa que es profeta o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento del Señor.

De la manera que muchos se asombraron de ti, {pueblo mío,} así fue desfigurada su apariencia más que la de {cualquier} hombre, y su aspecto más que el de los hijos de los hombres.

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen;

Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron {a decirlo} por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían {algún} mal.

Pero el espíritu malo respondió, y les dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero vosotros, ¿quiénes sois?

Pero {la gente} los vio partir, y muchos {los} reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos.

{y ruego} que la comunión de tu fe llegue a ser eficaz por el conocimiento de todo lo bueno que hay en vosotros mediante Cristo.

Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres,

Por la fe Moisés, cuando era ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón,

Mira a la derecha, y ve, porque no hay quien me tome en cuenta; no hay refugio para mí; no hay quien cuide de mi alma.

Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús.

y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí.

Y llamándolos junto a sí, Jesús les dijo*: Sabéis que los que son reconocidos como gobernantes de los gentiles se enseñorean de ellos, y que sus grandes ejercen autoridad sobre ellos.

Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es {asunto} de interpretación personal,

Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación.

Porque amaban más el reconocimiento de los hombres que el reconocimiento de Dios.

No recibo gloria de los hombres;

¿Ay de vosotros, fariseos!, porque amáis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas.

como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, y he aquí, vivimos; como castigados, pero no condenados a muerte;

Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron.

pero en ella se hallaba un hombre pobre {y} sabio; y él con su sabiduría libró la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre.

Y ellos contaban sus experiencias en el camino, y cómo le habían reconocido en el partir del pan.