24 Versículos de la Biblia sobre las armaduras

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo;

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

y calzados vuestros pies con el apresto del evangelio de paz.

La noche está avanzada, y el día está por llegar; desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de luz.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fortaleza.

Dijo, pues, Jonatán a su criado que le traía las armas: Ven, pasemos a la guarnición de estos incircuncisos; quizá Jehová haga algo por nosotros; que no es difícil a Jehová salvar con muchos o con pocos.

y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;

Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, vestidos de la coraza de fe y amor, y de la esperanza de salvación, como un yelmo.

Pues de justicia se vistió como de coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; y se puso las ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto.

Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la coraza de justicia;

Y Saúl vistió a David de sus ropas, y puso sobre su cabeza un casco de bronce, y le armó de coraza.

en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a derecha e izquierda;

Y su paje de armas le respondió: Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, he aquí yo estoy contigo a tu voluntad.

Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.

Y un hombre disparando su arco a la ventura, hirió al rey de Israel por entre las junturas de la armadura; por lo que dijo él a su carretero: Da la vuelta y sácame del campo, pues estoy herido.

Echa mano al escudo y al pavés, y levántate en mi ayuda.

Y ciñó David su espada sobre sus vestiduras, y probó a andar, porque nunca las había probado. Y dijo David a Saúl: Yo no puedo andar con esto, porque nunca lo practiqué. Y David echó de sí aquellas cosas.

Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno;

Y Jonatán se quitó el manto que tenía sobre sí, y lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, y su arco, y su talabarte.

Así dice Jehová a su ungido, a Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar naciones delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:

Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él, los mataba.

Y viniendo David a Saúl, estuvo delante de él: y él le amó mucho, y fue hecho su escudero.

Y viendo su escudero que Saúl estaba muerto, él también se echó sobre su espada, y murió con él.

Uncid caballos, y subid, vosotros los caballeros, y poneos con yelmos; limpiad las lanzas, vestíos de corazas.