62 Versículos de la Biblia sobre el sufrimiento

Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia, y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor.

Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados.

Mis ojos se oscurecen también por el sufrimiento, y mis miembros todos son como una sombra.

Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no sólo de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza.

Pues mi vida se gasta en tristeza, y mis años en suspiros; mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, y se ha consumido mi cuerpo.

Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento.

De tristeza llora mi alma; fortaléceme conforme a tu palabra.

Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.

Mejor es ir a una casa de luto que ir a una casa de banquete, porque aquello es el fin de todo hombre, y al que vive {lo} hará reflexionar en su corazón.

En lo cual os regocijáis grandemente, aunque ahora, por un poco de tiempo si es necesario, seáis afligidos con diversas pruebas,

El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura para la que lo dio a luz.

Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran.

antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia.

Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza.

Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza.

La bendición del SEÑOR es la que enriquece, y El no añade tristeza con ella.

Porque así dice el SEÑOR: No entres en casa de duelo, ni vayas a lamentar, ni los consueles; pues he retirado mi paz de este pueblo --declara el SEÑOR--, la misericordia y la compasión.

Entonces se sentaron en el suelo con él por siete días y siete noches sin que nadie le dijera una palabra, porque veían que {su} dolor era muy grande.

El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado.

Porque la tristeza que es conforme a {la voluntad de} Dios produce un arrepentimiento {que conduce} a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.

Por tanto, ahora vosotros tenéis también aflicción; pero yo os veré otra vez, y vuestro corazón se alegrará, y nadie os quitará vuestro gozo.

En aquellos días, yo, Daniel, había estado en duelo durante tres semanas completas.

Aun en la risa, el corazón puede tener dolor, y el final de la alegría puede ser tristeza.

Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas.

Por tanto, aparta de tu corazón la congoja y aleja el sufrimiento de tu cuerpo, porque la mocedad y la primavera de la vida son vanidad.

Se consumen de sufrir mis ojos; han envejecido a causa de todos mis adversarios.

El corazón conoce su propia amargura, y un extraño no comparte su alegría.

{Y} ella fue y se lo comunicó a los que habían estado con El, que estaban lamentándose y llorando.

Que beba y se olvide de su pobreza, y no recuerde más su aflicción.

de que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.

Nunca más se pondrá tu sol, ni menguará tu luna, porque tendrás al SEÑOR por luz eterna, y se habrán acabado los días de tu luto.

como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.

Pero al oír el joven estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes.

Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.

tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;

Y el SEÑOR dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que yo lo he desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí.

Porque si bien os causé tristeza con mi carta, no me pesa; aun cuando me pesó, pues veo que esa carta os causó tristeza, aunque sólo por poco tiempo;

se raparán la cabeza por tu causa y se ceñirán de cilicio; llorarán por ti, en la amargura de {su} alma, con amargo duelo.

Pero si alguno ha causado tristeza, no me {la} ha causado a mí, sino hasta cierto punto (para no exagerar) a todos vosotros.

Como por mi amigo, como por mi hermano, andaba de aquí para allá; como el que está de duelo por la madre, enlutado me encorvaba.