32 Versículos de la Biblia sobre la fortaleza de las mujeres

No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que es para destruir a los reyes.

Ciñe de fortaleza sus lomos, y esfuerza sus brazos.

Fuerza y honor son su vestidura; y se regocijará en el día postrero.

La mujer virtuosa corona es de su marido; mas la mala, es como carcoma en sus huesos.

Pondrá luego su rostro para venir con el poder de todo su reino; y hará con aquél cosas rectas, y le dará una hija de mujeres para corromperle; pero no le respaldará ni estará de su lado.

Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta el punto de nacer, y no hay fuerzas para dar a luz.

Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se han quedado en sus fortalezas; les faltaron las fuerzas, se han vuelto como mujeres; encendieron sus casas, quebrados están sus cerrojos.

Ahora, pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que me pidas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres una mujer virtuosa.

Como la mujer encinta cuando se acerca el tiempo de dar a luz gime y da gritos en sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh Jehová.

¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis votos?

Considera la heredad, y la compra; y planta viña del fruto de sus manos.

Pero si una mujer tiene cabello largo, le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.

Y después de todos murió también la mujer.

Muchas mujeres han sido virtuosas; pero tú las sobrepasas a todas.

Y Dalila dijo a Sansón: Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrás ser atado para ser atormentado.

No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca.

Sin bueyes el granero está limpio; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan.

He aquí, tu pueblo será como mujeres en medio de ti; las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos; fuego consumirá tus cerrojos.

Que nuestros hijos sean como plantas crecidas en su juventud; Nuestras hijas como las esquinas labradas a manera de las de un palacio;

sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.

Asimismo también, que las mujeres se adornen con atavío decoroso, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, o perlas, o vestidos costosos;

La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?

Por fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir simiente; y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó ser fiel el que lo había prometido.

El Señor daba palabra: Grande era el ejército de aquellos que la publicaban.

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de piedras preciosas.

Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.

Mas si fuere de sesenta años arriba, por el varón tu estimación será quince siclos, y por la mujer diez siclos.

los jóvenes y también las doncellas; los ancianos y los niños.

Y Miriam la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas.

para que los extraños no se sacien de tu fuerza, y tus trabajos estén en casa del extraño;

En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y sus hijos tendrán lugar de refugio.

La mujer agraciada tendrá honra, y los fuertes tendrán riquezas.