'Cómo' en la Biblia
- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 7:10
- 3.Levítico 7:26-Números 11:8
- 4.Números 11:12-Deuteronomio 5:16
- 5.Deuteronomio 5:26-Josué 7:4
- 6.Josué 7:5-Jueces 20:30
- 7.Jueces 20:31-2 Samuel 4:4
- 8.2 Samuel 4:7-1 Reyes 16:3
- 9.1 Reyes 16:7-2 Crónicas 3:16
- 10.2 Crónicas 5:8-Job 10:4
- 11.Job 10:5-Salmos 10:9
- 12.Salmos 11:1-Salmos 92:7
- 13.Salmos 92:10-Proverbios 23:32
- 14.Proverbios 23:34-Isaías 9:3
- 15.Isaías 9:4-Isaías 38:13
- 16.Isaías 38:14-Jeremías 5:7
- 17.Jeremías 5:8-Jeremías 42:18
- 18.Jeremías 43:12-Ezequiel 10:10
- 19.Ezequiel 12:4-Daniel 9:7
- 20.Daniel 9:12-Miqueas 5:8
- 21.Miqueas 7:1-Mateo 12:29
- 22.Mateo 12:34-Marcos 14:21
- 23.Marcos 14:45-Lucas 24:28
- 24.Lucas 24:35-Hechos 3:17
- 25.Hechos 3:22-Romanos 3:10
- 26.Romanos 4:4-2 Corintios 1:7
- 27.2 Corintios 1:14-Colosenses 1:20
- 28.Colosenses 2:7-1 Pedro 2:13
- 29.1 Pedro 2:14-Apocalipsis 19:12
- 30.Apocalipsis 20:8-Apocalipsis 22:1
arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como lo habéis aprendido, creciendo en ella con acciones de gracias.
Pues si sois muertos con el Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué como si vivierais al mundo, decretáis ritos:
Vestíos pues, (como escogidos de Dios, santos y amados) de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
Casadas, estad sujetas a vuestros propios maridos, como conviene en el Señor.
Siervos, oigan en todo a vuestros amos carnales, no sirviendo al ojo, como los que agradan solamente a los hombres, sino con sencillez de corazón, temiendo a Dios;
y todo lo que hagáis, hacedlo de buen ánimo, como al Señor, y no a los hombres;
para que lo manifieste como me conviene hablar.
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder a cada uno.
Por cuanto nuestro Evangelio no fue entre vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en el Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por causa de vosotros.
pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el Evangelio de Dios con mucha diligencia.
sino por haber sido aprobados de Dios para que se nos encargara el Evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.
Porque nunca fuimos lisonjeros en la palabra, como sabéis, ni tocados de avaricia; Dios es testigo;
ni buscamos de los hombres gloria, ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo.
Antes fuimos blandos entre vosotros como la que cría, que regala a sus hijos.
así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos,
y os encargábamos que anduvierais como es digno de Dios, que os llamó a su Reino y gloria.
Por lo cual, también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, de que habiendo recibido de nosotros la palabra para oír de Dios, la recibisteis no como palabra de hombres, sino (como a la verdad lo es) como palabra de Dios, la cual obra en vosotros los que creisteis.
Porque vosotros, hermanos, habéis sido imitadores en Cristo Jesús de las Iglesias de Dios que están en Judea; que habéis padecido también vosotros las mismas cosas de los de vuestra propia nación, como también ellos de los judíos;
Que aun estando con vosotros, os predecíamos que habíamos de pasar tribulaciones, como ha acontecido y lo sabéis.
Pero volviendo de vosotros a nosotros Timoteo, y haciéndonos saber buenas noticias de vuestra fe y caridad, y que siempre tenéis buena memoria de nosotros, deseando vernos, como también nosotros a vosotros.
Y a vosotros multiplique el Señor, y haga abundar la caridad entre vosotros, y para con todos, como es también de nosotros para con vosotros;
Resta pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesús, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar a Dios, así vayáis creciendo.
no con afecto de concupiscencia, como los gentiles que no conocen a Dios:
que ninguno oprima, ni calumnie en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.
Tampoco, hermanos, queremos que ignoréis acerca de los que duermen. Que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá como ladrón de noche,
que cuando dirán: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores a la mujer encinta; y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os tome como ladrón;
Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios.
Por lo cual, consolaos y edifi-caos los unos a los otros, así como lo hacéis.
Debemos siempre dar gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es digno, por cuanto vuestra fe va creciendo, y la caridad de todos y cada uno de vosotros abunda entre vosotros;
que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como si el día del Señor estuviera cerca.
oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, o divinidad; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios.
Resta, hermanos, que oréis por nosotros, que la Palabra del Señor corra y sea hecha ilustre así como entre vosotros;
Y no lo tengáis como a enemigo, sino amonestadle como a hermano.
Harás como te rogué, que te quedaras en Efeso, cuando partí para Macedonia, para que requirieras a algunos que no enseñen diversa doctrina,
sino de buenas obras, como conviene a mujeres que profesan piedad.
(porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?);
y si no fuere tan presto, para que sepas cómo conviene conversar en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente, columna y base de la verdad.
Al anciano no riñas, sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos;
a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda limpieza.
Y tú pues, trabaja como fiel soldado de Jesús el Cristo.
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palabra de la verdad.
Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto;
Mas no prevalecerán; porque su locura será manifiesta a todos, como también lo fue la de aquellos.
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieras lo que falta, y pusieras ancianos por las villas, así como yo te mandé;
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como dispensador de Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no heridor, no codicioso de ganancias deshonestas;
el cual te vuelvo a enviar; tú pues, recíbele como a mí mismo.
mas nada quise hacer sin tu consejo, porque tu beneficio no fuera como de necesidad, sino voluntario.
ya no como siervo, antes más que siervo, a saber como hermano amado, mayormente de mí, y cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.
Así que, si me tienes por compañero, recíbele como a mí.
ellos perecerán, mas tú eres permanente; y todos ellos se envejecerán como una vestidura;
y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años nunca se acabarán.
¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salud tan grande? La cual, habiendo comenzado a ser publicada por el Señor, ha sido confirmada hasta nosotros por los que lo oyeron a él mismo;
Fiel al que lo constituyó sobre toda su casa, como también lo fue Moisés.
Y, Moisés a la verdad fue fiel sobre toda su casa, como siervo, pero para testificar lo que se había de decir;
mas Cristo, como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el fin retuviéremos firme la confianza y la esperanza gloriosa.
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,
no endurezcáis vuestros corazones como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,
Entre tanto que se dice: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.
Porque también a nosotros nos ha sido anunciado como a ellos; mas no les aprovechó el oír la palabra a los que la oyeron sin mezclar fe.
determina otra vez un cierto día, diciendo: HOY, por David tanto tiempo después, como está dicho: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones.
Porque el que ha entrado en su Reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.
por causa de la cual debe, así también por sí mismo, como por el pueblo, ofrecer por los pecados.
Ni nadie toma para sí la honra, sino el que es llamado de Dios, como Aarón.
Como también dice en otro lugar: Tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
la cual tenemos como por segura y firme ancla del alma, y que entra hasta en lo que está dentro del velo,
Que no tiene necesidad cada día, como los otros sacerdotes, de ofrecer sacrificios primero por sus pecados, y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo UNA VEZ ofreciéndose a sí mismo.
(Los cuales sirven de ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como fue respondido a Moisés cuando había de hacer el Tabernáculo: Mira, dice: haz todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte).
no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;
Y no para ofrecerse muchas veces a sí mismo, (como entra el sumo sacerdote en el santuario una vez cada año con la sangre ajena.)
no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Por la fe, habitó en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en cabañas con Isaac y Jacob, herederos juntamente de la misma promesa;
Por lo cual también de uno, y ese ya muerto, salieron como las estrellas del cielo en multitud, y como la arena innumerable que está a la orilla del mar.
Por la fe, dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que ve al Invisible se esforzó.
Por la fe, pasaron el mar Bermejo como por tierra seca, lo cual probando los egipcios, fueron consumidos.
y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;
Si sufrís el castigo, Dios se os presenta como a hijos, porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no castiga?
Y aquellos, a la verdad, por pocos días nos castigaban como a ellos les parecía; mas éste para lo que nos es provechoso, es a saber, para que recibamos su santificación.
Que ninguno sea fornicario o profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.
Y lo que dice: Aún una vez, declara el quitar de las cosas movibles, como de cosas hechizas, para que queden las que son firmes.
Acordaos de los presos como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como también vosotros mismos sois del cuerpo.
Escuchad a vuestros pastores, y no resistáis a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como aquellos que han de dar la cuenta; para que lo hagan con alegría, y no gimiendo; porque esto no os es útil.
mas el que es rico, en su bajeza; porque él pasará como la flor de la hierba.
Si en verdad cumplís vosotros la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis;
pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y sois acusados de la ley como rebeldes.
Así hablad, y así obrad, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad.
Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.
Vuestro oro, y plata están corrompidos de orín, y su orín os será testimonio en contra, y comerá del todo vuestras carnes, como fuego. Habéis allegado tesoro para los postreros días.
Habéis vivido en deleites sobre la tierra, y habéis sido disolutos, y habéis recreado vuestros corazones como en el día de matar sacrificios.
como hijos obedientes, no confor-mándoos con los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
mas como aquel que os ha llamado es santo, semejantemente también sed vosotros santos en toda conversación;
sabiendo que habéis sido rescatados de vuestra vana conversación (la cual recibisteis de vuestros padres), no con cosas corruptibles, como oro o plata;
sino con la sangre preciosa del Cristo, como de un Cordero sin mancha y sin contaminación,
Porque: Toda carne es como la hierba, y toda la gloria del hombre, como la flor de la hierba. Se seca la hierba, y la flor se cae;
desead, como niños recién nacidos, la leche racional, y que es sin engaño, para que por ella crezcáis en salud,
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos.
Por esto estad sujetos a toda ordenación humana que sea del Señor, ya sea a rey, como a superior,
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- 1.Gé 2:19-Éx 7:13
- 2.Éx 7:19-Levítico 7:10
- 3.Levítico 7:26-Números 11:8
- 4.Números 11:12-Deuteronomio 5:16
- 5.Deuteronomio 5:26-Josué 7:4
- 6.Josué 7:5-Jueces 20:30
- 7.Jueces 20:31-2 Samuel 4:4
- 8.2 Samuel 4:7-1 Reyes 16:3
- 9.1 Reyes 16:7-2 Crónicas 3:16
- 10.2 Crónicas 5:8-Job 10:4
- 11.Job 10:5-Salmos 10:9
- 12.Salmos 11:1-Salmos 92:7
- 13.Salmos 92:10-Proverbios 23:32
- 14.Proverbios 23:34-Isaías 9:3
- 15.Isaías 9:4-Isaías 38:13
- 16.Isaías 38:14-Jeremías 5:7
- 17.Jeremías 5:8-Jeremías 42:18
- 18.Jeremías 43:12-Ezequiel 10:10
- 19.Ezequiel 12:4-Daniel 9:7
- 20.Daniel 9:12-Miqueas 5:8
- 21.Miqueas 7:1-Mateo 12:29
- 22.Mateo 12:34-Marcos 14:21
- 23.Marcos 14:45-Lucas 24:28
- 24.Lucas 24:35-Hechos 3:17
- 25.Hechos 3:22-Romanos 3:10
- 26.Romanos 4:4-2 Corintios 1:7
- 27.2 Corintios 1:14-Colosenses 1:20
- 28.Colosenses 2:7-1 Pedro 2:13
- 29.1 Pedro 2:14-Apocalipsis 19:12
- 30.Apocalipsis 20:8-Apocalipsis 22:1