10 Versículos de la Biblia sobre los límites de la mente humana
Versículos Más Relevantes
Él es sabio de corazón, y poderoso en fortaleza, ¿Quién se endureció contra Él, y le fue bien? Él remueve las montañas con su furor, y ellas no saben quién las trastornó. Él sacude la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas:Leer más.
Él manda al sol, y no sale; y pone sello a las estrellas: Él solo extiende los cielos, y anda sobre las olas del mar: Él hizo la Osa Mayor, el Orión y las Pléyades; y los lugares secretos del sur. Él hace cosas grandes e inescrutables; y maravillas, sin número.
¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios! Yo iría hasta su silla. Expondría mi causa delante de Él, y llenaría mi boca de argumentos. Yo sabría las palabras que Él me respondiera, y entendería lo que Él me dijera.Leer más.
¿Contendería conmigo con su gran fuerza? No; antes Él pondría fuerza en mí. Allí el justo razonaría con Él, y yo sería liberado para siempre de mi Juez. He aquí yo iré al oriente, y Él no estará allí; y al occidente, y no lo percibiré: Si al norte Él actuare, yo no lo veré; al sur se esconderá, y no lo veré.
He aquí, estas cosas son sólo parte de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de Él! Pero el estruendo de su poder, ¿quién lo puede comprender?
He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.
Truena Dios maravillosamente con su voz; Él hace grandes cosas, que nosotros no entendemos. Porque a la nieve dice: Desciende a la tierra; también a la llovizna, y al aguacero torrencial de su fortaleza. Él sella la mano de todo hombre, para que los hombres todos reconozcan su obra.Leer más.
Las bestias entran en su escondrijo, y se quedan en sus moradas. Del sur viene el torbellino, y el frío de los vientos del norte. Por el soplo de Dios se da el hielo, y el ancho de las aguas es confinado. Regando también llega a disipar la densa nube, y con su luz esparce la niebla. Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande. Unas veces por azote, otras por causa de su tierra, otras por misericordia las hará venir. Escucha esto, Job; Detente, y considera las maravillas de Dios. ¿Sabes tú cuándo Dios las pone en concierto, y hace resplandecer la luz de su nube? ¿Sabes tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría? ¿Por qué están calientes tus ropas cuando Él aquieta la tierra con el viento del sur? ¿Extendiste tú con Él los cielos, firmes como un espejo sólido? Muéstranos qué le hemos de decir; porque nosotros no podemos ordenar nuestras ideas a causa de las tinieblas. ¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado. Y ahora no se puede mirar la luz esplendente en los cielos, luego que pasa el viento y los limpia, viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible. Él es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.
Tal conocimiento es muy maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender.
¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser instruido? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó conocimiento, o le mostró la senda del entendimiento?
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!