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'De' en la Biblia

¿No es quitado el mantenimiento de delante de nuestros ojos, la alegría y el placer de la Casa de nuestro Dios?

La semilla se pudrió debajo de sus terrones, los alfolíes fueron asolados y destruidos; porque se secó el trigo.

¡Cuánto gimen las bestias! ¡Cuán turbados anden los bueyes de los hatos, porque no tienen pastos! También son condenados los rebaños de las ovejas.

Las bestias del campo bramarán también a ti; porque se secaron los arroyos de las aguas, y fuego consumió las praderías del desierto.

Tocad shofar en Sion, y pregonad en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano.

Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; que sobre los montes se derrama como el alba; un pueblo grande y fuerte; nunca desde el siglo fue semejante, ni después de él será jamás en años de generación en generación.

Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape.

Su parecer, como parecer de caballos; y como gente de a caballo correrán.

Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como fuerte pueblo aparejado para la batalla.

Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes.

Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la muralla; y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas.

Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.

Y el SEÑOR dará su voz delante de su ejército; porque muchos son sus reales y fuertes, que ponen en efecto su palabra; porque grande es el día del SEÑOR, y muy terrible; ¿y quién lo podrá sufrir?

¿Quién sabe si se convertirá, y se arrepentirá, y dejará bendición tras de él, presente y libación para el SEÑOR Dios vuestro?

Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que los gentiles se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?

Y responderá el SEÑOR, y dirá a su pueblo: He aquí yo os envío pan, mosto, y aceite, y seréis saciados de ellos; y nunca más os pondré en oprobio entre los gentiles.

Y haré alejar de vosotros al del aquilón, y lo echaré en la tierra seca y desierta; su faz será hacia el mar oriental, y su fin al mar occidental; y exhalará su hedor; y subirá su pudrición, porque se engrandeció.

Tierra, no temas; alégrate y gózate: porque Jehová ha de hacer grandes cosas.

Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en el SEÑOR vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia según la justicia, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.

Y comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros: y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

Y conoceréis que en medio de Israel estoy yo, y que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, y no hay otro; y mi pueblo nunca jamás será avergonzado.

Y será que cualquiera que invocare el Nombre del SEÑOR, escapará; porque en el Monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como el SEÑOR ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales el SEÑOR habrá llamado.

Porque he aquí que en aquellos días, y en aquel tiempo en que haré tornar la cautividad de Judá y de Jerusalén,

juntaré todos los gentiles, y los haré descender al valle de Josafat, y allí entraré en juicio con ellos a causa de mi pueblo, y de Israel mi heredad, a los cuales esparcieron entre las naciones, y partieron mi tierra;

Y también, ¿qué tengo yo con vosotras, Tiro y Sidón, y todos los términos de Filistea? ¿Queréis vengaros de mí? Y si de mí os vengáis, bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza.

y vendisteis los hijos de Judá y los hijos de Jerusalén a los hijos de los griegos, por alejarlos de sus términos.

Y venderé vuestros hijos y vuestras hijas en la mano de los hijos de Judá, y ellos los venderán a los sabeos, nación apartada; porque el SEÑOR ha hablado.

Pregonad esto entre los gentiles, proclamad guerra, despertad a los valientes, lléguense, vengan todos los hombres de guerra.

Haced espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el flaco: Fuerte soy.

Juntaos y venid, gentiles todos de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh SEÑOR, tus fuertes.

Los gentiles se despierten, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todos los gentiles de alrededor.

Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended; porque el lagar está lleno, rebosan las lagaretas; porque mucha es la maldad de ellos.

Y el SEÑOR bramará desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; mas el SEÑOR será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.

Y conoceréis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios, que habito en Sion, monte de mi santidad; y será Jerusalén santa, y extraños no pasarán más por ella.

Y será en aquel tiempo, que los montes destilarán mosto, y los collados fluirán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán aguas; y saldrá una fuente de la Casa del SEÑOR, y regará el valle de Sitim.

Egipto será destruido, y Edom será vuelto en asolado desierto, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra la sangre inocente.

Y limpiaré la sangre de los que no limpié; porque el SEÑOR mora en Sion.

Las palabras de Amós, que estuvo entre los pastores de Tecoa, las cuales vio sobre Israel en días de Uzías rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto.

Y dijo: El SEÑOR bramará desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén; y las estancias de los pastores serán destruidas, y se secará la cumbre del Carmelo.

Y meteré fuego en la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Gaza, y por el cuarto, no la convertiré; porque llevó cautiva toda la cautividad, para entregarlos a Edom.

Y talaré a los moradores de Azoto, y a los gobernadores de Ascalón; y tornaré mi mano sobre Ecrón, y el remanente de los palestinos perecerá, dijo el Señor DIOS.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Tiro, y por el cuarto, no la convertiré; porque entregaron la cautividad entera a Edom, y no se acordaron del concierto de hermanos.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Edom, y por el cuarto, no la convertiré; porque persiguió a espada a su hermano, y rompió sus misericordias; y con su furor le ha robado siempre, y ha guardado perpetuamente el enojo.

Y encenderé fuego en el muro de Rabá, y consumirá sus palacios como con gritos en día de batalla, como con tempestad en día de torbellino;

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Moab, y por el cuarto, no la convertiré; porque quemó los huesos del rey de Idumea hasta tornarlos en cal.

Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él a todos sus príncipes, dijo el SEÑOR.

Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Judá, y por el cuarto, no la convertiré; porque menospreciaron la ley del SEÑOR, y no guardaron sus ordenanzas; y sus mentiras los hicieron errar, en pos de las cuales anduvieron sus padres.

Y meteré fuego en Judá, el cual consumirá los palacios de Jerusalén.

Que anhelan porque haya un polvo de tierra sobre la cabeza de los pobres, y tuercen el camino de los humildes; y el hombre y su padre entraron a la misma joven, profanando mi santo Nombre.

Y sobre las ropas empeñadas se acuestan junto a cualquier altar; y el vino de los penados beben en la casa de sus dioses.

Y yo destruí delante de ellos al amorreo, cuya altura era como la altura de los cedros, y fuerte como un alcornoque; y destruí su fruto arriba, y sus raíces abajo.

Y levanté de vuestros hijos para profetas, y de vuestros jóvenes para que fueran nazareos. ¿No es esto así, hijos de Israel dijo el SEÑOR?

Mas vosotros disteis de beber vino a los nazareos; y a los profetas mandasteis, diciendo: No profeticéis.

Pues he aquí, yo os apretaré en vuestro lugar, como se aprieta el carro lleno de haces;

Y el que toma el arco no estará en pie, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.

Oíd esta palabra que ha hablado el SEÑOR contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:

¿Caerá el ave en el lazo sobre la tierra, sin haber armador? ¿Se alzará el lazo de la tierra, si no se ha prendido algo?

Haced pregonar sobre los palacios de Azoto, y sobre los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved la gran opresión en medio de ella, y muchas violencias en medio de ella.

Por tanto, el Señor DIOS dijo así: Un enemigo vendrá que cercará la tierra, y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.

Así dijo el SEÑOR: De la manera que el pastor libra de la boca del león dos piernas, o la punta de una oreja, así escaparán los hijos de Israel que moran en Samaria, al rincón de la cama, y al canto del lecho.

Oíd y protestad en la Casa de Jacob, dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos:

Que el día que visitaré las rebeliones de Israel sobre él, visitaré también sobre los altares de Bet-el; y serán cortados los cuernos del altar, y caerán a tierra.

Y heriré la Casa del invierno con la Casa del verano, y las casas de marfil perecerán; y muchas casas serán taladas, dijo el SEÑOR.

El Señor DIOS juró por su Santidad: He aquí, vienen días sobre vosotros en que os llevará con anzuelos, y a vuestros descendientes en barquillos de pescador.

Y saldrán por los portillos la una en pos de la otra, y seréis echadas del palacio, dice el SEÑOR.

y ofreced sacrificio de alabanza con leudo, y pregonad, publicad voluntarias ofrendas; pues que así lo queréis, hijos de Israel, dijo el Señor DIOS.

Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió; y la parte sobre la cual no llovió, se secó.

Así que de dos {o} tres ciudades iban tambaleándose a otra ciudad para beber agua, y no se saciaban; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Envié entre vosotros mortandad en el camino a Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, quité vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Os destruí como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón arrebatado de la hoguera; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Por tanto, de esta manera haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.

Oíd esta palabra, porque yo levanto endecha sobre vosotros, Casa de Israel.

Cayó la virgen de Israel, no más podrá levantarse; dejada fue sobre su tierra, no hay quien la levante.

Porque así dijo el Señor DIOS: La ciudad que sacaba mil, quedará con ciento; y la que sacaba ciento, quedará con diez, en la casa de Israel.

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