3417 casos

'Cómo' en la Biblia

sino que ciertamente cumpliremos toda palabra que ha salido de nuestra boca, y quemaremos sacrificios a la reina del cielo, derramándole libaciones, como hacíamos nosotros, nuestros padres, nuestros reyes y nuestros príncipes en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén. Entonces teníamos bastante alimento, prosperábamos y no veíamos mal alguno.

El SEÑOR no pudo soportar más, a causa de la maldad de vuestras obras {y} a causa de las abominaciones que habíais cometido; por eso vuestra tierra fue convertida en ruinas, objeto de horror y maldición, sin habitantes, como {está} hoy.

Porque quemasteis sacrificios y pecasteis contra el SEÑOR y no obedecisteis la voz del SEÑOR ni anduvisteis en su ley, ni en sus estatutos, ni en sus testimonios, por tanto, os ha sobrevenido esta calamidad, como {sucede} hoy.

Así dice el SEÑOR: ``He aquí, entregaré a Faraón Hofra, rey de Egipto, en manos de sus enemigos, en manos de los que buscan su vida, así como entregué a Sedequías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su vida."

¿Quién es éste que sube como el Nilo, cuyas aguas se agitan como ríos?

Egipto sube como el Nilo, cuyas aguas se agitan como ríos, pero El ha dicho: Subiré y cubriré {esa} tierra; ciertamente destruiré la ciudad y sus habitantes.

Vivo yo --declara el Rey cuyo nombre es el SEÑOR de los ejércitos-- que ciertamente como {se destaca} el Tabor entre los montes, o el Carmelo junto al mar, uno ha de venir.

Sus mercenarios también son en medio de ella como becerros engordados; porque también ellos se han vuelto atrás, {y} a una han huido, no resistieron; porque el día de su ruina ha venido sobre ellos, la hora de su castigo.

Se oye su sonido como el de una serpiente, pues {el enemigo} avanza como un ejército; con hachas, como leñadores, vienen contra ella.

Y los entregaré en manos de los que buscan su vida, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de su siervo. Mas después será habitado como en los días de antaño --declara el SEÑOR.

¿Cómo puede estar quieta, cuando el SEÑOR {le} ha dado órdenes? Contra Ascalón y contra la costa del mar, allí la ha asignado.

Huid, salvad vuestras vidas, sed como un enebro en el desierto.

Vendrá el destructor de cada ciudad, y ninguna ciudad escapará; también el valle será devastado, y la meseta será destruida, como ha dicho el SEÑOR.

Y Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, su confianza.

¿Cómo podéis decir: ``Somos poderosos guerreros, y hombres valientes para la guerra"?

Llorad por él, todos los que {habitáis} a su alrededor, y todos los que sabéis su nombre. Decid: `` ¿Cómo se ha roto el poderoso cetro, el báculo glorioso!"

Abandonad las ciudades y morad en las peñas, moradores de Moab, sed como paloma que anida más allá de la boca de la caverna.

Por tanto, mi corazón gime por Moab como una flauta; mi corazón gime también como una flauta por los hombres de Kir-hares, ya que perdieron la abundancia que se había producido.

En todas las terrazas de Moab y en sus calles todo es lamentación, porque he quebrado a Moab como a vaso indeseable --declara el SEÑOR.

¿Cómo ha sido destrozado! ¡{Cómo} ha gemido! ¡Cómo ha vuelto la espalda Moab avergonzado! Moab será, pues, objeto de burla y de terror para todos los que lo rodean.

Porque así dice el SEÑOR: He aquí, como águila volará veloz, y extenderá sus alas contra Moab.

Ha sido tomada Queriot y las fortalezas han sido ocupadas; será el corazón de los valientes de Moab en aquel día como el corazón de una mujer de parto.

En cuanto al terror que infundías, te ha engañado la soberbia de tu corazón; tú que vives en las hendiduras de las peñas, que ocupas la cumbre del monte. Aunque hagas tu nido tan alto como el del águila, de allí te haré bajar --declara el SEÑOR.

Como {en} la destrucción de Sodoma y Gomorra y de sus {ciudades} vecinas --dice el SEÑOR-- nadie habitará allí, ni residirá en él hijo de hombre.

He aquí que uno subirá como león de la espesura del Jordán contra el pastizal de perenne verdor, y en un instante lo haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como yo y quién me citará {a juicio?} ¿Quién es el pastor que me podrá resistir?

He aquí, se remonta, vuela veloz como un águila y extiende sus alas contra Bosra. En aquel día el corazón de los valientes de Edom será como el corazón de una mujer de parto.

Acerca de Damasco. Avergonzadas están Hamat y Arfad. Porque han oído malas noticias están desalentadas. Hay ansiedad {como} en el mar que no se puede calmar.

Desamparada está Damasco; se ha vuelto para huir, y el pánico se ha apoderado de ella; angustia y dolores la oprimen como a mujer de parto.

¿Cómo es que no ha sido abandonada la ciudad alabada, la ciudad de mi regocijo?

Porque ha subido contra ella una nación del norte que hará de su tierra objeto de horror, y no habrá habitante en ella. Tanto hombres como animales habrán huido, se habrán ido.

Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos; sed como machos cabríos al frente del rebaño.

Porque he aquí, yo hago despertar y subir contra Babilonia una horda de grandes naciones de la tierra del norte, que se alinearán para la batalla contra ella; desde allí será llevada cautiva. Sus flechas serán como de diestro guerrero que no vuelve con las manos vacías.

Porque os alegráis, porque os regocijáis, saqueadores de mi heredad, porque saltáis como novilla trilladora y relincháis como caballos sementales,

Alzad grito de guerra contra ella en derredor. Se ha rendido, caen sus columnas, son derribadas sus murallas. Porque esta es la venganza del SEÑOR: tomad venganza de ella; como ella ha hecho, {así} haced con ella.

Por tanto, así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: ``He aquí, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.

``En aquellos días y en aquel tiempo" --declara el SEÑOR-- ``se buscará la iniquidad de Israel, pero no habrá ninguna, y los pecados de Judá, pero no se hallarán; porque perdonaré a los que yo haya dejado como remanente."

¿Cómo ha sido cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¿Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones!

Espada contra sus caballos y contra sus carros, y contra todos los extranjeros que están en medio de ella, y serán como mujeres. Espada contra sus tesoros, y serán saqueados.

Como cuando Dios destruyó a Sodoma, a Gomorra y a sus {ciudades} vecinas --declara el SEÑOR-- ningún hombre habitará allí, ni residirá en ella hijo de hombre.

Empuñan arco y jabalina; son crueles y no tienen misericordia. Su voz ruge como el mar, y a caballo van montados, alineados como un solo hombre para la batalla contra ti, hija de Babilonia.

Ha oído el rey de Babilonia noticias de ellos, y flaquean sus manos; la angustia se ha apoderado de él, agonía como de mujer de parto.

He aquí que uno subirá como león de la espesura del Jordán a un pastizal de perenne verdor, y en un instante le haré huir de él, y al que sea escogido nombraré sobre él. Porque ¿quién es como yo y quién me citará {a juicio?} ¿Quién es el pastor que me podrá resistir?

El SEÑOR de los ejércitos ha jurado por sí mismo: Ciertamente te llenaré de hombres como langostas, y entonarán contra ti gritos de victoria.

No es como estas {cosas} la porción de Jacob; porque El es el Hacedor de todo, y de la tribu de su heredad; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre.

Levantad señal en la tierra, tocad trompeta entre las naciones. Reunid las naciones contra ella, convocad contra ella los reinos de Ararat, Mini y Asquenaz; nombrad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.

Han dejado de luchar los valientes de Babilonia, permanecen en las fortalezas; se han agotado sus fuerzas, se han vuelto {como} mujeres; han sido incendiadas sus moradas, rotos están sus cerrojos.

Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era al tiempo de ser hollada; dentro de poco, le llegará el tiempo de la siega.

Me ha devorado {y} aplastado Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha dejado {como} vaso vacío, me ha tragado como un monstruo, ha llenado su estómago de mis delicias, me ha expulsado.

A una como leones rugirán, gruñirán como cachorros de león.

Los haré bajar como corderos al matadero, como carneros y machos cabríos.

¿Cómo ha sido tomada Sesac, y arrebatada la gloria de toda la tierra! ¿Cómo se ha convertido Babilonia en objeto de horror entre las naciones!

Ciertamente caerá Babilonia por los muertos de Israel, {como} también por Babilonia han caído los muertos de toda la tierra.

Porque el SEÑOR destruirá a Babilonia, y hará desaparecer de ella {su} gran bullicio. Bramarán sus olas como muchas aguas; resonará el estruendo de sus voces.

¿Cómo yace solitaria la ciudad de tanta gente! Se ha vuelto como una viuda la grande entre las naciones; la princesa entre las provincias se ha convertido en tributaria.

De la hija de Sion se ha ido todo su esplendor. Sus príncipes son como ciervos que no hallan pasto, y huyen sin fuerzas delante del perseguidor.

Vosotros, todos los que pasáis por el camino, ¿no os importa esto? Observad y ved si hay dolor como mi dolor, con el que fui atormentada, con el que el SEÑOR {me} afligió el día de su ardiente ira.

A todos mis valientes ha rechazado el Señor de en medio de mí; ha convocado contra mí un tiempo determinado para quebrantar a mis jóvenes; el Señor ha hollado {como en} un lagar a la virgen hija de Judá.

Mira, oh SEÑOR, que estoy angustiada; hierven mis entrañas, mi corazón se revuelve dentro de mí, porque he sido muy rebelde. En la calle la espada {me} deja sin hijos, en la casa es como la muerte.

Han oído que gimo, y no hay quien me consuele. Todos mis enemigos han oído de mi mal, se regocijan de que tú {lo} hayas hecho. ¿Oh, si tú trajeras el día que has anunciado, para que sean ellos como yo!

Venga toda su maldad delante de ti, y trátalos como a mí me has tratado por todas mis transgresiones; porque son muchos mis gemidos, y desfallece mi corazón.

¿Cómo nubló, en su ira el Señor a la hija de Sion! Ha arrojado del cielo a la tierra la gloria de Israel, y no se ha acordado del estrado de sus pies en el día de su ira.

Ha exterminado en el ardor de {su} ira todas las fuerzas de Israel; ha echado atrás su diestra en presencia del enemigo; y se ha encendido en Jacob como llamas de fuego devorando {todo} en derredor.

Ha entesado su arco como enemigo, ha afirmado su diestra como adversario y ha matado todo lo que era agradable a la vista; en la tienda de la hija de Sion ha derramado su furor como fuego.

Se ha vuelto el Señor como enemigo: ha devorado a Israel, ha devorado todos sus palacios, ha destruido sus fortalezas y ha multiplicado en la hija de Judá el lamento y el duelo.

Y ha tratado con violencia a su tabernáculo, como a {cabaña de} huerto; ha destruido su lugar de reunión. El SEÑOR ha hecho olvidar en Sion la fiesta solemne y el día de reposo, y ha rechazado en el furor de su ira al rey y al sacerdote.

El SEÑOR ha rechazado su altar, ha despreciado su santuario; ha entregado en manos del enemigo los muros de sus palacios. Gritos se han dado en la casa del SEÑOR como en día de fiesta solemne.

Dicen a sus madres: ¿Dónde hay grano y vino?, mientras desfallecen como heridos en las plazas de la ciudad, mientras exhalan su espíritu en el regazo de sus madres.

¿Cómo he de amonestarte? ¿A qué te compararé, hija de Jerusalén? ¿A qué te igualaré al consolarte, virgen hija de Sion? Porque grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá sanar?

Su corazón clamó al Señor: Muralla de la hija de Sion, corran tus lágrimas como un río día y noche, no te des reposo, no tengan descanso tus ojos.

Levántate, da voces en la noche al comenzar las vigilias; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza hacia El tus manos por la vida de tus pequeños, que desfallecen de hambre en las esquinas de todas las calles.

Como en día de fiesta solemne convocaste mis terrores de todas partes; y no hubo en el día de la ira del SEÑOR quien escapara ni sobreviviera. A los que crié y mantuve, mi enemigo los exterminó.

En lugares tenebrosos me ha hecho morar, como los que han muerto hace tiempo.

Constantemente me han dado caza como a un ave mis enemigos, sin haber causa;

¿Cómo se ha ennegrecido el oro, {cómo} ha cambiado el oro puro! Esparcidas están las piedras sagradas por las esquinas de todas las calles.

Los hijos preciados de Sion, que valían su peso en oro puro, ¿cómo son tenidos por vasijas de barro, obra de manos de alfarero!

Aun los chacales dan las ubres, dan de mamar a sus crías; {pero} la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces en el desierto.

Sus consagrados eran más puros que la nieve, más blancos que la leche, más rojizos de cuerpo que los corales, {como} el zafiro su apariencia.

Más negro que el hollín es su aspecto, no se les reconoce por las calles; se ha pegado su piel a sus huesos, se ha marchitado, se ha vuelto como madera.

Hemos quedado huérfanos, sin padre, nuestras madres, como viudas.

Miré, y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una gran nube con fuego fulgurante y un resplandor a su alrededor, y en su centro, algo como metal refulgente en medio del fuego.

Sus piernas eran rectas, y la planta de sus pies era como la planta de la pezuña del ternero, y brillaban como bronce bruñido.

Y la forma de sus caras {era como} la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila;

En medio de los seres vivientes había algo que parecía carbones encendidos en llamas, como antorchas que se lanzaban de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían rayos.

Y los seres vivientes corrían de un lado a otro como el fulgor del relámpago.

El aspecto de las ruedas y su hechura {era} como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura {eran} como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.

Y oí el ruido de sus alas cuando andaban, como el estruendo de muchas aguas, como la voz del Todopoderoso, un ruido de tumulto como el ruido de un campamento militar; cuando se detenían, bajaban sus alas.

Y sobre el firmamento que {estaba} por encima de sus cabezas {había} algo semejante a un trono, de aspecto como de piedra de zafiro; y en lo que se asemejaba a un trono, sobre él, en lo más alto, {había} una figura con apariencia de hombre.

Entonces vi en lo que parecían sus lomos y hacia arriba, algo como metal refulgente que lucía como fuego dentro de ella en derredor, y en lo que parecían sus lomos y hacia abajo vi algo como fuego, y {había} un resplandor a su alrededor.

Como el aspecto del arco iris que aparece en las nubes en un día lluvioso, así {era} el aspecto del resplandor en derredor. Tal {era} el aspecto de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Cuando {lo} vi, caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba.

Y tú, hijo de hombre, escucha lo que te hablo; no seas rebelde como {esa} casa rebelde. Abre tu boca y come lo que te doy.

Entonces me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu estómago y llena tu cuerpo de este rollo que te doy. Y {lo} comí, y fue en mi boca dulce como la miel.

He aquí, he hecho tu rostro tan duro como sus rostros, y tu frente tan dura como sus frentes.

Como esmeril, más duro que el pedernal, he hecho tu frente. No les temas ni te atemorices ante ellos, porque son casa rebelde.

Entonces me levanté y salí a la llanura; y he aquí, la gloria del SEÑOR estaba parada allí, como la gloria que vi junto al río Quebar, y caí rostro en tierra.

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