34 casos

'Al' en la Biblia

mas si os volviereis a mí, y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra. Si fuere vuestro lanzamiento hasta el cabo de los cielos, de allí los juntaré; y los traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre.

Y fue en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, que estando ya el vino delante de él, tomé el vino, y lo di al rey. Y como yo no había estado antes triste en su presencia,

Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?

y dije al rey: Si al rey place, y si agrada tu siervo delante de ti, que me envíes a Judá, a la ciudad de los sepulcros de mis padres, y la reedificaré.

Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Hasta cuándo será tu viaje, y cuándo volverás? Y el asunto agradó al rey, y me envió, y yo le señalé el tiempo.

Además dije al rey: Si al rey place, que se me den cartas para los capitanes del otro lado del río, que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;

Pasé luego a la puerta de la Fuente, y al estanque del Rey; mas no había lugar por donde pasase la bestia en que iba.

Y junto a ellos restauró Meremot hijo de Urías, hijo de Cos, y al lado de ellos, restauró Mesulam hijo de Berequías, hijo de Mesezabeel. Junto a ellos restauró Sadoc hijo de Baana.

Y junto a ellos restauró Uziel hijo de Harhaía, de los plateros; junto al cual restauró también Hananías, hijo de Haracahim (un perfumero ). Y restauraron a Jerusalén hasta el muro ancho.

Y los netineos estuvieron en Ofel (la fortaleza ) hasta enfrente de la puerta de las Aguas al oriente, y la torre que sobresale.

Después miré, y me levanté, y dije a los principales y a los magistrados, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor grande y terrible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.

Y sucedió que cuando oyeron nuestros enemigos que lo habíamos entendido, Dios disipó el consejo de ellos, nos volvimos todos al muro, cada uno a su obra.

Y dije a los principales, y a los magistrados y al resto del pueblo: La obra es grande y larga, y nosotros estamos apartados en el muro, lejos los unos de los otros.

También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalén, y hágannos de noche centinela, y de día a la obra.

Además sacudí mi vestido, y dije: Así sacuda Dios de su casa y de su hacienda a todo varón que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacío. Y respondió toda la congregación: ¡Amén! Y alabaron al SEÑOR. Y el pueblo hizo conforme a esto.

Mas los primeros capitanes que fueron antes de mí, cargaron al pueblo, y tomaron de ellos por el pan y por el vino sobre cuarenta siclos de plata; a más de esto, sus criados se enseñoreaban sobre el pueblo; pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.

Entonces dije: ¿Un hombre como yo ha de huir? ¿Y quién hay como yo que entre al templo y viva? No entraré.

Y leyó en el libro delante de la plaza que está delante de la puerta de las Aguas, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de varones y mujeres y entendidos; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley.

Y Jesúa, y Bani, y Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán, y Pelaía, levitas, hacían callar al pueblo para que la ley se entendiese; y el pueblo estaba en su lugar.

Y Nehemías el Tirsata, y el sacerdote Esdras, escriba, y los levitas que hacían atento al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es al SEÑOR nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley.

Y al día siguiente se juntaron los príncipes de las familias de todo el pueblo, sacerdotes, y levitas, a Esdras escriba, para entender las palabras de la ley.

y que hiciesen saber , y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, y ramos de pino, y ramos de arrayán, y ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.

Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primer día hasta el postrero; e hicieron la fiesta por siete días, y al octavo día congregación, según la ordenanza.

Se levantaron luego sobre la grada de los levitas, Jesúa y Bani, Cadmiel, Sebanías, Buni, Serebías, Bani y Quenani, y clamaron en voz alta al SEÑOR su Dios.

Y dijeron los levitas, Jesúa y Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías: Levantaos, bendecid al SEÑOR vuestro Dios eternalmente; y bendiga el nombre de tu gloria; alto sobre toda bendición y alabanza.

y Matanías hijo de Micaía, hijo de Zabdi, hijo de Asaf, el principal, el que empezaba las alabanzas y acción de gracias al tiempo de la oración; y Bacbuquías el segundo de entre sus hermanos; y Abda hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Jedutún.

Los cabezas de los levitas: Hasabías, Serebías, Jesúa hijo de Cadmiel, y sus hermanos delante de ellos, para alabar y para rendir gracias, conforme al estatuto de David varón de Dios, guardando su turno.

Y se purificaron los sacerdotes y los levitas; y purificaron al pueblo, y las puertas, y el muro.

Y a la puerta de la Fuente, y delante de ellos, subieron por las gradas de la ciudad de David, por la subida del muro, desde la casa de David hasta la puerta de las Aguas al oriente.

Y guardaban la observancia de su Dios, y la observancia de la expiación, y los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo.

Mas a todo esto, yo no estaba en Jerusalén; porque el año treinta y dos de Artajerjes rey de Babilonia, vine al rey; y al cabo de días fui enviado del rey.

Sagradas Escrituras (1569)