Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este cántico al SEÑOR, y dijeron: Cantaré yo al SEÑOR, porque se ha magnificado grandemente, echando en el mar al caballo y al que en él subía.

Entonces cantó Israel esta canción: Sube, oh pozo; a él cantad.

Tomad este libro de la ley, y ponedlo en un canto del arca del pacto del SEÑOR vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.

Y aquel día cantó Débora, con Barac, hijo de Abinoam, diciendo:

Y extendiendo el ángel del SEÑOR el canto del bordón que tenía en su mano, tocó en la carne y en los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel del SEÑOR desapareció de delante de él.

Y volviéndose Samuel para irse, él echó mano del canto de su capa, y se desgarró.

Sigaión de David, que cantó al SEÑOR sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín. SEÑOR Dios mío, en ti he confiado; sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;

Tomarás de allí unos pocos por cuenta, y los atarás en el canto de tu ropa.

Así dijo el SEÑOR: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria, al rincón de la cama, y al canto del lecho.

Entonces comenzó a imprecarse, y a jurar, diciendo : No conozco al hombre. Y un gallo cantó luego.

Velad pues, porque no sabéis cuándo el Señor de la casa vendrá; si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;

Mas él negó, diciendo: No lo conozco, ni sé lo que dices. Y se salió fuera a la entrada; y cantó el gallo.

Y el gallo cantó la segunda vez; y Pedro se acordó de las palabras que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, me negarás tres veces. Y pensando en esto, lloraba.

Y Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y luego, estando él aún hablando, el gallo cantó.

Y negó Pedro otra vez; y luego el gallo cantó.