37 Versículo de la Biblia sobre ¿Quién es Jesús?
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y procuraba ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura.
¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? También los profetas murieron. ¿Quién te haces a ti mismo?
Entonces le dijeron: ¿Tú quién eres? Y Jesús les dijo: El mismo que os he dicho desde el principio.
Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quién tú persigues.
Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y Él dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
Jesús les dijo: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? Sabiendo que era el Señor.
Y les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy yo? Entonces respondiendo Simón Pedro, dijo: El Cristo de Dios.
Y entrando Él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es Éste?
Y temieron en gran manera, y se decían el uno al otro: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun el viento y el mar le obedecen?
Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Qué clase de hombre es Éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?
Y dijo Herodes: A Juan yo decapité; ¿quién, pues, será Éste, de quien yo oigo tales cosas? Y procuraba verle.
La multitud le respondió: Nosotros hemos oído de la ley, que el Cristo permanece para siempre: ¿Cómo, pues, dices tú que es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado? ¿Quién es este Hijo del Hombre?
Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es Éste, que también perdona pecados?
Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a murmurar, diciendo: ¿Quién es Éste que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo Dios?
Y viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?
Y salieron Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó a sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo?
Y aconteció que estando Él aparte orando, estaban con Él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo?
diciéndole: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro?
Y llamó Juan a dos de sus discípulos, y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro?
Y cuando los hombres vinieron a Él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, para preguntarte: ¿Eres tú Aquél que había de venir, o esperaremos a otro?
Y Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiendo Él, le dijo: Tú lo dices.
Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiendo Él, dijo: Tú lo dices.
Pilato entonces le dijo: ¿Acaso, eres tú rey? Jesús respondió: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.
Mas Jesús callaba. Y el sumo sacerdote respondiendo, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
Mas Él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?
¿Eres tú el Cristo? Dínoslo. Y Él les dijo: Si os lo dijere, no creeréis;
Y todo el pueblo estaba maravillado, y decía: ¿No es Éste el Hijo de David?
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos has de turbar el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Entonces todos dijeron: ¿Luego eres tú el Hijo de Dios? Y Él les dijo: Vosotros decís que lo soy.
Y vino a Él el tentador, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.
y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te sostendrán para que no tropieces con tu pie en piedra.
y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo. Si eres el Hijo de Dios, desciende de la cruz.
Entonces el diablo le dijo: Si eres el Hijo de Dios, di a esta piedra que se convierta en pan.
Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre las almenas del templo, y le dijo: Si eres el Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
escudriñando cuándo o en qué punto de tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, cuando prenunciaba los sufrimientos de Cristo, y las glorias después de ellos.