'Cieno' en la Biblia
Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo sentar pie; he venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.
Mas los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo.
Entonces tomaron ellos a Jeremías, y lo echaron en la mazmorra de Malquías hijo de Amelec, que estaba en el patio de la cárcel; y metieron a Jeremías con sogas. Y en la mazmorra no había agua, sino cieno; y se hundió Jeremías en el cieno.
Y he aquí que todas las mujeres que han quedado en casa del rey de Judá, serán llevadas a los príncipes del rey de Babilonia; y ellas mismas dirán: Te han engañado, y han prevalecido contra ti tus amigos; hundieron en el cieno tus pies, se volvieron atrás.
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro volvió a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.