20498 casos

'De' en la Biblia

Y {David} hizo para sí casas en la ciudad de David, y preparó un lugar para el arca de Dios y levantó una tienda para ella.

Entonces David dijo: Nadie ha de llevar el arca de Dios sino los levitas; porque el SEÑOR los escogió para llevar el arca de Dios y servirle para siempre.

Y reunió David a los hijos de Aarón y a los levitas:

de los hijos de Coat: Uriel el jefe, y ciento veinte de sus parientes;

de los hijos de Merari: Asaías el jefe, y doscientos veinte de sus parientes;

de los hijos de Gersón: Joel el jefe, y ciento treinta de sus parientes;

de los hijos de Elizafán: Semaías el jefe, y doscientos de sus parientes;

de los hijos de Hebrón: Eliel el jefe, y ochenta de sus parientes;

de los hijos de Uziel: Aminadab el jefe, y ciento doce de sus parientes.

y les dijo: Vosotros sois los jefes de las {casas} paternas de los levitas; santificaos, tanto vosotros como vuestros parientes, para que subáis el arca del SEÑOR, Dios de Israel, al {lugar} que le he preparado.

Se santificaron, pues, los sacerdotes y los levitas para subir el arca del SEÑOR, Dios de Israel.

Y los hijos de los levitas llevaron el arca de Dios sobre sus hombros, con las barras puestas, como Moisés había ordenado conforme a la palabra del SEÑOR.

Entonces David habló a los jefes de los levitas para que designaran a sus parientes los cantores, con instrumentos de música, arpas, liras y címbalos muy resonantes, alzando la voz con alegría.

Y los levitas designaron a Hemán, hijo de Joel; y de sus parientes, a Asaf, hijo de Berequías; y de los hijos de Merari, sus parientes, a Etán, hijo de Cusaías,

Los cantores Hemán, Asaf y Etán {fueron designados} para hacer resonar címbalos de bronce;

Y Quenanías, jefe de los levitas, estaba {a cargo del} canto; él dirigía el canto, porque era hábil.

Y Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaía y Eliezer, los sacerdotes, tocaban las trompetas delante del arca de Dios. Obed-edom y Jehías también {eran} porteros del arca.

Fue, pues, David con los ancianos de Israel y los capitanes sobre miles a traer con alegría el arca del pacto del SEÑOR desde la casa de Obed-edom.

David iba vestido de un manto de lino fino, también todos los levitas que llevaban el arca, asimismo los cantores y Quenanías, director de canto {entre} los cantores. David además llevaba encima un efod de lino.

Así todo Israel iba subiendo el arca del pacto del SEÑOR con aclamaciones, con sonido de bocina, con trompetas, con címbalos muy resonantes, con arpas y liras.

Y sucedió que cuando el arca del pacto del SEÑOR entró en la ciudad de David, Mical, hija de Saúl, miró por la ventana, y vio al rey David saltando y regocijándose; y lo despreció en su corazón.

Y trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Dios.

Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del SEÑOR.

Y repartió a todos en Israel, tanto hombre como mujer, a cada uno una torta de pan, una porción {de carne} y una torta de pasas.

Y designó a algunos levitas {como} ministros delante del arca del SEÑOR, para que celebraran, dieran gracias y alabaran al SEÑOR, Dios de Israel:

Asaf el jefe, y segundo después de él, Zacarías; {después} Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel, con instrumentos musicales, arpas, liras; también Asaf {tocaba} címbalos muy resonantes,

y los sacerdotes Benaía y Jahaziel {tocaban} trompetas continuamente delante del arca del pacto de Dios.

Entonces en aquel día David, por primera vez, puso en manos de Asaf y sus parientes {este salmo} para dar gracias al SEÑOR:

Cantadle, cantadle alabanzas; hablad de todas sus maravillas.

Recordad las maravillas que El ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca,

{del pacto} que hizo con Abraham, y de su juramento a Isaac.

diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad.

y vagaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo,

Cantad al SEÑOR, toda la tierra; proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación.

Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, mas el SEÑOR hizo los cielos.

Tributad al SEÑOR, oh familias de los pueblos, tributad al SEÑOR gloria y poder.

Entonces decid: Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación, y júntanos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.

Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad. Entonces todo el pueblo dijo: Amén; y alabó al SEÑOR.

Y dejó allí, delante del arca del pacto del SEÑOR, a Asaf y a sus parientes para ministrar continuamente delante del arca, según demandaba el trabajo de cada día;

y a Obed-edom con sus sesenta y ocho parientes; a Obed-edom, también hijo de Jedutún, y a Hosa como porteros.

Con ellos {estaban} también Hemán y Jedutún {con} trompetas y címbalos para los que harían resonancia, y {con} instrumentos {para} los cánticos de Dios, y {designó a} los hijos de Jedutún para la puerta.

Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.

Y sucedió que esa misma noche la palabra de Dios vino a Natán, diciendo:

`No he morado en una casa desde el día en que hice subir a Israel hasta hoy, sino que he ido de tienda en tienda y de morada {en morada}.

`En todos los lugares donde he andado con todo Israel, ¿he hablado alguna palabra con alguno de los jueces de Israel, a quienes mandé apacentar a mi pueblo, diciendo: ``Por qué no me habéis edificado una casa de cedro?"'"

Ahora pues, así dirás a mi siervo David: ``Así dice el SEÑOR de los ejércitos: `Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel.

`He estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra.

`Y sucederá que cuando se cumplan tus días para que vayas {a estar} con tus padres, levantaré {a uno} de tus descendientes después de ti, que será de tus hijos; y estableceré su reino.

`Yo seré padre para él y él será hijo para mí; y no quitaré de él mi misericordia, como la quité de aquel que estaba antes de ti.

Y {aun} esto fue poco ante tus ojos, oh Dios, pues {también} has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano, y me has considerado conforme a la medida de un hombre excelso, oh SEÑOR Dios.

Oh SEÑOR, no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos.

¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual Dios vino a redimir {como} pueblo para sí, a fin de darte un nombre {por medio} de cosas grandes y terribles, al echar naciones de delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto?

Y ahora, SEÑOR, que la palabra que tú has hablado acerca de tu siervo y acerca de su casa sea afirmada para siempre, y haz según has hablado.

Y sea confirmado y engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: ``El SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, es Dios para Israel; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti."

Porque tú, Dios mío, has revelado a tu siervo que le edificarás una casa; por tanto tu siervo ha hallado {ánimo} para orar delante de ti.

Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca para siempre delante de ti; porque tú, SEÑOR, {la} has bendecido, y es bendecida para siempre.

Después de esto, sucedió que David derrotó a los filisteos y los sometió, y tomó Gat y sus aldeas de mano de los filisteos.

Y derrotó a Moab, y los moabitas fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo.

David derrotó también a Hadad-ezer, rey de Soba, {cerca de} Hamat, cuando éste iba a establecer su dominio en el río Eufrates.

David le tomó mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil soldados de a pie; David desjarretó todos los caballos de los carros, pero dejó {suficientes} de ellos para cien carros.

Cuando vinieron los arameos de Damasco en ayuda de Hadad-ezer, rey de Soba, David mató a veintidós mil hombres de los arameos.

Entonces David puso {guarniciones} en Aram de Damasco; y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.

Tomó David los escudos de oro que llevaban los siervos de Hadad-ezer, y los trajo a Jerusalén.

Asimismo tomó David una gran cantidad de bronce de Tibhat y de Cun, ciudades de Hadad-ezer, con el cual Salomón hizo el mar de bronce, las columnas y los utensilios de bronce.

Y cuando Tou, rey de Hamat, oyó que David había derrotado a todo el ejército de Hadad-ezer, rey de Soba,

envió a su hijo Adoram al rey David para saludarlo y bendecirlo, porque había peleado contra Hadad-ezer y lo había derrotado, pues Hadad-ezer había estado en guerra con Tou. Y {Adoram trajo} toda clase de objetos de oro, de plata y de bronce,

que el rey David dedicó también al SEÑOR, junto con la plata y el oro que había tomado de todas estas naciones: de Edom, de Moab, de los hijos de Amón, de los filisteos y de Amalec.

Además Abisai, hijo de Sarvia, derrotó a dieciocho mil edomitas en el valle de la Sal.

Puso guarniciones en Edom, y todos los edomitas fueron siervos de David. Y el SEÑOR daba la victoria a David dondequiera que iba.

Joab, hijo de Sarvia, {era} jefe del ejército; y Josafat, hijo de Ahilud, {era} cronista;

y Sadoc, hijo de Ahitob, y Abimelec, hijo de Abiatar, {eran} sacerdotes, y Savsá {era} escriba;

y Benaía, hijo de Joiada, {era} jefe de los cereteos y peleteos; y los hijos de David {eran} los primeros junto al rey.

Sucedió después de esto que murió Nahas, rey de los hijos de Amón, y su hijo reinó en su lugar.

Y David dijo: Seré bondadoso con Hanún, hijo de Nahas, porque su padre fue bondadoso conmigo. Envió, pues, David mensajeros para consolarlo por {la muerte de} su padre. Pero cuando los siervos de David llegaron a la tierra de los amonitas a {ver a} Hanún para consolarlo,

los príncipes de los amonitas dijeron a Hanún: ¿Crees tú que David está honrando a tu padre porque te ha enviado consoladores? ¿No han venido a ti sus siervos para reconocer, para destruir y para espiar la tierra?

Entonces Hanún tomó a los siervos de David y los rapó, les cortó los vestidos por la mitad hasta las caderas, y los despidió.

Y {algunos} fueron y le avisaron a David acerca de los hombres. Y él envió {gente} a su encuentro, porque los hombres estaban muy humillados. Y el rey dijo: Quedaos en Jericó hasta que os crezca la barba, y {después} volved.

Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, Hanún y los hijos de Amón enviaron mil talentos de plata para tomar a sueldo carros y hombres de a caballo de Mesopotamia, de Aram-maaca y de Soba.

Y tomaron a sueldo treinta y dos mil carros, y al rey de Maaca y a su pueblo, los cuales vinieron y acamparon delante de Medeba. También los hijos de Amón se reunieron desde sus ciudades y vinieron a la batalla.

Cuando David se enteró, envió a Joab y a todo el ejército de los valientes.

Y los hijos de Amón salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, y los reyes que habían venido {estaban} aparte en el campo.

Viendo Joab que se le presentaba batalla por el frente y por la retaguardia, escogió de entre los mejores hombres de Israel y {los} puso en orden de batalla contra los arameos.

Al resto del pueblo lo colocó al mando de su hermano Abisai; y se pusieron en orden de batalla contra los hijos de Amón.

Y dijo: Si los arameos son demasiado fuertes para mí, entonces tú me ayudarás, y si los hijos de Amón son demasiado fuertes para ti, entonces yo te ayudaré.

Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.

Entonces se acercó Joab con el pueblo que {estaba} con él para enfrentarse en combate con los arameos, y {éstos} huyeron delante de él.

Cuando los hijos de Amón vieron que los arameos huían, ellos también huyeron delante de su hermano Abisai y entraron en la ciudad. Entonces Joab volvió a Jerusalén.

Al ver los arameos que habían sido derrotados por Israel, enviaron mensajeros, y trajeron a los arameos que {estaban} al otro lado del Río, con Sofac, comandante del ejército de Hadad-ezer, al frente de ellos.

Cuando se dio aviso a David, {éste} reunió a todo Israel, cruzó el Jordán y llegó {frente} a ellos y se puso en orden de batalla contra ellos. Y cuando David se puso en orden de batalla para enfrentarse a los arameos, {éstos} pelearon contra él.

Pero los arameos huyeron delante de Israel, y David mató de los arameos a siete mil {hombres} de los carros y cuarenta mil hombres de a pie, también dio muerte a Sofac, comandante del ejército.

Cuando los siervos de Hadad-ezer vieron que habían sido derrotados por Israel, hicieron la paz con David y le sirvieron. Y los arameos no quisieron ayudar más a los hijos de Amón.

Y aconteció que en la primavera, en el tiempo en que los reyes salen {a la guerra,} Joab sacó el ejército y devastó la tierra de los hijos de Amón, y fue y puso sitio a Rabá; pero David se quedó en Jerusalén. Y Joab hirió a Rabá y la destruyó.

David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba un talento de oro y que tenía en ella una piedra preciosa; y fue puesta sobre la cabeza de David. Sacó además una gran cantidad de botín de la ciudad.

Y a la gente que {había} en ella, {la} sacó y {la} puso {a trabajar} con sierras, con trillos de hierro y con hachas. Y así hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Entonces regresó David con todo el pueblo {a} Jerusalén.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso