24 Versículos de la Biblia sobre las parábolas del reino

Versículos Más Relevantes

Marcos 4:30

También decía: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios? ¿O con qué parábola le compararemos?

Lucas 13:18

Y dijo: ¿A qué es semejante el Reino de Dios, y a qué le compararé?

Lucas 13:20

Y otra vez dijo: ¿A qué compararé el Reino de Dios?

Marcos 4:26

Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra;

Mateo 13:31

Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que tomándolo un hombre lo sembró en su campo;

Lucas 13:18-19

Y dijo: ¿A qué es semejante el Reino de Dios, y a qué le compararé? Semejante es a un grano de mostaza, que tomándolo el hombre lo metió en su huerto; y creció, y fue hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas.

Mateo 18:23

Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.

Mateo 20:1

Porque el Reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña.

Mateo 25:1

Entonces el Reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

Mateo 13:45

También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;

Mateo 13:47

También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte de peces;

Marcos 4:26-29

Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra; y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe. Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;Leer más.
y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada.

Mateo 13:44-46

También, el Reino de los cielos es semejante al tesoro escondido en el campo; el cual hallado, el hombre lo encubre, y de gozo de ello va, y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas; que hallando una preciosa perla, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.

Marcos 4:30-34

También decía: ¿A qué haremos semejante el Reino de Dios? ¿O con qué parábola le compararemos? Es como el grano de mostaza, que cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra; mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra.Leer más.
Y con muchas parábolas como éstas les hablaba la Palabra, conforme a lo que podían oír. Sin parábola no les hablaba; pero a sus discípulos en particular declaraba todo.

Mateo 13:47-52

También el Reino de los cielos es semejante a la red, que echada en el mar, coge de toda suerte de peces; la cual estando llena, la sacaron a la orilla; y sentados, cogieron lo bueno en vasos, y lo malo echaron fuera. Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los justos,Leer más.
Y los echarán en el horno de fuego. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Les dijo Jesús: ¿Habéis entendido todas estas cosas? Ellos responden: Sí, Señor. Y él les dijo: Por eso todo escriba docto en el Reino de los cielos, es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

Mateo 25:14-30

Porque es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. Y a éste dio cinco talentos, y al otro dos, y al otro uno; a cada uno conforme a su facultad; y luego se fue lejos. Y partido él, el que había recibido cinco talentos granjeó con ellos, e hizo otros cinco talentos.Leer más.
Asimismo el que había recibido dos, ganó también él otros dos. Mas el que había recibido uno, fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor. Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos. Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; he aquí otros cinco talentos que he ganado sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Y llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; he aquí otros dos talentos que he ganado sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste; por tanto tuve miedo, y fui, y escondí tu talento en la tierra; he aquí tienes lo que es tuyo. Y respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí; por tanto, te convenía dar mi dinero a los banqueros, y viniendo yo, hubiera recibido lo que es mío con logro. Quitadle pues el talento, y dadlo al que tiene diez talentos. Porque a cualquiera que tuviere, le será dado, y tendrá más; y al que no tuviere, aun lo que tiene le será quitado. Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Mateo 25:1-13

Entonces el Reino de los cielos será semejante a diez vírgenes, que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. Y cinco de ellas eran prudentes, y cinco fatuas. Las que eran fatuas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;Leer más.
mas las prudentes tomaron aceite en sus vasos, juntamente con sus lámparas. Y tardándose el esposo, cabecearon todas, y se durmieron. Y a la medianoche fue hecho un clamor: He aquí, el esposo viene; salid a recibirle. Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y aderezaron sus lámparas. Y las fatuas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. Mas las prudentes respondieron, diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id antes a los que venden, y comprad para vosotras. Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta. Y después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: Señor, Señor, ábrenos. Mas respondiendo él, dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.

Mateo 22:1-14

Y respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo: El Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió sus siervos para que llamaran a los invitados a las bodas; pero no quisieron venir.Leer más.
Volvió a enviar otros siervos, diciendo: Decid a los llamados: He aquí, mi comida he aparejado, mis toros y animales engordados son muertos, y todo está preparado: venid a las bodas. Mas ellos sin hacer caso, se fueron, uno a su labranza y otro a sus negocios. Y otros, tomando a sus siervos, los afrentaron y los mataron. Y el rey, oyendo esto, se enojó y enviando sus ejércitos, destruyó a aquellos homicidas, y puso fuego a su ciudad. Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están preparadas, mas los que eran llamados no eran dignos. Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis. Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados. Y entró el rey para ver los convidados, y vio allí un hombre no vestido de vestido de boda. Y le dijo: Amigo, ¿cómo entraste aquí no teniendo vestido de boda? Y a él se le cerró la boca. Entonces el rey dijo a los que servían: Atadlo de pies y de manos tomadle, y echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Porque muchos son llamados, y pocos escogidos.

Mateo 13:24-30

Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo; mas durmiendo los hombres, vino su enemigo, y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió en hierba e hizo fruto, entonces apareció también la cizaña.Leer más.
Y acercándose los siervos del padre de familia, le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena simiente en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Y él les dijo: El hombre enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la cojamos? Y él dijo: No; porque cogiendo la cizaña, no arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfolí.

Mateo 20:1-16

Porque el Reino de los cielos es semejante a un hombre, padre de familia, que salió por la mañana a contratar obreros para su viña. Y habiéndose concertado con los obreros en un denario al día, los envió a su viña. Y saliendo cerca de la hora tercera, vio otros que estaban en la plaza ociosos;Leer más.
Y les dijo: Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que fuere justo. Y ellos fueron. Salió otra vez cerca de las horas sexta y novena, e hizo lo mismo. Y saliendo cerca de la hora undécima, halló otros que estaban ociosos; y les dijo: ¿Por qué estáis aquí todo el día ociosos? Le dicen: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que fuere justo. Y cuando fue la tarde del día, el señor de la viña dijo a su mayordomo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando desde los postreros hasta los primeros. Y viniendo los que habían ido cerca de la hora undécima, recibieron cada uno un denario. Y viniendo también los primeros, pensaron que habían de recibir más; pero también ellos recibieron cada uno un denario. Y tomándolo, murmuraban contra el padre de familia, Diciendo: Estos postreros sólo han trabajado una hora, y los has hecho iguales a nosotros, que hemos llevado la carga y el calor del día. Y él respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no te concertaste conmigo por un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti. ¿No me es lícito a mí hacer lo que quiero en mis cosas? o ¿es malo tu ojo, porque yo soy bueno? Así los primeros serán postreros, y los postreros primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.

Mateo 18:21-35

Entonces Pedro, acercándose a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que pecare contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dice: No te digo hasta siete, mas aun hasta setenta veces siete. Por lo cual, el Reino de los cielos es semejante a un hombre rey, que quiso hacer cuentas con sus siervos.Leer más.
Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Mas a éste, no pudiendo pagar, mandó su señor venderle, y a su mujer e hijos, con todo lo que tenía, y pagar. Entonces aquel siervo, postrado, le adoraba, diciendo: Señor, detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor, movido a misericordia de aquel siervo, le soltó y le perdonó la deuda. Y saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba, diciendo: Detén la ira para conmigo, y yo te lo pagaré todo. Mas él no quiso; sino fue, y le echó en la cárcel hasta que pagara la deuda. Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon a su señor todo lo que había pasado. Entonces llamándole su señor, le dice: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste: ¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagara todo lo que le debía. Así también hará con vosotros mi Padre celestial, si no perdonareis de vuestros corazones cada uno a su hermano sus ofensas.

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las parábolas del reino del cielo

Marcos 4:26-29

Decía además: Así es el Reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra;

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