20729 casos

'De' en la Biblia

Y éstas son de las que no comeréis: el águila, el azor, el esmerejón,

Ninguna cosa mortecina comeréis; al extranjero que está en tus poblaciones la darás, y él la comerá; o véndela al extranjero; porque tú eres pueblo santo al SEÑOR tu Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.

Y comerás delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus vacas, y de tus ovejas, para que aprendas a temer al SEÑOR tu Dios todos los días.

Y si el camino fuere tan largo que tú no puedas llevarlos por él, por estar lejos de ti el lugar que el SEÑOR tu Dios hubiere escogido para poner en él su nombre, cuando el SEÑOR tu Dios te bendijere,

Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, el extranjero, el huérfano, y la viuda, que hubiere en tus poblaciones, comerán y serán saciados; para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda obra de tus manos que hicieres.

Y ésta es la manera de la remisión: todo aquel que hizo préstamo de su mano, con que adeudó a su prójimo, lo soltará; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano; porque la remisión del SEÑOR es pregonada.

Ya que el SEÑOR tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces a muchos gentiles, mas tú no tomarás prestado; y te enseñorearás de muchos gentiles, pero de ti no se enseñorearán.

Si hubiere en ti mendigo de entre tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano mendigo.

Guárdate que no haya en tu corazón pensamiento de Belial, diciendo: Cerca está el año séptimo, el de la remisión; y tu ojo sea maligno sobre tu hermano menesteroso para no darle; porque él clamará contra ti al SEÑOR, y te será por pecado.

Cuando se vendiere a ti tu hermano hebreo o hebrea, y te hubiere servido seis años, al séptimo año le enviarás de ti libre.

Y cuando lo enviares de ti libre, no lo enviarás vacío.

Le abastecerás liberalmente de tus ovejas, de tu era, y de tu lagar; le darás de aquello en que el SEÑOR te hubiere bendecido.

Y te acordarás que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te rescató; por tanto yo te mando esto hoy.

Y será que, si él te dijere: No saldré de tu lado; porque te ama a ti y a tu casa, porque le va bien contigo;

No te parezca duro cuando le enviares libre de ti; que por la mitad del costo del jornalero te sirvió seis años; y el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo cuanto hicieres.

Santificarás al SEÑOR tu Dios todo primerizo macho que nacerá de tus vacas y de tus ovejas; no te sirvas del primerizo de tus vacas, ni trasquiles el primerizo de tus ovejas.

En tus poblaciones lo comerás; el inmundo lo mismo que el limpio comerán de él, como de un corzo o de un ciervo.

Guardarás el mes (de Abib) de los nuevos frutos, y harás pascua al SEÑOR tu Dios; porque en el mes de los nuevos frutos te sacó el SEÑOR tu Dios de Egipto de noche.

Y sacrificarás la pascua al SEÑOR tu Dios, de las ovejas y de las vacas, en el lugar que el SEÑOR escogiere para hacer habitar en él su nombre.

No comerás con ella leudo; siete días comerás con ella panes por leudar, pan de aflicción, porque aprisa saliste de tierra de Egipto; para que te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto todos los días de tu vida.

Y no parecerá levadura en ti, en todo tu término por siete días; y de la carne que matares a la tarde del primer día, no quedará hasta la mañana.

No podrás sacrificar la pascua en ninguna de tus ciudades, que el SEÑOR tu Dios te da;

sino en el lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre, sacrificarás la pascua por la tarde a la puesta del sol, al tiempo señalado cuando saliste de Egipto.

Siete días celebrarás fiesta solemne al SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR escogiere; porque te habrá bendecido el SEÑOR tu Dios en todos tus frutos, en toda obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre.

Tres veces cada año parecerá todo varón tuyo delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que él escogiere: en la fiesta solemne de los panes cenceños, y en la fiesta solemne de las semanas, en la fiesta solemne de los tabernáculos. Y no parecerá vacío delante del SEÑOR:

Cada uno con el don de su mano, conforme a la bendición del SEÑOR tu Dios, que te hubiere dado.

Jueces y alcaldes pondrás en todas las puertas de tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te dará en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con juicio de justicia.

No tuerzas el derecho; no hagas acepción de personas, ni tomes soborno; porque el soborno ciega los ojos de los sabios, y pervierte las palabras de los justos.

No plantarás bosque de ningún árbol cerca del altar del SEÑOR tu Dios, que te harás.

Cuando se hallare entre los tuyos, en alguna de tus ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, hombre, o mujer, que haya hecho mal en ojos del SEÑOR tu Dios traspasando su pacto,

y te fuere dado aviso, y, después que oyeres y hubieres indagado bien, la cosa parece de verdad cierta, que tal abominación ha sido hecha en Israel;

entonces sacarás al hombre o a la mujer que hubiere hecho esta mala cosa, a la puerta de la ciudad, hombre o mujer, y los apedrearás con piedras, y así morirán.

La mano de los testigos será primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Cuando alguna cosa te fuere difícil en el juicio entre sangre y sangre, entre causa y causa, y entre llaga y llaga, en negocios de rencillas en tus ciudades; entonces te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios escogiere;

Y harás según la palabra que ellos te enseñarán, los del lugar que el SEÑOR escogiere, y guardarás de hacer según todo lo que te enseñaren.

Según la palabra de la ley, que ellos te enseñaren, y según el juicio que te dijeren, harás: no te apartarás ni a diestra ni a siniestra de la palabra que te enseñaren.

Y el hombre que procediere con soberbia, no escuchando al sacerdote que está para ministrar allí delante del SEÑOR tu Dios, o al juez, el tal varón morirá; y quitarás el mal de Israel.

sin duda pondrás por rey sobre ti al que el SEÑOR tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti hombre extranjero, que no sea tu hermano.

Solamente que no se aumente de caballos, ni haga volver al pueblo a Egipto para aumentar caballos; porque el SEÑOR os ha dicho: No procuraréis de volver más por este camino.

Y será, que cuando se asentare sobre el trono de su reino, se hará escribir copia de esta segunda ley en un libro en presencia de los sacerdotes levitas;

y lo tendrá consigo, y leerá en él todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, para guardar todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para hacerlos.

Para que no se eleve su corazón sobre sus hermanos, ni se aparte del mandamiento a diestra ni a siniestra; para que tenga largos días en su reino, él y sus hijos, en medio de Israel.

Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán parte ni heredad con Israel; de las ofrendas encendidas al SEÑOR, y de la heredad de él comerán.

Y éste será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecieren en sacrificio buey o cordero; darán al sacerdote la espalda, las quijadas, y el cuajar.

Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás;

porque le ha escogido el SEÑOR tu Dios de todas tus tribus, para que esté para ministrar al nombre del SEÑOR, él y sus hijos todos los días.

Y cuando el levita saliere de alguna de tus ciudades de todo Israel, donde hubiere peregrinado, y viniere con todo el deseo de su alma al lugar que el SEÑOR escogiere,

Cuando hubieres entrado en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellos gentiles.

No sea hallado en tu tierra quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

Porque es abominación al SEÑOR cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el SEÑOR tu Dios los echó de delante de ti.

Porque estos gentiles que has de heredar, a agoreros y hechiceros oyen; pero a ti, no así te ha permitido el SEÑOR tu Dios.

Conforme a todas las cosas que pediste al SEÑOR tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz del SEÑOR mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Cuando el profeta hablare en nombre del SEÑOR, y no fuere la tal cosa, ni viniere, es palabra que el SEÑOR no ha hablado; con soberbia la habló el tal profeta; no tengas temor de él.

te apartarás tres ciudades en medio de tu tierra que el SEÑOR tu Dios te da para que la heredes.

Te arreglarás el camino, y dividirás en tres partes el término de tu tierra, que el SEÑOR tu Dios te dará en heredad, y será para que todo homicida huya allí.

Y éste es el caso del homicida que ha de huir allí, y vivirá: el que hiriere a su prójimo por yerro, que no le tenía enemistad desde ayer ni anteayer;

y el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y dio contra su prójimo, y murió; aquel huirá a una de estas ciudades, y vivirá.

Y si el SEÑOR tu Dios ensanchare tu término, como lo juró a tus padres, y te diere toda la tierra que dijo a tus padres que había de dar;

cuando guardaras todos estos mandamientos, que yo te mando hoy, para ponerlos por obra, que ames al SEÑOR tu Dios y andes en sus caminos todos los días, entonces añadirás otras tres ciudades a más de estas tres;

para que no sea derramada sangre inocente en medio de tu tierra, que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, y no sea sobre ti la sangre.

Mas cuando hubiere alguno que aborreciere a su prójimo, y lo acechare, y se levantare sobre él, y lo hiriere de muerte, y muriere, y huyere a alguna de estas ciudades;

entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del pariente vengador \'

No le perdonará tu ojo; y quitarás de Israel la culpa de la sangre inocente, y te irá bien.

entonces los dos hombres litigantes se presentarán delante del SEÑOR, delante de los sacerdotes y jueces que fueren en aquellos días;

haréis a él como él pensó hacer a su hermano; y quitarás el mal de en medio de ti.

Y los que quedaren oirán, y temerán, y no volverán más a cometer una maldad como ésta, en medio de ti.

Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y vieres caballos y carros, un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, que el SEÑOR tu Dios está contigo, el cual te sacó de tierra de Egipto.

y les dirá: Oye, Israel, vosotros os juntáis hoy en batalla contra vuestros enemigos; no se ablande vuestro corazón, no temáis, ni tengáis miedo, ni tampoco os desalentéis delante de ellos;

¿Y quién ha plantado viña, y no ha disfrutado de ella? Vaya, y vuelva a su casa, para que por ventura no muera en la batalla, y algún otro la disfrute.

Y volverán los alcaldes a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y cobarde de corazón? Vaya, y vuelva a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como su corazón.

Y será que, cuando los alcaldes acabaren de hablar al pueblo, entonces los capitanes de los ejércitos tomaran el mando delante del pueblo.

y el SEÑOR tu Dios la entregare en tu mano, entonces herirás a todo varón suyo a filo de espada.

Solamente las mujeres y los niños, y los animales, y todo lo que hubiere en la ciudad, todos sus despojos, tomarás para ti; y comerás del despojo de tus enemigos, los cuales el SEÑOR tu Dios te entregó.

Así harás a todas las ciudades que estuvieren muy lejos de ti, que no fueren de las ciudades de estos gentiles.

Solamente de las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida nada que respire;

Cuando pusieres cerco a alguna ciudad, peleando contra ella muchos días para tomarla, no destruyas su arboleda metiendo en ella hacha, porque de ella comerás; y no la talarás, (porque el árbol del campo es la vida del hombre) para emplearla en el cerco.

y será, que los ancianos de aquella ciudad, de la ciudad más cercana al muerto, tomarán una becerra que no haya servido, que no haya traído yugo;

y los ancianos de aquella ciudad traerán la becerra a un valle áspero, que nunca haya sido arado ni sembrado, y cortarán la cerviz a la becerra allí en el valle.

Y vendrán los sacerdotes hijos de Leví, porque a ellos escogió el SEÑOR tu Dios para que le sirvan, y para bendecir en nombre del SEÑOR; y por el dicho de ellos se determinará todo pleito y toda llaga.

Y todos los ancianos de aquella ciudad más cercana al muerto lavarán sus manos sobre la becerra degollada en el valle.

Reconcilia a tu pueblo Israel, al cual rescataste, oh SEÑOR; y no imputes la sangre inocente derramada en medio de tu pueblo Israel. Y la sangre les será perdonada.

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