'Bien' en la Biblia
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Cantaré a Jehová, porque me ha hecho bien.
«Al Músico principal: Salmo de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron, hicieron obras abominables; no hay quien haga el bien.
Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
Oh alma mía, dijiste a Jehová: Tú eres mi Señor; mi bien a ti no aprovecha;
Pues le has salido al encuentro con bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán delante de Él todos los que descienden al polvo, si bien ninguno puede conservar la vida de su propia alma.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien tañendo con júbilo.
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová, no tendrán falta de ningún bien.
¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien?
Apártate del mal, y haz el bien; Busca la paz, y síguela.
me devolvieron mal por bien, para abatir a mi alma.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; dejó de ser sensato, y de hacer el bien.
Espera en Jehová, y haz el bien; y vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado.
Apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre.
Y pagando mal por bien me son contrarios, por seguir yo lo bueno.
Aunque mientras viva, bendiga a su alma: y tú serás loado cuando te hicieres bien.
Haz bien con tu benevolencia a Sión: Edifica los muros de Jerusalén.
Amaste el mal más que el bien; la mentira más que hablar justicia. (Selah)
«Al Músico principal: sobre Mahalat: Masquil de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga el bien.
Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
Bienaventurado el que tú escogieres, e hicieres acercarse a ti, para que habite en tus atrios. Seremos saciados del bien de tu casa, de tu santo templo.
Bien que fuisteis echados entre los tiestos, seréis como alas de paloma cubiertas de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo.
Y en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en el Señor Jehová mi esperanza, para contar todas tus obras.
Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto: Abre bien tu boca, y la llenaré.
Porque sol y escudo es Jehová Dios: Gracia y gloria dará Jehová; no quitará el bien a los que en integridad andan.
Jehová dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.
Haz conmigo señal para bien, y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados; porque tú, Jehová, me ayudaste, y me consolaste.
el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.
Les das, recogen; abres tu mano, se sacian de bien.
para que yo vea el bien de tus escogidos, para que me goce en la alegría de tu gente, y me gloríe con tu heredad.
Porque Él sacia al alma sedienta, y llena de bien al alma hambrienta.
Y me han devuelto mal por bien, y odio por amor.
El hombre de bien tiene misericordia y presta; conduce sus asuntos con juicio.
Vuelve, oh alma mía, a tu reposo; porque Jehová te ha hecho bien.
GIMEL. Haz bien a tu siervo; para que viva y guarde tu palabra.
TET. Bien has hecho con tu siervo, oh Jehová, conforme a tu palabra.
Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios.
Jerusalén, que se ha edificado como una ciudad que está bien unida entre sí.
Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios, procuraré tu bien.
Haz bien, oh Jehová, a los buenos, y a los que son rectos en sus corazones.
Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien.
Jehová te bendiga desde Sión, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida;
Te alabaré, porque formidable y maravillosamente me formaste; maravillosas son tus obras, y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en secreto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra.