18 Versículos de la Biblia sobre la crucifixión de Cristo

donde le crucificaron, y con Él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.

Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado.

Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.

Y Él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;

Y cuando llegaron al lugar que es llamado El Calvario, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ÉSTE ES JESÚS EL REY DE LOS JUDÍOS.

Y el centurión y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente Éste era el Hijo de Dios.

Y era la hora tercera cuando le crucificaron.

Y cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.

Y vinieron los soldados y quebraron las piernas al primero, y al otro que había sido crucificado con Él. Pero cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas.

Y había también sobre Él un título escrito con letras griegas, y latinas, y hebreas: ÉSTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

Y escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz. Y el escrito era: JESÚS DE NAZARET, EL REY DE LOS JUDÍOS.

Y cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestiduras echando suertes sobre ellas, para ver qué llevaría cada uno.

Y cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestiduras e hicieron cuatro partes, para cada soldado una parte; y también su túnica, y la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.

Le dijeron, pues, los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

Y después que le hubieron crucificado, repartieron sus vestiduras, echando suertes; para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Repartieron entre sí mis vestiduras, y sobre mi ropa echaron suertes.