'Conocía' en la Biblia
y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubieran entrado en ellas, porque su parecer era aún malo, como al principio. Y yo desperté.
Y cuando José vio a sus hermanos, los conoció; mas hizo que no los conocía, y les habló ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos respondieron: De la tierra de Canaán a comprar alimentos.
Se levantó entretanto un nuevo rey sobre Egipto, que no conocía a José; el cual dijo a su pueblo:
Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el SEÑOR conocía cara a cara,
Y toda aquella generación fue también recogida con sus padres. Y se levantó después de ellos otra generación, que no conocía al SEÑOR, ni la obra que él había hecho a Israel.
Mas Samuel aún no conocía al SEÑOR, ni le había sido revelada la palabra del SEÑOR.
Porque le he hecho saber que estoy a punto de juzgar su casa para siempre a causa de la iniquidad que él conocía, pues sus hijos trajeron sobre sí una maldición, y él no los reprendió.
Tú me libraste de contiendas de pueblos; tú me guardaste para que fuera cabeza de gentiles; pueblos que no conocía, me sirvieron.
Padre era para los necesitados, y examinaba la causa que no conocía.
Librásteme de contiendas de pueblo: Pusísteme por cabecera de gentes: Pueblo que yo no conocía, me sirvió.
Pero ellos se alegraron en mi tropiezo, y se reunieron; los agresores, a quienes no conocía, se juntaron contra mí; me despedazaban sin cesar.
El lo estableció por testimonio en José, cuando salió sobre la tierra de Egipto. Un lenguaje que yo no conocía, oí:
Ahora han sido creadas, y no hace tiempo, y antes de hoy no las habías oído, para que no digas: ``He aquí, yo las conocía."
He aquí, llamarás a una nación que no conocías, y una nación que no te conocía, correrá a ti a causa del SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel; porque El te ha glorificado.
Y llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste, y recoges donde no esparciste;
Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes.
Pero Él conocía los pensamientos de ellos; y dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate, y ponte en medio. Y él, levantándose, se puso en pie.
Y yo no le conocía; más para que fuera manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando con agua.
Y yo no le conocía; mas el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien vieres descender el Espíritu, y que permanece sobre él, éste es el que bautiza con Espíritu Santo.
Mas el mismo Jesús no se confiaba a sí mismo de ellos, porque él conocía a todos,
y no tenía necesidad de que nadie Le diera testimonio del hombre, porque El conocía lo que había en el {interior del} hombre.
Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar; porque muchas veces Jesús se juntaba allí con sus discípulos.
hasta que se levantó otro rey que no conocía a José.
Este había sido instruido en el camino del Señor, y siendo ferviente de espíritu, hablaba y enseñaba con exactitud las cosas referentes a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan.
Entonces Félix, que conocía con bastante exactitud acerca del Camino, dejó {el fallo} para después, diciendo: ``Cuando venga el comandante Lisias decidiré el caso de ustedes."
Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas coronas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino Él mismo.