4384 casos en 6 traducciones

'Cómo' en la Biblia

Volvió luego David para bendecir su casa; y saliendo Mical a recibir a David, dijo: ¡Cuán honrado ha quedado hoy el rey de Israel, desnudándose hoy delante de las criadas de sus siervos, como se desnudara un hombre vacío!

y he estado contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que están en la tierra.

Además yo pondré lugar a mi pueblo Israel, y yo lo plantaré, para que habite en su lugar, y nunca más sea removido, ni los hijos de la iniquidad le aflijan más, como antes,

y como desde el día en que ordené {que hubiera} jueces sobre mi pueblo Israel; te daré reposo de todos tus enemigos, y el SEÑOR también te hace saber que el SEÑOR te edificará una casa.

pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl, al cual quité de delante de ti.

Por tanto tú te has engrandecido, SEÑOR Dios; por cuanto no hay otro como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

¿Y quién como tu pueblo, como Israel, en la tierra? Un gentil por amor del cual Dios fuera a redimírselo por pueblo, y le pusiera nombre, e hiciera con vosotros, grandes y espantosas obras en tu tierra, por causa de tu pueblo el que tú rescataste de Egipto, de los gentiles y de sus dioses.

Pues tú has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, SEÑOR, has venido a ser su Dios.

Y había un siervo de la casa de Saúl, que se llamaba Siba, al cual como llamaron que viniese á David, el rey le dijo: ¿Eres tú Siba? Y él respondió: Tu siervo.

Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como soy yo?

Y respondió Siba al rey: Conforme a todo lo que ha mandado mi señor el rey a su siervo, así lo hará tu siervo. Mefi-boset, dijo el rey, comerá a mi mesa, como uno de los hijos del rey.

Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos a consolarlo por su padre. Pero cuando llegaron los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón,

Lo cual como fué hecho saber á David, envió á encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey hizo decir les: Estaos en Jericó hasta que os vuelva á nacer la barba, y entonces regresaréis.

Lo cual como oyó David, envió á Joab con todo el ejército de los valientes.

Y como fué dado aviso á David, juntó á todo Israel, y pasando el Jordán vino á Helam: y los Siros se pusieron en orden contra David, y pelearon con él.

Viendo pues todos los reyes que asistían á Hadad-ezer, como habían ellos sido derrotados delante de Israel, hicieron paz con Israel, y sirviéronle; y de allí adelante temieron los Siros de socorrer á los hijos de Ammón.

Y como Uría vino á él, preguntóle David por la salud de Joab, y por la salud del pueblo, y asimismo de la guerra.

Entonces David dijo al mensajero: Así dirás a Joab: ``No tengas pesar por esto, porque la espada devora tanto a uno como al otro; haz más fuerte tu combate contra la ciudad y destrúyela"; y tú aliéntalo.

mas el pobre no tenía más que una sola cordera, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija.

``Yo también entregué a tu cuidado la casa de tu señor y las mujeres de tu señor, y te di la casa de Israel y de Judá; y si {eso hubiera sido} poco, te hubiera añadido muchas cosas como éstas.

Sucedió que al séptimo día el niño murió; y los siervos de David temían informarle que el niño había muerto, pues se decían: He aquí, cuando el niño estaba {todavía} vivo, le hablábamos y no nos escuchaba. ¿Cómo, pues, vamos a decirle que el niño ha muerto? Puede hacer{se} daño.

Y como ella se las puso delante para que comiese, él trabó de ella, diciéndole: Ven, hermana mía acuéstate conmigo.

Porque, ¿dónde iría yo con mi deshonra? Y aun tú serías estimado como uno de los locos de Israel. Te ruego, pues, ahora que hables al rey, que no me negará a ti.

Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella.

Y como Absalón lo importunara, dejó ir con él a Amnón y a todos los hijos del rey.

Y los criados de Absalón hicieron con Amnón como Absalón lo había mandado. Se levantaron luego todos los hijos del rey, y subieron todos en sus mulos, y huyeron.

Y dijo Jonadab al rey: He allí los hijos del rey que vienen; porque así es como tu siervo ha dicho.

Y como él acabó de hablar, he aquí los hijos del rey que vinieron, y alzando su voz lloraron. Y también el mismo rey y todos sus siervos lloraron con muy grandes lamentos.

envió Joab a Tecoa, y tomó de allá una mujer astuta, y le dijo: Yo te ruego que te enlutes, y te vistas de ropas de luto, y no te unjas con óleo, antes sé como mujer que hace mucho tiempo que trae luto por algún muerto;

Entonces la mujer dijo: ¿Por qué pues piensas tú otro tanto contra el pueblo de Dios? Que hablando el rey esta palabra, es como culpado, por cuanto el rey no hace volver a su fugitivo.

Porque de cierto morimos, y somos como aguas derramadas por tierra, que no pueden volver a recogerse; ni Dios hace acepción de personas, mas busca la manera para no echar de si al desechado.

Tu sierva pues dice: Que sea ahora la respuesta de mi señor el rey para descanso; pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para discernir el bien y el mal, y el SEÑOR tu Dios sea contigo.

tu siervo Joab ha hecho esto con el fin de cambiar el aspecto de las cosas. Pero mi señor es sabio, como {con} la sabiduría del ángel de Dios, para saber todo lo que hay en la tierra.

Y no había varón en todo Israel tan hermoso como Absalón, de alabar en gran manera; desde la planta de su pie hasta la coronilla no había en él defecto.

Con Absalón fueron doscientos hombres de Jerusalén como invitados; fueron inocentemente, sin saber nada.

¿Ayer viniste, y he de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy como voy; tú vuélvete, y haz volver a tus hermanos; en ti hay misericordia y verdad.

Y el rey dijo a Sadoc: Haz volver el arca de Dios a la ciudad, que si hallo gracia ante los ojos del SEÑOR, me hará volver y me mostrará tanto el arca como su morada.

Y David subió la cuesta de las olivas; y subió la llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, y subieron llorando así como subían.

Y como David llegó á la cumbre del monte para adorar allí á Dios, he aquí Husai Arachîta que le salió al encuentro, trayendo rota su ropa, y tierra sobre su cabeza.

mas si volvieres a la ciudad, y dijeres a Absalón: Rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu padre, así seré ahora siervo tuyo, entonces tú disiparás el consejo de Ahitofel.

Y como David pasó un poco de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mephi-boseth, que lo salía á recibir con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien hilos de pasas, y cien panes de higos secos, y un cuero de vino.

Y como David y los suyos iban por el camino, Simei iba por el lado del monte delante de él, andando y maldiciendo, y arrojando piedras delante de él, y esparciendo polvo.

Y acaeció luego, que como Husai Arachîta amigo de David hubo llegado á Absalom, díjole Husai: Viva el rey, viva el rey.

¿Y a quién había yo de servir? ¿No es a su hijo? Como he servido delante de tu padre, así seré delante de ti.

Y el consejo que daba Ahitofel en aquellos días, era como si consultaran la palabra de Dios. Tal era el consejo de Ahitofel, así con David como con Absalón.

Y como Husai vino á Absalom, hablóle Absalom, diciendo: Así ha dicho Achitophel; ¿seguiremos su consejo, ó no? Di tú.

Y añadió Husai: Tú sabes que tu padre y los suyos son hombres valientes, y que están ahora con amargura de ánimo, como la osa en el campo cuando le han quitado los hijos. Además, tu padre es hombre de guerra, y no pasará la noche con el pueblo.

Así aun el hombre valiente, cuyo corazón sea como corazón de león, sin duda desmayará; porque todo Israel sabe que tu padre es hombre valiente, y que los que están con él son esforzados.

Mas yo aconsejo que todo Israel se junte a ti, desde Dan hasta Beerseba, que será en multitud como la arena que está a la orilla del mar, y que tú en persona vayas a la batalla.

Entonces le acometeremos en cualquier lugar que pudiere hallarse, y daremos sobre él como cuando el rocío cae sobre la tierra, y ni uno dejaremos de él, y de todos los que con él están.

Llegando luego los criados de Absalón a la casa a la mujer, le dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les respondió: Ya han pasado el vado de las aguas. Y como ellos los buscaron y no los hallaron volvieron a Jerusalén.

Mas el pueblo dijo: No saldrás; porque si nosotros huyéremos, no harán caso de nosotros; y aunque la mitad de nosotros muera, no harán caso de nosotros; mas tú ahora vales tanto como diez mil de nosotros. Por tanto, será mejor que tú nos des ayuda desde la ciudad.

Entonces Ahimaas hijo de Sadoc dijo: Yo correré ahora, y daré las nuevas al rey de cómo el SEÑOR ha defendido su causa de la mano de sus enemigos.

Mas él respondió: Sea como fuere, yo correré. Entonces le dijo: Corre. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante del etíope.

Y el atalaya volvió a decir: Me parece el correr del primero como el correr de Ahimaas hijo de Sadoc. Y respondió el rey: Ese es hombre de bien, y viene con buena nueva.

El rey entonces dijo a Cusi: ¿El joven Absalón tiene paz? Y Cusi respondió: Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.

Entró el pueblo aquel día en la ciudad escondidamente, como suele entrar a escondidas el pueblo avergonzado que ha huido de la batalla.

Así inclinó el corazón de todos los varones de Judá, como el de un varón, para que enviaran a decir al rey: Vuelve tú, y todos tus siervos.

Pero él ha calumniado a tu siervo delante de mi señor el rey; mas mi señor el rey es como un ángel de Dios; haz pues lo que bien te pareciere.

Y el rey dijo: Pues pase conmigo Quimam, y yo haré con él como bien te parezca; y todo lo que tú pidieres de mí, yo lo haré.

Cuando David llegó a su casa en Jerusalén, el rey tomó las diez mujeres, las concubinas que había dejado para guardar la casa, las puso bajo custodia y les dio alimento, pero no se llegó a ellas; y estuvieron encerradas hasta el día de su muerte, viviendo como viudas.

Y estando ellos cerca de la grande peña que está en Gabaón, salióles Amasa al encuentro. Ahora bien, la vestidura que Joab tenía sobrepuesta estábale ceñida, y sobre ella el cinto de una daga pegada á sus lomos en su vaina, de la que así como él avanzó, c

Y como Amasa no se cuidó de la daga que Joab en la mano tenía, hirióle éste con ella en la quinta costilla, y derramó sus entrañas por tierra, y cayó muerto sin darle segundo golpe. Después Joab y su hermano Abisai fueron en seguimiento de Seba hijo de Bi

Y como él se acercó á ella, dijo la mujer: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Oigo.

Dijo, pues, David a los gabaonitas: ¿Qué debo hacer por vosotros? ¿Y cómo haré restitución para que bendigáis la heredad del SEÑOR?

Y como los Filisteos tornaron á hacer guerra á Israel, descendió David y sus siervos con él, y pelearon con los Filisteos: y David se cansó.

Otra guerra hubo en Gob contra los filisteos, en la cual Elhanán, hijo de Jaare-oregim de Belén, hirió a Goliat, el geteo, el asta de cuya lanza era como el rodillo de un telar.

Yo los quebranté como a polvo de la tierra; como a lodo de las plazas los desmenucé, y los disipé.

Y como la luz de la mañana cuando sale el sol, de la mañana resplandeciente sin nubes; como resplandor por llovizna sobre la yerba de la tierra:

mas los de Belial serán todos ellos como espinas arrancadas, las cuales nadie toma con la mano;

Y Abisai, hermano de Joab, hijo de Sarvia, era jefe de los treinta. Y éste blandió su lanza contra trescientos y los mató, y tuvo tanto renombre como los tres.

Después, Benaía hijo de Joiada, hijo de un varón esforzado, grande en proezas, de Cabseel. Éste mató a dos moabitas, fieros como leones; y él mismo descendió, y mató a un león en medio de un foso en tiempo de la nieve.

Estas {cosas} hizo Benaía, hijo de Joiada, y tuvo tanto renombre como los tres valientes.

De los treinta fue el más distinguido; pero no igualó a los tres primeros. Y David lo puso como jefe de su guardia personal.

Y Joab respondió al rey: Añada El SEÑOR tu Dios al pueblo cien veces tanto como son, y que lo vea mi señor el rey; mas ¿para qué quiere esto mi señor el rey?

Y como el ángel extendió su mano sobre Jerusalem para destruirla, Jehová se arrepintió de aquel mal, y dijo al ángel que destruía el pueblo: Basta ahora; detén tu mano. Entonces el ángel de Jehová estaba junto á la era de Arauna Jebuseo.

David subió conforme a la palabra de Gad, tal como el SEÑOR había ordenado.

Todo lo da como un rey Arauna al rey. Luego dijo Arauna al rey: Jehová tu Dios te sea propicio.

Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí Nathán profeta: el cual como entró al rey, postróse delante del rey inclinando su rostro á tierra.

que como yo te he jurado por el SEÑOR Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy.

Que allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo unjan como rey sobre Israel; y tocad trompeta y decid: `` ¿Viva el rey Salomón!"

Como el SEÑOR ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga su trono más grande que el trono de mi señor el rey David.

Pero ahora no lo absolverás; que hombre sabio eres, y sabes cómo has de hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.

Ahora pues, vive el SEÑOR, que me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y que me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy.

Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérralo, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.

Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.

Y fue dicho a Salomón como Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto.

Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, según la manera que él anduvo delante de ti con verdad, con justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has guardado ésta tu grande misericordia, que le diste hijo que se sentara en su trono, como sucede en este día.

Ahora pues, SEÑOR Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy muy joven, que no sé cómo entrar ni salir.

he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria; tal, que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

Y como Salomón despertó, vió que era sueño: y vino á Jerusalem, y presentóse delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos, é hizo pacíficos; hizo también banquete á todos sus siervos.

Y como yo me levanté por la mañana para dar el pecho á mi hijo, he aquí que estaba muerto: mas observéle por la mañana, y vi que no era mi hijo, que yo había parido.

Los de Judá y de Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo y bebiendo y alegrándose.

Y dio Dios a Salomón sabiduría, e inteligencia muy grande, y magnanimidad de corazón, como la arena que está a la orilla del mar.

Tú sabes como mi padre David no pudo edificar casa al nombre del SEÑOR su Dios, por las guerras que le cercaron, hasta que el SEÑOR puso sus enemigos bajo las plantas de sus pies.

Yo por tanto he determinado ahora edificar Casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR lo habló a David mi padre, diciendo: Tu hijo, que yo pondré en lugar tuyo en tu trono, él edificará casa a mi nombre.

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