21453 casos

'De' en la Biblia

Y estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron un hombre que recogía leña en día de sábado.

Y pusiéronlo en la cárcel, por que no estaba declarado qué le habían de hacer.

Habla á los hijos de Israel, y diles que se hagan pezuelos (franjas) en los remates de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan en cada pezuelo de los remates un cordón de cárdeno:

Y serviros ha de pezuelo, para que cuando lo viereis, os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales fornicáis:

Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para ser vuestro Dios: Yo Jehová vuestro Dios.

Y CORÉ, hijo de Ishar, hijo de Coath, hijo de Leví; y Dathán y Abiram, hijos de Eliab; y Hon, hijo de Peleth, de los hijos de Rubén, tomaron gente,

Y levantáronse contra Moisés con doscientos y cincuenta varones de los hijos de Israel, príncipes de la congregación, de los del consejo, varones de nombre;

Y se juntaron contra Moisés y Aarón, y les dijeron: Básteos, porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio de ellos está Jehová: ¿por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?

Y poned fuego en ellos, y poned en ellos sahumerio delante de Jehová mañana; y será que el varón á quien Jehová escogiere, aquel será el santo: básteos esto, hijos de Leví.

Dijo más Moisés á Coré: Oid ahora, hijos de Leví:

¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, haciéndoos allegar á sí para que ministraseis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estuvieseis delante de la congregación para ministrarles?

¿Y que te hizo acercar á ti, y á todos tus hermanos los hijos de Leví contigo; para que procuréis también el sacerdocio?

Y envió Moisés á llamar á Dathán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá:

¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?

Ni tampoco nos has metido tú en tierra que fluya leche y miel, ni nos has dado heredades de tierras y viñas: ¿has de arrancar los ojos de estos hombres? No subiremos.

Entonces Moisés se enojó en gran manera, y dijo á Jehová: No mires á su presente: ni aun un asno he tomado de ellos, ni á ninguno de ellos he hecho mal.

Después dijo Moisés á Coré: Tú y todo tu séquito, poneos mañana delante de Jehová; tú, y ellos, y Aarón:

Y tomad cada uno su incensario, y poned sahumerio en ellos, y allegad delante de Jehová cada uno su incensario: doscientos y cincuenta incensarios: tú también, y Aarón, cada uno con su incensario.

Ya Coré había hecho juntar contra ellos toda la congregación á la puerta del tabernáculo del testimonio: entonces la gloria de Jehová apareció á toda la congregación.

Y ellos se echaron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un hombre el que pecó? ¿y airarte has tu contra toda la congregación?

Habla á la congregación, diciendo: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Dathán, y Abiram.

Y Moisés se levantó, y fué á Dathán y Abiram; y los ancianos de Israel fueron en pos de él.

Y él habló á la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos impíos hombres, y no toquéis ninguna cosa suya, por que no perezcáis en todos sus pecados.

Y apartáronse de las tiendas de Coré, de Dathán, y de Abiram en derredor: y Dathán y Abiram salieron y pusiéronse á las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, y sus hijos, y sus chiquitos.

Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas: que no de mi corazón las hice.

Si como mueren todos los hombres murieren éstos, ó si fueren ellos visitados á la manera de todos los hombres, Jehová no me envió.

Y aconteció, que en acabando él de hablar todas estas palabras, rompióse la tierra que estaba debajo de ellos:

Y abrió la tierra su boca, y tragólos á ellos, y á sus casas, y á todos los hombres de Coré, y á toda su hacienda.

Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al abismo, y cubriólos la tierra, y perecieron de en medio de la congregación.

Y todo Israel, los que estaban en derredor de ellos, huyeron al grito de ellos; porque decían: No nos trague también la tierra.

Di á Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que tome los incensarios de en medio del incendio, y derrame más allá el fuego; porque son santificados:

Los incensarios de estos pecadores contra sus almas: y harán de ellos planchas extendidas para cubrir el altar: por cuanto ofrecieron con ellos delante de Jehová, son santificados; y serán por señal á los hijos de Israel.

Y el sacerdote Eleazar tomó los incensarios de metal con que los quemados habían ofrecido; y extendiéronlos para cubrir el altar,

En recuerdo á los hijos de Israel que ningún extraño que no sea de la simiente de Aarón, llegue á ofrecer sahumerio delante de Jehová, porque no sea como Coré, y como su séquito; según se lo dijo Jehová por mano de Moisés.

El día siguiente toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis muerto al pueblo de Jehová.

Y aconteció que, como se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo del testimonio, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová.

Apartaos de en medio de esta congregación, y consumirélos en un momento. Y ellos se echaron sobre sus rostros.

Y dijo Moisés A Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon perfume, y ve presto á la congregación, y haz expiación por ellos; porque el furor ha salido de delante de la faz de Jehová: la mortandad ha comenzado.

Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación: y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo: y él puso perfume, é hizo expiación por el pueblo.

Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil y setecientos, sin los muertos por el negocio de Coré.

Habla á los hijos de Israel, y toma de ellos una vara por cada casa de los padres, de todos los príncipes de ellos, doce varas conforme á las casas de sus padres; y escribirás el nombre de cada uno sobre su vara.

Y escribirás el nombre de Aarón sobre la vara de Leví; porque cada cabeza de familia de sus padres tendrá una vara.

Y será, que el varón que yo escogiere, su vara florecerá: y haré cesar de sobre mí las quejas de los hijos de Israel, con que murmuran contra vosotros.

Y Moisés habló á los hijos de Israel, y todos los príncipes de ellos le dieron varas; cada príncipe por las casas de sus padres una vara, en todas doce varas; y la vara de Aarón estaba entre las varas de ellos.

Y Moisés puso las varas delante de Jehová en el tabernáculo del testimonio.

Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.

Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová á todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara.

Y Jehová dijo á Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio, para que se guarde por señal á los hijos rebeldes; y harás cesar sus quejas de sobre mí, porque no mueran.

Entonces los hijos de Israel hablaron á Moisés, diciendo: He aquí nosotros somos muertos, perdidos somos, todos nosotros somos perdidos.

Cualquiera que se llegare, el que se acercare al tabernáculo de Jehová morirá: ¿acabaremos de perecer todos?

Y JEHOVA dijo á Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario: y tú y tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio.

Y á tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu de tu padre, hazlos llegar á ti, y júntense contigo, y servirte han; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del tabernáculo del testimonio.

Y guardarán lo que tú ordenares, y el cargo de todo el tabernáculo: mas no llegarán á los vasos santos ni al altar, porque no mueran ellos y vosotros.

Se juntarán, pues, contigo, y tendrán el cargo del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de llegar á vosotros.

Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no sea más la ira sobre los hijos de Israel.

Porque he aquí yo he tomado á vuestros hermanos los Levitas de entre los hijos de Israel, dados á vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio.

Mas tú y tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se llegare, morirá.

Dijo más Jehová á Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas: todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y á tus hijos, por estatuto perpetuo.

Esto será tuyo de la ofrenda de las cosas santas reservadas del fuego: toda ofrenda de ellos, todo presente suyo, y toda expiación por el pecado de ellos, que me han de presentar, será cosa muy santa para ti y para tus hijos.

En el santuario la comerás; todo varón comerá de ella: cosa santa será para ti.

Esto también será tuyo: la ofrenda elevada de sus dones, y todas las ofrendas agitadas de los hijos de Israel, he dado á ti, y á tus hijos, y á tus hijas contigo, por estatuto perpetuo: todo limpio en tu casa comerá de ellas.

De aceite, y de mosto, y de trigo, todo lo más escogido, las primicias de ello, que presentarán á Jehová, á ti las he dado.

Las primicias de todas las cosas de la tierra de ellos, las cuales traerán á Jehová, serán tuyas: todo limpio en tu casa comerá de ellas.

Todo lo que abriere matriz en toda carne que ofrecerán á Jehová, así de hombres como de animales, será tuyo: mas has de hacer redimir el primogénito del hombre: también harás redimir el primogénito de animal inmundo.

Y de un mes harás efectuar el rescate de ellos, conforme á tu estimación, por precio de cinco siclos, al siclo del santuario, que es de veinte óbolos.

Mas el primogénito de vaca, y el primogénito de oveja, y el primogénito de cabra, no redimirás; santificados son: la sangre de ellos rociarás sobre el altar, y quemarás la grosura de ellos, ofrenda encendida en olor suave á Jehová.

Todas las ofrendas elevadas de las cosas santas, que los hijos de Israel ofrecieren á Jehová, helas dado para ti, y para tus hijos y para tus hijas contigo, por estatuto perpetuo: pacto de sal perpetuo es delante de Jehová para ti y para tu simiente conti

Y Jehová dijo á Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte: Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

Y he aquí yo he dado á los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio.

Y no llegarán más los hijos de Israel al tabernáculo del testimonio, porque no lleven pecado, por el cual mueran.

Mas los Levitas harán el servicio del tabernáculo del testimonio, y ellos llevarán su iniquidad: estatuto perpetuo por vuestras edades; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel.

Porque á los Levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán á Jehová en ofrenda: por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.

Así hablarás á los Levitas, y les dirás: Cuando tomareis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida á Jehová el diezmo de los diezmos.

Y se os contará vuestra ofrenda como grano de la era, y como acopio del lagar.

Así ofreceréis también vosotros ofrenda á Jehová de todos vuestros diezmos que hubiereis recibido de los hijos de Israel; y daréis de ellos la ofrenda de Jehová á Aarón el sacerdote.

De todos vuestros dones ofreceréis toda ofrenda á Jehová; de todo lo mejor de ellos ofreceréis la porción que ha de ser consagrada.

Y les dirás: Cuando ofreciereis lo mejor de ellos, será contado á los Levitas por fruto de la era, y commo fruto del lagar.

Y cuando vosotros hubiereis ofrecido de ello lo mejor suyo, no llevaréis por ello pecado: y no habéis de contaminar las cosas santas de los hijos de Israel, y no moriréis.

Esta es la ordenanza de la ley que Jehová ha prescrito, diciendo: Di á los hijos de Israel que te traigan una vaca bermeja, perfecta, en la cual no haya falta, sobre la cual no se haya puesto yugo:

Y tomará Eleazar el sacerdote de su sangre con su dedo, y rociará hacia la delantera del tabernáculo del testimonio con la sangre de ella siete veces;

Luego tomará el sacerdote palo de cedro, é hisopo, y escarlata, y lo echará en medio del fuego en que arde la vaca.

Y un hombre limpio recogerá las cenizas de la vaca, y las pondrá fuera del campo en lugar limpio, y las guardará la congregación de los hijos de Israel para el agua de separación: es una expiación.

Y el que recogió las cenizas de la vaca, lavará sus vestidos, y será inmundo hasta la tarde: y será á los hijos de Israel, y al extranjero que peregrina entre ellos, por estatuto perpetuo.

Cualquiera que tocare en muerto, en persona de hombre que estuviere muerto, y no se purificare, el tabernáculo de Jehová contaminó; y aquella persona será cortada de Israel: por cuanto el agua de la separación no fué rociada sobre él, inmundo será; y su i

Y para el inmundo tomarán de la ceniza de la quemada vaca de la expiación, y echarán sobre ella agua viva en un vaso:

Y el que fuere inmundo, y no se purificare, la tal persona será cortada de entre la congregación, por cuanto contaminó el tabernáculo de Jehová: no fué rociada sobre él el agua de separación, es inmundo.

Y les será por estatuto perpetuo: también el que rociare el agua de la separación lavará sus vestidos; y el que tocare el agua de la separación, será inmundo hasta la tarde.

Y LLEGARON los hijos de Israel, toda la congregación, al desierto de Zin, en el mes primero, y asentó el pueblo en Cades; y allí murió María, y fué allí sepultada.

Y regañó el pueblo con Moisés, y hablaron diciendo: ­Ojalá que nosotros hubiéramos muerto cuando perecieron nuestros hermanos delante de Jehová!

Y ¿por qué hiciste venir la congregación de Jehová á este desierto, para que muramos aquí nosotros y nuestras bestias?

¿Y por qué nos has hecho subir de Egipto, para traernos á este mal lugar? No es lugar de sementera, de higueras, de viñas, ni granadas: ni aun de agua para beber.

Y fuéronse Moisés y Aarón de delante de la congregación á la puerta del tabernáculo del testimonio, y echáronse sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos.

Toma la vara y reune la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad á la peña en ojos de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber á la congregación, y á sus bestias.

Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó.

Y juntaron Moisés y Aarón la congregación delante de la peña, y díjoles: Oid ahora, rebeldes: ¿os hemos de hacer salir aguas de esta peña?

Y Jehová dijo á Moisés y á Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme en ojos de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado.

Public Domain