20729 casos

'De' en la Biblia

Por ventura oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos de Adán?

Antes, de corazón obráis iniquidades en la tierra; hacéis pesar la violencia de vuestras manos.

que no oye la voz de los que encantan, por más hábil que el encantador sea.

Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh SEÑOR, las muelas de los leoncillos.

Córranse como aguas que se van de suyo; armen sus saetas como si fueran cortadas.

Pasen de este mundo como el caracol que se deslíe; como el abortivo de mujer, no vean el sol.

Antes que vuestras ollas sientan el fuego de las espinas, así vivos, así airado, los arrebate él con tempestad.

Y tú, SEÑOR Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para visitar todos los gentiles; no hayas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah.)

El Dios de mi misericordia me encontrará en el camino; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.

Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios; y sean presos por su soberbia, y cuenten con maldición y con debilidad.

Acábalos con furor, acábalos, y no sean; y sepan que Dios domina en Jacob hasta los fines de la tierra. (Selah).

Dios pronunció en santidad; yo me alegraré; partiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador;

Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; triunfa por razón de mí, oh Filistea.

Días sobre días añadirás al Rey; sus años serán de generación a generación.

El estará para siempre delante de Dios; misericordia y verdad apercibe que lo conserven.

Solamente, vanidad son los hijos de Adán, mentira los hijos del varón; pesándolos a todos juntos en la balanza, serán menos que la vanidad.

cuando me acordare de ti en mi lecho, cuando meditare de ti en las velas de la noche.

Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

Mi alma se apegó tras de ti; tu diestra me ha sustentado.

Mas los que para destrucción buscaron mi alma, descendieron en los sitios bajos de la tierra.

Los matarán a filo de espada; serán porción de las zorras.

Y el rey se alegrará en Dios; serán alabados todos los que juran por él; porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

para asaetear a escondidas al perfecto; de improviso lo asaetean, y no temen.

Y temerán todos los hombres, y anunciarán la obra de Dios, y entenderán su obra.

El justo se alegrará en el SEÑOR, y se asegurará en él; y se alabarán en El todos los rectos de corazón.

Palabras de iniquidades me sobrepujaron; mas nuestras rebeliones tú las limpiarás.

Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar.

Y los habitadores de los fines de la tierra temen de tus maravillas; que haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

Destilan sobre las habitaciones del desierto; y los collados se ciñen de alegría.

Se visten los llanos de ovejas, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

Cantad la gloria de su Nombre; poned gloria en su alabanza.

Decid a Dios: ¡Cuán terrible eres en tus obras! Por lo grande de tu fortaleza se sujetarán a ti tus enemigos.

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, y haced oír la voz de su alabanza.

Bendito Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos, y huyan delante de El los que le aborrecen.

Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.

Cantad a Dios, cantad salmos a su Nombre; ensalzad al que cabalga sobre los cielos; JAH es su Nombre, y alegraos delante de él.

Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, (Selah,)

la tierra tembló; también destilaron los cielos su lluvia ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

Huyan, huyan reyes de ejércitos; y la moradora de la casa partía los despojos.

Aunque seáis echados entre las ollas, seréis como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.

Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.

Los carros de Dios son dos millares de miles de ángeles, el Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.

El Señor dijo: De Basán haré volver, te haré volver de lo profundo del mar:

Porque tu pie se embermejecerá de sangre de tus enemigos, y de ella la lengua de tus perros.

Vieron tus caminos, oh Dios; los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros del linaje de Israel.

Allí estaba Benjamín, pequeño, señoreándolos, príncipes de Judá en su congregación, príncipes de Zabulón, príncipes de Neftalí.

Reprende escuadrón de lanza, escuadrón de fuertes con señores de pueblos hollándolos con sus piezas de plata; destruye los pueblos que quieren guerras.

Estoy hundido en cieno profundo, donde no hay pie; soy venido en profundos de aguas, y la corriente me ha anegado.

No sean avergonzados por mi causa los que te esperan, oh Señor DIOS de los ejércitos; no sean confusos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

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