'Alma' en la Biblia
Mi alma también está muy turbada; y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma; sálvame por tu misericordia.
no sea que desgarren mi alma cual león, despedazándola, sin que haya quien libre.
persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah)
«Al Músico principal: Salmo de David» En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma: Escapa al monte cual ave?
Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha;
Porque no dejarás mi alma en el infierno; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
Levántate, oh Jehová; sal a su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Libra de la espada mi alma; del poder del perro mi vida.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
Restaurará mi alma; me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
El limpio de manos, y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a la vanidad, ni jurado con engaño.
«Salmo de David» A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Su alma reposará en bienestar, y su simiente heredará la tierra.
Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.
No juntes con los pecadores mi alma, ni mi vida con hombres sanguinarios:
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del sepulcro; me diste vida, para que no descendiese a la fosa.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias:
Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Nuestra alma espera en Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es Él.
En Jehová se gloriará mi alma; lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Jehová redime el alma de sus siervos; y no serán desolados cuantos en Él confían.
Y saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salvación.
Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi alma; vuelvan atrás, y sean avergonzados los que mi mal intentan.
Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo; sin causa hicieron hoyo para mi alma.
Y mi alma se alegrará en Jehová; Se regocijará en su salvación.
me devolvieron mal por bien, para abatir a mi alma.
Mas yo, cuando ellos enfermaron, me vestí de cilicio; afligí con ayuno mi alma, y mi oración se volvía en mi seno.
Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi ser de los leones.
No digan en su corazón: ¡Ea, alma nuestra! No digan: ¡Lo hemos devorado!
Los que buscaban mi alma tendieron lazos; y los que procuraban mi mal hablaban iniquidades, y meditaban fraudes todo el día.
Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.
«Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré» Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?
Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí: Porque yo fui con la multitud, fui con ellos a la casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, haciendo fiesta la multitud.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle por la ayuda de su presencia.
Dios mío, mi alma está abatida dentro de mí; me acordaré por tanto de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle; Él es la salud de mi semblante, y mi Dios.
Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo; nuestro vientre está pegado con la tierra.
(Porque la redención de su alma es de gran precio, y no se hará jamás).
Pero Dios redimirá mi alma del poder de la sepultura, porque Él me recibirá. (Selah)
Aunque mientras viva, bendiga a su alma: y tú serás loado cuando te hicieres bien.
Él ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; aunque había muchos contra mí.
Porque has librado mi alma de la muerte, y mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva» Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. (Selah)
«Al Músico principal: A Jedutún: Salmo de David» En Dios solamente está acallada mi alma; de Él viene mi salvación.
Alma mía, espera solamente en Dios; porque en Él está mi esperanza.
«Salmo de David, estando en el desierto de Judá» Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde agua no hay;
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma; y con labios de júbilo te alabará mi boca,
Está mi alma apegada a ti; tu diestra me ha sostenido.
Mas los que para destrucción buscan mi alma, caerán en los sitios más bajos de la tierra.
Él es quien preserva nuestra alma en vida, y no permite que nuestros pies resbalen.
Venid, oíd todos los que teméis a Dios, y contaré lo que Él ha hecho a mi alma.
«Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David» Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.
Y lloré afligiendo con ayuno mi alma; y esto me ha sido por afrenta.
Acércate a mi alma, redímela. Líbrame a causa de mis enemigos.
Porque mis enemigos hablan contra mí; y los que acechan mi alma, consultaron juntamente.
Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma; sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.
Mis labios se alegrarán cuando a ti cante, y mi alma, la cual redimiste.
No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.
Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi mal corría de noche y no cesaba; mi alma rehusó el consuelo.
Anhela mi alma, y aun ardientemente desea los atrios de Jehová; mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
Guarda mi alma, porque soy piadoso: Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
Porque tu misericordia es grande para conmigo; y has librado mi alma del más profundo infierno.
Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de hombres violentos ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.
Porque mi alma está harta de males, y mi vida cercana al sepulcro.
¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma? ¿Por qué escondes de mí tu rostro?
Si no ayudara Jehová, pronto moraría mi alma en el silencio.
En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, tus consolaciones alegraban mi alma.
«Salmo de David» Bendice, alma mía a Jehová; y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios.
Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová.
Bendice, alma mía, a Jehová. Jehová, Dios mío, mucho te has engrandecido; te has vestido de gloria y de magnificencia.
Sean consumidos de la tierra los pecadores, y los impíos dejen de ser. Bendice, oh alma mía, a Jehová. Aleluya.
Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.
Porque Él sacia al alma sedienta, y llena de bien al alma hambrienta.
Su alma abominó todo alimento, y llegaron hasta las puertas de la muerte.
Sea éste el pago de parte de Jehová para los que me calumnian, y para los que hablan mal contra mi alma.
Porque Él se pondrá a la diestra del pobre, para librar su alma de los que le juzgan.
Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Te ruego, oh Jehová, libra mi alma.
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque Jehová te ha hecho bien.
Pues tú has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
Quebrantada está mi alma de desear tus juicios en todo tiempo.
DALET. Mi alma está pegada al polvo; vivifícame según tu palabra.
Se deshace mi alma de ansiedad; fortaléceme según tu palabra.
KAF. Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra.
De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley.
PE. Maravillosos son tus testimonios; por tanto, los ha guardado mi alma.
Mi alma ha guardado tus testimonios, y los he amado en gran manera.
Que viva mi alma y te alabe; y tus juicios me ayuden.
Libra mi alma, oh Jehová, de labio mentiroso, de la lengua engañosa.
Mucho tiempo ha morado mi alma con los que aborrecen la paz.
Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma.
Muy hastiada está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del menosprecio de los soberbios.