1538 casos en 6 traducciones

'Al' en la Biblia

Y Jessé engendró al rey David; y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías:

Y enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al Niño; y cuando {le} encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore.

Y ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían visto en el oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando, se puso sobre donde estaba el niño.

Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo.

Y él despertando, tomó al niño y a su madre de noche, y se fue a Egipto;

diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel; que muertos están los que procuraban la muerte del niño.

Entonces él se levantó, y tomó al niño y a su madre, y se vino a tierra de Israel.

Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado de él.

y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí;

La tierra de Zabulón, y la tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles;

Y andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.

Por tanto, si trajeres tu presente al altar, y allí te acordares de que tu hermano tiene algo contra ti,

Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: No te perjurarás; mas pagarás al Señor tus juramentos.

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé al varón prudente, que edificó su casa sobre la peña;

Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y Le suplicó:

Porque también yo soy hombre bajo potestad, y tengo debajo de mi potestad soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.

Al oír{lo} Jesús, se maravilló y dijo a los que {le} seguían: En verdad os digo que en Israel no he hallado en nadie una fe tan grande.

Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creiste te sea hecho. Y su criado fue sano en la misma hora.

Y viendo Jesús gran multitud alrededor de sí, mandó que se fueran al otro lado del lago.

Y cuando él llegó a la otra ribera, a la provincia de los gadarenos, le vinieron al encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, fieros en gran manera, que nadie podía pasar por aquel camino.

Entonces El les dijo: ¿Id! Y ellos salieron y entraron en los cerdos; y he aquí que la piara entera se precipitó por un despeñadero al mar, y perecieron en las aguas.

Y toda la ciudad salal encuentro de Jesús; y cuando le vieron, {le} rogaron que se fuera de su comarca.

Entonces entrando en un barco, pasó al otro lado, y vino a su ciudad.

Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar pecados, (dice entonces al paralítico): Levántate, toma tu cama, y vete a tu casa.

Y nadie pone un remiendo de tela nueva en un vestido viejo; porque el remiendo {al encogerse} tira del vestido y se produce una rotura peor.

Al irse Jesús de allí, dos ciegos le siguieron, gritando y diciendo: ¡Hijo de David, ten misericordia de nosotros!

E idos ellos, comenzó Jesús a decir de Juan a la multitud: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es meneada del viento?

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al Reino de los cielos se da vida; y los valientes lo arrebatan.

Entonces dijo* al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra.

Porque, ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus alhajas, si primero no prendiere al hombre fuerte; y entonces saqueará su casa?

Y a cualquiera que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este siglo ni en el venidero.

Y aquel día, saliendo Jesús de casa, se sentó junto al mar.

Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

Y en ellos se cumple la profecía de Isaías que dice: ``AL OIR OIREIS, Y NO ENTENDEREIS; Y VIENDO VEREIS, Y NO PERCIBIREIS;

Otra parábola les propuso, diciendo: El Reino de los cielos es semejante al hombre que siembra buena simiente en su campo;

Pero él dijo*: ``No, no sea que al recoger la cizaña, arranquéis el trigo junto con ella.

Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Coged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; mas recoged el trigo en mi alfolí.

Otra parábola les propuso, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que tomándolo alguno lo sembró en su campo:

De manera que como es cogida la cizaña, y quemada al fuego, así será en el fin de este siglo.

También el Reino de los cielos es semejante al hombre tratante, que busca buenas perlas;

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