20498 casos

'De' en la Biblia

Y sucederá que el que huya del ruido del terror, caerá en el foso, y el que salga del foso, será atrapado en el lazo; porque las ventanas de arriba están abiertas, y los cimientos de la tierra se estremecen.

Y sucederá en aquel día, que el SEÑOR castigará al ejército de lo alto en lo alto, y a los reyes de la tierra en la tierra.

Y serán agrupados en montón {como} prisioneros en un calabozo; serán encerrados en la cárcel y después de muchos días serán castigados.

Porque has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada, en una ruina; el palacio de extranjeros ya no es ciudad, nunca será reedificado.

Por eso te glorificará un pueblo fuerte, ciudades de crueles naciones te reverenciarán.

Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; pues el aliento de los crueles es como turbión {contra} el muro.

Como calor durante la sequía, tú aquietas el estruendo de los extranjeros; {como} el calor a la sombra de una nube, es acallado el cántico de los tiranos.

Y el SEÑOR de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos, un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano, {y} vino añejo refinado.

Y en medio de él, {Moab} extenderá sus manos como el nadador extiende {sus manos} para nadar, pero {el Señor} abatirá su arrogancia y la destreza de sus manos.

Y derribará las fortalezas inexpugnables de tus murallas, {las} humillará {y las} echará por tierra, hasta el polvo.

En aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá: Ciudad fuerte tenemos; para protección El pone murallas y baluartes.

La hollará el pie: los pies de los afligidos, las pisadas de los desvalidos.

Ciertamente, {siguiendo} la senda de tus juicios, oh SEÑOR, te hemos esperado; tu nombre y tu memoria son el anhelo del alma.

En la noche te desea mi alma, en verdad mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia; porque cuando la tierra tiene {conocimiento} de tus juicios, aprenden justicia los habitantes del mundo.

{Aunque} se le muestre piedad al impío, no aprende justicia; obra injustamente en tierra de rectitud, y no ve la majestad del SEÑOR.

Oh SEÑOR, Dios nuestro, otros señores fuera de ti nos han gobernado; {pero} en ti solo confesamos tu nombre.

Los muertos no vivirán, los espíritus no se levantarán, pues los castigaste y destruiste, y has borrado todo recuerdo de ellos.

Has aumentado la nación, oh SEÑOR, has aumentado la nación, te has glorificado, has ensanchado todos los límites de la tierra.

Como la mujer encinta, al acercarse el {momento de} dar a luz, se retuerce {y} grita en sus dolores de parto, así éramos nosotros delante de ti, oh SEÑOR.

Porque he aquí, el SEÑOR va a salir de su lugar para castigar la iniquidad de los habitantes de la tierra, y la tierra pondrá de manifiesto su sangre derramada y no ocultará más a sus asesinados.

En los días venideros Jacob echará raíces, Israel florecerá y brotará, y llenará el mundo entero de fruto.

¿Acaso con la herida del que lo hirió fue herido, o como {con} la matanza de sus muertos fue muerto?

Así pues, con esto la iniquidad de Jacob será perdonada, y este será todo el fruto del perdón de su pecado: cuando haga todas las piedras del altar como piedras de cal pulverizadas; {cuando} no estén en pie las Aseras y los altares de incienso.

Porque solitaria está la ciudad fortificada, una morada desamparada y abandonada como un desierto; allí pastará el becerro, y allí se echará y se alimentará de sus ramas.

Cuando su ramaje está seco, es quebrado, vienen las mujeres {y} le prenden fuego. Porque no es pueblo de discernimiento, por tanto su Hacedor no le tendrá compasión, y su Creador no tendrá piedad de él.

Y sucederá en aquel día que el SEÑOR trillará desde la corriente del Eufrates hasta el torrente de Egipto, y vosotros seréis recogidos uno a uno, oh hijos de Israel.

Sucederá también en aquel día que se tocará una gran trompeta, y los que perecían en la tierra de Asiria y los desterrados en la tierra de Egipto, vendrán y adorarán al SEÑOR en el monte santo en Jerusalén.

¿Ay de la corona de arrogancia de los ebrios de Efraín, y de la flor marchita de su gloriosa hermosura, que está sobre la cabeza del valle fértil de los vencidos por el vino!

He aquí que uno, fuerte y poderoso, de parte del Señor, como tormenta de granizo, tempestad destructora, como tormenta de violentas aguas desbordadas, {los} ha lanzado a tierra con {su} mano.

Y la flor marchita de su gloriosa hermosura, que está sobre la cabeza del valle fértil, será como el primer higo maduro antes del verano, el cual uno ve, {y} tan pronto está en su mano se lo traga.

Porque todas las mesas están llenas de vómito asqueroso, sin un {solo} lugar {limpio.}

¿A quién enseñará conocimiento, o a quién interpretará el mensaje? ¿A los {recién} destetados? ¿A los {recién} quitados de los pechos?

Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será: Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, línea sobre línea, línea sobre línea, un poco aquí, un poco allá, para que vayan y caigan de espaldas, se quiebren {los huesos,} y sean enlazados y apresados.

Por tanto, oíd la palabra del SEÑOR, oh escarnecedores, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén.

Porque habéis dicho: Hemos hecho un pacto con la muerte, hemos hecho un convenio con el Seol; cuando pase el azote abrumador, no nos alcanzará, porque hemos hecho de la mentira nuestro refugio y en el engaño nos hemos escondido.

Pondré el juicio por medida, y la justicia por nivel; el granizo barrerá el refugio de la mentira, y las aguas cubrirán el escondite.

Cuantas veces pase, os arrebatará, porque pasará mañana tras mañana, de día y de noche; y será terrible espanto el comprender el mensaje.

Porque el SEÑOR se levantará como en el monte Perazim, se enojará como en el valle de Gabaón, para hacer su tarea, su extraña tarea, y para hacer su obra, su extraordinaria obra.

Y ahora, no continuéis como escarnecedores, no sea que se hagan más fuertes vuestros grillos, pues de parte del Señor, DIOS de los ejércitos, he oído de una destrucción decretada sobre la tierra.

¿No allana su superficie y siembra eneldo y esparce comino, y siembra trigo en hileras, cebada en su debido lugar, y centeno dentro de sus límites?

Pues no se trilla el eneldo con el trillo, ni se hace girar la rueda de carreta sobre el comino; sino que con vara se sacude el eneldo, y con palo el comino.

El grano es triturado, pero no se le seguirá trillando indefinidamente; debido a que la rueda de la carreta y sus caballos {lo} dañarán, no se le triturará {más.}

Y traeré angustias a Ariel, y será {una ciudad} de lamento y de duelo; será para mí como un Ariel.

Acamparé contra ti rodeándote, pondré contra ti vallas de asedio, y levantaré contra ti baluartes.

Entonces serás humillada, desde el suelo hablarás, y desde el polvo {donde} estás postrada {saldrá} tu habla. Tu voz será también como la de un espíritu de la tierra, y desde el polvo susurrará tu habla.

Pero la multitud de tus enemigos será como polvo fino, y la multitud de los crueles como paja que se va volando; sucederá en un instante, de repente.

Serás castigada por el SEÑOR de los ejércitos con truenos y terremotos y gran ruido, {con} torbellino y tempestad y con llama de fuego consumidor.

Y será como un sueño, una visión nocturna, la multitud de todas las naciones que combaten contra Ariel, todos los que combaten contra ella y su fortaleza, y los que la afligen.

Y será como cuando un hambriento sueña, y he aquí, está comiendo; pero cuando despierta, su hambre no ha sido satisfecha. O como cuando un sediento sueña, y he aquí, está bebiendo; pero cuando despierta, he aquí, está desfallecido, y su sed no ha sido aplacada. Así será la multitud de todas las naciones que combaten contra el monte Sion.

Porque el SEÑOR ha derramado sobre vosotros espíritu de sueño profundo, El ha cerrado vuestros ojos: los profetas, y ha cubierto vuestras cabezas: los videntes.

Y toda la visión será para vosotros como las palabras de un libro sellado, que cuando se le da al que sabe leer, diciéndole: Lee esto, por favor; y él dirá: No puedo, porque está sellado.

por tanto, he aquí, volveré a hacer maravillas con este pueblo, prodigiosas maravillas; y perecerá la sabiduría de sus sabios, y se eclipsará el entendimiento de sus entendidos.

¿Ay de los que van muy hondo para esconder sus planes al SEÑOR, y realizan sus obras en tinieblas y dicen: ¿Quién nos ve, o quién nos conoce?

En aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la oscuridad y desde las tinieblas los ojos de los ciegos verán.

Los afligidos aumentarán también {su} alegría en el SEÑOR, y los necesitados de la humanidad se regocijarán en el Santo de Israel.

Por tanto el SEÑOR, que redimió a Abraham, dice así acerca de la casa de Jacob: Jacob no será ahora avergonzado, ni palidecerá ahora su rostro;

porque cuando vea a sus hijos, la obra de mis manos, en medio suyo, ellos santificarán mi nombre; ciertamente, santificarán al Santo de Jacob, y tendrán temor al Dios de Israel.

Los que descienden a Egipto sin consultarme, para refugiarse al amparo de Faraón, y buscar abrigo a la sombra de Egipto.

El amparo de Faraón será vuestra vergüenza, y el abrigo a la sombra de Egipto, vuestra humillación.

Todos se avergonzarán a causa de un pueblo que no les trae provecho, {no les sirve} de ayuda ni de utilidad, sino de vergüenza y también de oprobio.

Profecía sobre las bestias del Neguev. Por tierra de tribulación y angustia, de donde {vienen} la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora, llevan sus riquezas sobre lomos de pollinos y sus tesoros sobre gibas de camellos, a un pueblo que no {les} traerá provecho,

Ahora ve, escríbelo en una tablilla delante de ellos y grábalo en un rollo, para que sirva en el día postrero como testigo para siempre.

Apartaos del camino, desviaos de la senda, no oigamos más acerca del Santo de Israel.

Por tanto, así dice el Santo de Israel: Ya que habéis desechado esta palabra, y habéis confiado en la opresión y en el engaño, y os habéis apoyado en ellos,

por eso esta iniquidad será para vosotros como muro agrietado a punto de caer, {como} abultamiento en una pared alta, cuya caída viene de repente, en un instante.

Su caída es como el romper de una vasija de alfarero, despedazada sin piedad; no se halla entre sus pedazos ni un tiesto para tomar fuego del hogar o para sacar agua de una cisterna.

Mil {huirán} ante la amenaza de uno {solo,} ante la amenaza de cinco huiréis; hasta que seáis dejados como una enseña en la cima de un monte, y como señal sobre una colina.

Por tanto, el SEÑOR espera para tener piedad de vosotros, y por eso se levantará para tener compasión de vosotros. Porque el SEÑOR es un Dios de justicia; ¿cuán bienaventurados son todos los que en El esperan!

Oh pueblo de Sion, morador de Jerusalén, no llorarás más. Ciertamente se apiadará de ti a la voz de tu clamor; cuando la oiga, te responderá.

Y profanarás tus imágenes talladas recubiertas de plata, y tus imágenes fundidas revestidas de oro. Las esparcirás como cosa inmunda, {y} les dirás: ¡Fuera de aquí!

Entonces El dará lluvia para la semilla que sembrarás en la tierra, y pan del producto de la tierra, y será rico y abundante. En aquel día tus ganados serán apacentados en espaciosos pastizales.

Sobre todo monte alto y sobre toda colina elevada habrá arroyos de aguas perennes el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.

Y será la luz de la luna como la luz del sol, y la luz del sol será siete veces {mayor,} como la luz de siete días, el día que el SEÑOR ponga una venda en la fractura de su pueblo y cure la llaga que El ha causado.

He aquí, el nombre del SEÑOR viene de lejos; ardiente es su ira, y denso es {su} humo. Sus labios están llenos de indignación, su lengua es como fuego consumidor,

y su aliento como un torrente desbordado que llega hasta el cuello, para zarandear a las naciones en una zaranda de destrucción, y {poner} la brida que conduce a la ruina en las mandíbulas de los pueblos.

Tendréis cánticos como en la noche en que celebráis la fiesta, y alegría de corazón como cuando uno marcha al son de la flauta, para ir al monte del SEÑOR, a la Roca de Israel.

Y el SEÑOR hará oír la majestad de su voz, y dejará ver el descenso de su brazo con furia de ira y llama de fuego consumidor, con turbión, aguacero y piedra de granizo.

Y cada golpe de la vara de castigo que el SEÑOR descargue sobre ella, será al son de panderos y liras; y en batallas, blandiendo armas, El peleará contra ellos.

Porque Tofet está preparado desde hace tiempo, ciertamente, ha sido dispuesto para el rey. El lo ha hecho profundo y ancho, una pira de fuego con abundante leña; el soplo del SEÑOR, como torrente de azufre, lo enciende.

Pero El también es sabio y traerá el mal, y no se retractará de sus palabras; sino que se levantará contra la casa de los malhechores y contra la ayuda de los que obran iniquidad.

Porque así me dice el SEÑOR: Tal como gruñe el león o el leoncillo sobre su presa, contra el que se reúne una multitud de pastores, {y} no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud, así descenderá el SEÑOR de los ejércitos para combatir sobre el monte Sion y sobre su collado.

Como aves que vuelan, así protegerá el SEÑOR de los ejércitos a Jerusalén; {la} protegerá y {la} librará, {la} perdonará y {la} rescatará.

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