'Centinela' en la Biblia
Y el centinela que estaba en la torre de Jezreel vio la comitiva de Jehú que venía, y dijo: Veo una comitiva. Y Joram dijo: Toma un jinete y envíalo a su encuentro, y que diga: `` ¿Hay paz?"
Fue el jinete a su encuentro, y dijo: Así dice el rey: `` ¿Hay paz?" Y Jehú dijo: ¿Qué tienes tú que ver con la paz? Ven en pos de mí. Y el centinela avisó, diciendo: El mensajero llegó hasta ellos, pero no regresó.
Y avisó el centinela, diciendo: El llegó hasta ellos, y no regresó; y el {modo de} guiar es como el guiar de Jehú, hijo de Nimsi, porque guía alocadamente.
También dije entonces al pueblo: Cada uno con su criado se quede dentro de Jerusalén, y hágannos de noche centinela, y de día a la obra.
Porque el Señor me dijo así: Ve, pon centinela, que haga saber lo que viere.
Entonces el centinela gritó: Oh Señor, de día estoy yo continuamente en la atalaya, y todas las noches permanezco en mi puesto de guardia.
Profecía sobre Edom. Alguien sigue llamándome desde Seir: Centinela, ¿qué {hora} es de la noche? Centinela, ¿qué {hora} es de la noche?
El centinela responde: Viene la mañana y también la noche. Si queréis preguntar, preguntad; volved otra vez.
Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel; cuando oigas la palabra de mi boca, adviérteles de mi parte.
Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo y diles: ``Si yo traigo una espada sobre un país, y la gente del país toma a un hombre de entre ellos y lo ponen de centinela,
``Pero si el centinela ve venir la espada y no toca la trompeta, y el pueblo no es advertido, y una espada viene y se lleva a uno de entre ellos, él será llevado por su iniquidad; pero yo demandaré su sangre de mano del centinela."
Y a ti, hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel; oirás, pues, la palabra de mi boca, y les advertirás de mi parte.
Veía en las visiones de mi cabeza en mi cama, y he aquí que un centinela y santo descendía del cielo.
Y en cuanto a lo que vio el rey, un centinela y santo que descendía del cielo, y decía: Cortad el árbol y destruidlo; mas el tronco de sus raíces dejaréis en la tierra, y con atadura de hierro y de bronce quede atado en la hierba del campo; y sea mojado con el rocío del cielo, y su parte sea con las bestias del campo, hasta que pasen sobre él siete tiempos: