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'De' en la Biblia

Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Judá conforme a sus familias.

Y las ciudades al extremo de la tribu de los hijos de Judá, hacia la frontera de Edom en el sur, fueron: Cabseel, Edar, Jagur,

desde Ecrón hasta el mar, todas las que estaban cerca de Asdod, con sus aldeas.

Asdod, sus pueblos y sus aldeas; Gaza, sus pueblos y sus aldeas; hasta el torrente de Egipto y el mar Grande y {sus} costas.

Nibsán, la Ciudad de la Sal y Engadi; seis ciudades con sus aldeas.

Mas a los jebuseos, habitantes de Jerusalén, los hijos de Judá no pudieron expulsarlos; por tanto, los jebuseos habitan hasta hoy en Jerusalén con los hijos de Judá.

Tocó en suerte a los hijos de José desde el Jordán {frente a} Jericó (las aguas de Jericó) al oriente, hacia el desierto, subiendo desde Jericó por la región montañosa a Betel.

Seguía desde Betel a Luz, y continuaba hasta la frontera de los arquitas en Atarot.

Y descendía hacia el occidente al territorio de los jafletitas, hasta el territorio de Bet-horón de abajo, y hasta Gezer, y terminaba en el mar.

Recibieron, pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.

Y {este} fue el territorio de los hijos de Efraín conforme a sus familias: el límite de su heredad hacia el oriente era Atarot-adar, hasta Bet-horón de arriba.

Y el límite iba hacia el occidente en Micmetat al norte, girando hacia el oriente en Taanat-silo, y continuaba {más allá} al oriente de Janoa.

Descendía de Janoa a Atarot y a Naarat, llegaba a Jericó y salía al Jordán.

De Tapúa el límite continuaba hacia el occidente hasta el arroyo de Caná, y terminaba en el mar. Esta es la heredad de la tribu de los hijos de Efraín, conforme a sus familias,

{junto} con las ciudades que fueron apartadas para los hijos de Efraín en medio de la heredad de los hijos de Manasés, todas las ciudades con sus aldeas.

Pero no expulsaron a los cananeos que habitaban en Gezer; por tanto, los cananeos habitan en medio de Efraín hasta hoy, pero fueron sometidos a trabajos forzados.

Esta fue la suerte {que le tocó} a la tribu de Manasés, porque él era el primogénito de José: a Maquir, primogénito de Manasés, padre de Galaad, por cuanto era hombre de guerra, se le otorgó Galaad y Basán;

y echaron suertes para el resto de los hijos de Manasés conforme a sus familias: para los hijos de Abiezer, para los hijos de Helec, para los hijos de Asriel, para los hijos de Siquem, para los hijos de Hefer y para los hijos de Semida; estos {eran} los descendientes varones de Manasés, hijo de José, conforme a sus familias.

Sin embargo, Zelofehad, hijo de Hefer, hijo de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, no tenía hijos, sino sólo hijas; y estos son los nombres de sus hijas: Maala, Noa, Hogla, Milca y Tirsa.

Y ellas vinieron delante del sacerdote Eleazar, delante de Josué, hijo de Nun, y delante de los principales, diciendo: El SEÑOR mandó a Moisés que nos diera una heredad entre nuestros hermanos. Así que según el mandato del SEÑOR, él les dio heredad entre los hermanos de su padre.

Y a Manasés le tocaron diez porciones, además de la tierra de Galaad y Basán que está al otro lado del Jordán,

porque las hijas de Manasés recibieron heredad entre sus hijos. Y la tierra de Galaad perteneció al resto de los hijos de Manasés.

Y el límite de Manasés se extendía desde Aser hasta Micmetat, que estaba al oriente de Siquem; entonces el límite iba hacia el sur hasta los habitantes de En-tapúa.

La tierra de Tapúa pertenecía a Manasés, pero Tapúa en el límite con Manasés {pertenecía} a los hijos de Efraín.

Y el límite descendía hasta el arroyo de Caná, hacia el sur del arroyo (estas ciudades {pertenecían} a Efraín entre las ciudades de Manasés). Y el límite de Manasés {estaba} al lado norte del arroyo, y terminaba en el mar.

En Isacar y en Aser, Manasés tenía Bet-seán y sus aldeas, Ibleam y sus aldeas, los habitantes de Dor y sus aldeas, los habitantes de Endor y sus aldeas, los habitantes de Taanac y sus aldeas, y los habitantes de Meguido y sus aldeas; la tercera es Náfet.

Pero los hijos de Manasés no pudieron tomar posesión de estas ciudades, porque los cananeos persistieron en habitar en esa tierra.

Y sucedió que cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, sometieron a los cananeos a trabajos forzados, pero no los expulsaron totalmente.

Entonces los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué me has dado sólo una suerte y una porción como heredad, siendo yo un pueblo numeroso que hasta ahora el SEÑOR ha bendecido?

Y Josué les dijo: Si sois pueblo tan numeroso, subid al bosque y limpiad un lugar para vosotros allí en la tierra de los ferezeos y los refaítas, ya que la región montañosa de Efraín es demasiado estrecha para vosotros.

Y los hijos de José respondieron: La región montañosa no es suficiente para nosotros, y todos los cananeos que viven en la tierra del valle tienen carros de hierro, tanto los que están en Bet-seán y sus aldeas, como los que están en el valle de Jezreel.

Y habló Josué a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Eres un pueblo numeroso y tienes gran poder; no te tocará {sólo} una suerte,

sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque, la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tengan carros de hierro {y} aunque sean fuertes.

Entonces toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y levantaron allí la tienda de reunión; y la tierra estaba sometida delante de ellos.

Y quedaban siete tribus de los hijos de Israel que no habían repartido su heredad.

Dijo, pues, Josué a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo pospondréis el entrar a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os ha dado?

Escoged tres hombres de cada tribu, a quienes yo enviaré, y ellos se levantarán y recorrerán la tierra, y harán una descripción de ella según su heredad; entonces volverán a mí.

Y la dividirán en siete partes; Judá se quedará en su territorio en el sur, y la casa de José se quedará en su territorio en el norte.

Pues los levitas no tienen porción entre vosotros porque el sacerdocio del SEÑOR es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del SEÑOR.

Y Josué les echó suertes en Silo delante del SEÑOR, y allí Josué repartió la tierra a los hijos de Israel conforme a sus divisiones.

Y salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre los hijos de Judá y los hijos de José.

Y su límite por el lado norte comenzaba en el Jordán, subía por el lado de Jericó al norte, ascendía por la región montañosa hacia el occidente y terminaba en el desierto de Bet-avén.

De allí el límite seguía hasta Luz, por el lado sur de Luz, es decir, Betel; y el límite bajaba hasta Atarot-adar, cerca del monte que está al sur de Bet-horón de abajo.

Y el límite doblaba {allí} y se extendía hacia el sur por el lado occidental, desde el monte que está frente a Bet-horón hacia el sur; y terminaba en Quiriat-baal, es decir, Quiriat-jearim, ciudad de los hijos de Judá. Este {era} el límite occidental.

Y por el lado sur, desde el extremo de Quiriat-jearim, el límite seguía hacia el occidente e iba hasta la fuente de las aguas de Neftoa.

Entonces el límite bajaba hasta la orilla del monte que está en el valle de Ben-hinom, que está en el valle de Refaim hacia el norte; y bajaba al valle de Hinom, hasta la ladera del jebuseo hacia el sur, y bajaba hasta En-rogel.

Luego doblaba hacia el norte e iba hasta En-semes y hasta Gelitot, que está frente a la subida de Adumín, y bajaba hasta la piedra de Bohán, hijo de Rubén,

El límite seguía por el lado de Bet-hogla hacia el norte, y terminaba en la bahía norte del mar Salado, en el extremo sur del Jordán. Este {era} el límite sur.

El Jordán era su límite al lado oriental. Esta {fue} la heredad de los hijos de Benjamín, conforme a sus familias {y} conforme a sus límites alrededor.

Y las ciudades de la tribu de los hijos de Benjamín, conforme a sus familias, eran: Jericó, Bet-hogla, Emec-casis,

Zela, Elef, Jebús, es decir, Jerusalén, Guibeá y Quiriat; catorce ciudades con sus aldeas. Esta {fue} la heredad de los hijos de Benjamín conforme a sus familias.

La segunda suerte tocó a Simeón, a la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias, y su heredad estaba en medio de la heredad de los hijos de Judá.

y todas las aldeas que {estaban} alrededor de estas ciudades hasta Baalat-beer, Ramat del Neguev. Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Simeón conforme a sus familias.

La heredad de los hijos de Simeón {se tomó} de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos; los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.

La tercera suerte tocó a los hijos de Zabulón conforme a sus familias. Y el territorio de su heredad llegaba hasta Sarid.

Luego doblaba desde Sarid al oriente hacia la salida del sol hasta el límite de Quislot-tabor, seguía hasta Daberat y subía hasta Jafía.

Esta {fue} la heredad de los hijos de Zabulón conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La cuarta suerte tocó a Isacar, a los hijos de Isacar conforme a sus familias.

Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Isacar conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La quinta suerte tocó a la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias.

Y el límite doblaba hacia Ramá y la ciudad fortificada de Tiro; entonces el límite doblaba hacia Hosa y terminaba en el mar por la región de Aczib.

Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Aser conforme a sus familias, estas ciudades con sus aldeas.

La sexta suerte tocó a los hijos de Neftalí; a los hijos de Neftalí conforme a sus familias.

Y su límite era desde Helef, desde la encina de Saananim, Adami-neceb y Jabneel hasta Lacum; y terminaba en el Jordán.

Entonces el límite doblaba al occidente hacia Aznot-tabor, y de allí seguía a Hucoc; alcanzaba a Zabulón en el sur, tocaba a Aser en el occidente y a Judá en el Jordán hacia el oriente.

Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Neftalí conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

La séptima suerte tocó a la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias.

Y el territorio de su herencia fue: Zora, Estaol, Irsemes,

Pero el territorio de los hijos de Dan continuaba más allá de éstas; porque los hijos de Dan subieron y lucharon contra Lesem y la capturaron. Y la hirieron a filo de espada, la poseyeron y se establecieron en ella; y a Lesem la llamaron Dan, según el nombre de Dan su padre.

Esta {fue} la heredad de la tribu de los hijos de Dan conforme a sus familias; estas ciudades con sus aldeas.

Cuando terminaron de repartir la tierra en heredad según sus límites, los hijos de Israel dieron heredad en medio de ellos a Josué, hijo de Nun.

De acuerdo con el mandato del SEÑOR le dieron la ciudad que él pidió, Timnat-sera, en la región montañosa de Efraín. Y él reconstruyó la ciudad y se estableció en ella.

Estas son las heredades que el sacerdote Eleazar, Josué, hijo de Nun, y los jefes de las casas de las tribus de los hijos de Israel repartieron por suertes en Silo, en presencia del SEÑOR, a la entrada de la tienda de reunión. Así terminaron de repartir la tierra.

Habla a los hijos de Israel, y diles: ``Designad las ciudades de refugio de las cuales os hablé por medio de Moisés,

para que huya allí el homicida que haya matado a cualquier persona sin intención {y} sin premeditación; ellas os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.

``Huirá a una de estas ciudades, se presentará a la entrada de la puerta de la ciudad y expondrá su caso a oídos de los ancianos de la ciudad; {éstos} lo llevarán con ellos dentro de la ciudad y le darán un lugar para que habite en medio de ellos.

``Y si el vengador de la sangre lo persigue, ellos no entregarán al homicida en su mano, porque hirió a su prójimo sin premeditación y sin odiarlo de antemano.

``Y habitará en esa ciudad hasta que comparezca en juicio delante de la congregación, {y} hasta la muerte del que sea sumo sacerdote en aquellos días. Entonces el homicida volverá a su ciudad y a su casa, a la ciudad de donde huyó."

Y ellos separaron a Cedes en Galilea, en la región montañosa de Neftalí, y a Siquem en la región montañosa de Efraín, y a Quiriat-arba, es decir, Hebrón, en la región montañosa de Judá.

Y más allá del Jordán, al oriente de Jericó, designaron a Beser en el desierto, en la llanura de la tribu de Rubén, a Ramot en Galaad, de la tribu de Gad, y a Golán en Basán, de la tribu de Manasés.

Estas fueron las ciudades designadas para todos los hijos de Israel y para el forastero que resida entre ellos, para que cualquiera que hubiera matado a cualquier persona sin intención, pudiera huir allí, y no muriera a mano del vengador de la sangre hasta que hubiera comparecido ante la congregación.

Los jefes de las casas de los levitas se acercaron al sacerdote Eleazar, a Josué, hijo de Nun, y a los jefes de las casas de las tribus de los hijos de Israel,

y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: El SEÑOR ordenó por medio de Moisés que se nos dieran ciudades donde habitar, con sus tierras de pasto para nuestro ganado.

Entonces los hijos de Israel dieron de su heredad a los levitas estas ciudades con sus tierras de pasto, de acuerdo al mandato del SEÑOR.

Y la suerte cayó en las familias de los coatitas. Y a los hijos del sacerdote Aarón, que eran de los levitas, les tocaron en suerte trece ciudades de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la tribu de Benjamín;

y al resto de los hijos de Coat les tocaron en suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés.

A los hijos de Gersón les tocaron en suerte trece ciudades de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán.

A los hijos de Merari les tocaron, según sus familias, doce ciudades de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón.

Y los hijos de Israel dieron por suerte a los levitas estas ciudades con sus tierras de pasto, como el SEÑOR había ordenado por medio de Moisés.

Les dieron estas ciudades que {aquí} se mencionan por nombre, de la tribu de los hijos de Judá y de la tribu de los hijos de Simeón;

y fueron para los hijos de Aarón, una de las familias de los coatitas, de los hijos de Leví, porque la suerte {fue} de ellos primero.

Les dieron Quiriat-arba, {siendo Arba} el padre de Anac, es decir, Hebrón, en la región montañosa de Judá, con las tierras de pasto alrededor.

Mas los campos de la ciudad y sus aldeas los dieron a Caleb, hijo de Jefone, como propiedad suya.

Y a los hijos del sacerdote Aarón les dieron Hebrón, la ciudad de refugio para el homicida, con sus tierras de pasto, Libna con sus tierras de pasto,

Jatir con sus tierras de pasto, Estemoa con sus tierras de pasto,

Holón con sus tierras de pasto, Debir con sus tierras de pasto,

Aín con sus tierras de pasto, Juta con sus tierras de pasto {y} Bet-semes con sus tierras de pasto; nueve ciudades de estas dos tribus.

Y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus tierras de pasto, Geba con sus tierras de pasto,

Anatot con sus tierras de pasto y Almón con sus tierras de pasto; cuatro ciudades.

Todas las ciudades de los sacerdotes, hijos de Aarón, eran trece ciudades con sus tierras de pasto.

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